Extensión de archivos de vídeo ¿Qué son, para qué sirven y qué tipos hay?

El contenido audiovisual es, sin duda, el más consumido en la actualidad. Por ello, conocer todo acerca de cómo podemos reproducirlo resulta de especial interés. Este se compone de una señal, codecs y un contenedor. Este último es lo que conocemos como extensión de archivos de vídeo y es de lo que hablaremos hoy.

El formato o extensión de cualquier vídeo es ese conjunto de letras que aparece al final del nombre del archivo. Puede que no te parezca importante, sin embargo, nos habla de muchos aspectos del archivo y, sobre todo, nos permite poder reproducirlo en unos y otros programas y aparatos de reproducción.

Sabiendo esto, seguro que ahora sí que te causa interés conocer qué es exactamente, para que lo utilizamos y, obviamente, qué formatos diferentes hay en la actualidad, dónde los reproducimos y cuáles son sus características, ¿no?

¿Qué es la extensión o formato de un archivo de vídeo y para qué sirve realmente?

Una extensión es la información de un archivo que nos va a indicar, primeramente, de qué tipo es y, después, algunas otras particularidades propias de cada una de ellas.

La extensión de vídeo es la manera de indicar la forma en la que el contenido audiovisual es codificado para poder reproducirlo digitalmente por un reproductor u otro.

Dicho de otra manera, la extensión, es decir, el final del nombre del archivo (.MKV, por ejemplo) hace referencia al contenedor utilizado para crear esa codificación que nos permite realizar una reproducción digital del contenido. Esta es de entre dos y cinco letras y/o dígitos. Además, suelen ser abreviatura de alguna palabra o grupo de estas.

De manera predetermina, el sistema operativo esconde estas letras, de manera que sólo vemos cómo se llama el archivo en cuestión, pero no cuál es su contenedor. Esto es un riesgo porque hay formatos que, evidentemente no se corresponden con vídeos y, si descargamos un archivo que creemos que es un audiovisual y resulta que es un malware en un ejecutable, lo ejecutamos, ¡y listo! ya tenemos un software malicioso en nuestro ordenador.

Así, lo igual es que configures tu equipo para que las extensiones, sean del tipo que sean, siempre queden a la vista y puedas ver el tipo de archivos que tienes guardados.

Al hablar de reproductores de vídeo, por supuesto, hacemos referencia a los softwares digitales que todos tenemos en nuestros ordenadores, tablets e incluso smartphones, si bien, no hay que olvidar también los reproductores de tipo físico, siendo el más actual el Blu-ray, que también trabaja únicamente con los formatos con los que es compatible.

Esto significa que, en función del programa que tengas para reproducir vídeos, estos tendrán que estar codificados en uno u otro formato. O a la inversa, si dispones de un audiovisual en una extensión en particular, precisarás de un reproductor con el que sea compatible.

Por lo general, los reproductores que podemos descargarnos incluyen una compatibilidad suficientemente amplia para poder trabajar con los archivos con extensiones más famosas, de manera que no te será difícil dar con uno capaz de reproducir exactamente el archivo que deseas (incluso los reproductores de los diversos sistemas operativos son bastante generosos al respecto). Aun así, no te preocupes por ello porque después te vamos a contar qué formatos son compatibles con unos y otros programas de reproducción.

En el caso de los vídeos, que es el que nos ocupa, debes saber que esta codificación que se realiza está relacionada directamente con la calidad de imagen que vamos a conseguir reproducir. También entran en juego la calidad sonora o la inclusión de subtítulos y, por supuesto, la relación entre todo lo anterior y el tamaño que el archivo en cuestión va a tener.

Por ejemplo, hay extensiones que respetan la alta calidad de los contenidos pero que, a cambio, no reducen el peso de los archivos, de manera que pueden ocupar varios GB tranquilamente. Otros, por contra, pueden comprimir el contenido reduciendo su calidad pero haciendo que el archivo final sea liviano y, con ello, fácil de mover entre unidades de memoria y más fácil de bajar. Por supuesto, hay formatos que ofrecen algo intermedio. Lo importante es conocerlos para saber cuáles te conviene más conseguir en función de tus necesidades.

Saber que, además de la propia extensión, que va intrínseca en el archivo, es decir, que forma parte de él desde el momento que lo creas, y del reproductor, vas a necesitar tener instalados los códecs correspondientes, que son softwares capaces de interpretar la codificación realizada. Cuando se obtiene el resultado, este se envía, decodificado, al reproductor, es decir, los códecs hacen de intermediario para que este último entienda la información que está codificada.

Los códecs se pueden descargar, sin complicación alguna, de internet aunque, a día de hoy, lo habitual es que cada reproductor incluya aquellos que sirven para interpretar los archivos con los que son compatibles.

Tipos de extensiones y formatos de archivos de vídeo y sus programas asociados para reproducirlos

Como puedes imaginar si has pensado un poco en la definición que acabamos de darte, existen muchos formatos o extensiones de vídeo diferentes. Vamos a ver, en una tabla comparativa, la mayoría de ellos, haciendo especial hincapié en los más conocidos, mostrándote qué características incluyen y en qué programa o reproductor podemos correrlos en cada caso.

*Si estás visualizando la web desde el smartphone, desliza la tabla hacia la derecha para ver todos los datos

¿Conoces otras extensiones para reproducir y editar archivos de vídeo? Déjalos en los comentarios y los añadiremos a la lista, seguro será de gran valor para los demás lectores!