Mejores antivirus para Windows: guía completa y comparativa

Descubre los mejores antivirus para Windows, gratis y de pago, según AV‑TEST. Compara opciones, funciones clave y cómo elegir el más adecuado.

  • Los mejores antivirus para Windows combinan alta detección de malware, bajo impacto en el rendimiento y pocas falsas alarmas según AV‑TEST y otros laboratorios.
  • Las suites de pago (Norton, Bitdefender, Kaspersky, McAfee, ESET…) añaden extras clave como VPN, control parental, protección de identidad y defensa avanzada frente a ransomware.
  • Los antivirus gratuitos como Bitdefender Free, Avast, AVG o Microsoft Defender ofrecen una protección básica muy decente, pero sin tantas capas adicionales de seguridad.
  • La mejor seguridad llega al combinar un buen antivirus con buenas prácticas: sistema actualizado, contraseñas robustas, copias de seguridad y prudencia frente a correos y webs sospechosas.

Antivirus recomendados para Windows

Elegir hoy un buen antivirus para Windows ya no es un capricho, es casi obligatorio. Cada vez que entras en una web, descargas un archivo, te conectas a una WiFi pública o abres un correo, te expones a virus, troyanos, ransomware, phishing y todo tipo de software malicioso que puede robar tus datos o dejar tu PC inutilizable. La buena noticia es que el mercado está lleno de soluciones muy potentes, tanto gratuitas como de pago, y los laboratorios independientes como AV‑TEST y AV‑Comparatives nos dan muchos datos objetivos sobre cuáles protegen mejor.

El problema es que hay tantos productos y tanta publicidad que es fácil perderse. Muchos antivirus prometen protección “total” y luego fallan en detección, ralentizan el equipo o abusan de los falsos positivos. En este artículo se recopila y se reescribe con otras palabras todo lo que aportan las guías más completas sobre los mejores antivirus para Windows, integrando también la información de AV‑TEST, OCU y comparadores especializados. Verás qué amenazas te afectan, qué diferencia hay entre antivirus gratis y de pago, cuáles son los mejores programas (con sus pros, contras y precios orientativos) y en qué debes fijarte antes de instalar nada.

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Por qué sigue siendo importante usar antivirus en Windows

Windows 10 y Windows 11 incluyen Microsoft Defender, que ha mejorado muchísimo, pero aun así los ciberdelincuentes van siempre un paso por delante. Cada mes aparecen nuevas variantes de malware, campañas de phishing más creíbles, exploits de día cero, ransomware más agresivo o spyware capaz de registrar todo lo que tecleas.

Los antivirus comerciales están desarrollados por empresas dedicadas exclusivamente a la ciberseguridad. Mantienen enormes laboratorios con bases de datos de millones de muestras de malware y sistemas de inteligencia artificial que analizan en tiempo real lo que pasa en la red. Eso les permite reaccionar antes que Microsoft ante nuevas amenazas y ofrecer capas de protección adicionales: cortafuegos avanzado, bloqueo de URLs fraudulentas, análisis de comportamiento, protección de pagos, monitorización de la dark web, etc.

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Un antivirus moderno no se limita a escanear archivos cuando te acuerdas: vigila procesos sospechosos, analiza el tráfico web, filtra correos, bloquea keyloggers, impide cifrados masivos típicos del ransomware y protege tu identidad digital. Incluso incluye herramientas de copia de seguridad, cifrado de datos o rescate del sistema en caso de infección severa.

Que lo necesites “sí o sí” depende de tu perfil y de lo que guardas en el equipo. Si solo usas el PC para cuatro cosas y no manejas datos sensibles, quizá te baste con Microsoft Defender bien configurado y mucha prudencia. Pero si trabajas online, haces banca electrónica, guardas documentos importantes o compartes ordenador con más gente, la capa extra de seguridad de un buen antivirus de terceros marca la diferencia.

Principales amenazas de seguridad que bloquea un buen antivirus

Cuando hablamos de “virus” en realidad metemos en el mismo saco montones de amenazas distintas. Entender qué hace cada una ayuda a valorar por qué los laboratorios independientes se fijan tanto en la detección de malware y la protección web.

Entre los peligros más habituales están los virus clásicos y los gusanos, capaces de replicarse, corromper archivos y propagarse por redes o memorias USB. Junto a ellos, los troyanos se disfrazan de programas legítimos para abrir puertas traseras, robar información o descargar otras piezas de malware en segundo plano.

El ransomware se ha convertido en la pesadilla número uno tanto para usuarios como para empresas. Este tipo de malware cifra tus documentos, fotos o incluso todo el sistema y exige un pago para liberarlos, sin garantías de que cumplan. Los antivirus de primera línea (Bitdefender, Kaspersky, Norton, ESET…) incluyen módulos específicos de protección contra ransomware con monitorización de comportamiento y bloqueo de cifrados sospechosos.

El spyware y los keyloggers son otra categoría muy peligrosa porque su objetivo es espiar: registrar tus pulsaciones, hacer capturas de pantalla, seguir tu actividad online o vigilar tus comunicaciones. También están los PUP (programas potencialmente no deseados) y el adware, que llenan tu navegador de anuncios, barras de herramientas, redirecciones y cambios de página de inicio.

Fuera del malware “puro”, el phishing es el rey del engaño: webs falsas que imitan bancos, plataformas de envío, redes sociales o servicios oficiales para robarte credenciales y datos de tarjeta. Aquí la clave es el módulo de protección web y antiphishing del antivirus, que compara las URLs con listas negras y analiza patrones de sitios fraudulentos.

Cómo elige AV‑TEST los mejores antivirus para Windows

AV‑TEST es uno de los laboratorios independientes más citados cuando se habla de antivirus. Sus pruebas se hacen en cientos de máquinas de prueba y más de 200 servidores, con una base de datos de malware gigantesca (más de 2.500 TB de información) y escenarios que imitan el uso real de un PC con Windows.

En cada ronda, AV‑TEST evalúa tres grandes bloques: protección, rendimiento y usabilidad, dando hasta 6 puntos por categoría (18 en total). A partir de 10 puntos el producto recibe el sello AV‑TEST, y con 17,5 o más se gana además la etiqueta “TOP PRODUCT”.

En la parte de protección se mide la capacidad de frenar malware muy reciente y amenazas habituales, incluyendo test de “real‑world” que simulan navegación, descargas, correos maliciosos y ataques día cero. En rendimiento valoran si el antivirus enlentece la carga de páginas, la instalación o ejecución de programas y la copia de archivos.

La categoría de usabilidad se centra en los falsos positivos y las molestias al usuario. Un producto que marca constantemente programas seguros como sospechosos o bloquea descargas legítimas acaba suspendiendo aquí, aunque detecte bien el malware. En los informes recientes, soluciones como Avast, AVG, Avira, Bitdefender, Kaspersky, McAfee, Microsoft Defender, Norton o ESET han llegado a los 18 puntos completos o se han quedado muy cerca.

Claves para elegir el mejor antivirus para Windows

Con tantos nombres y ofertas, lo más sensato es filtrar con unos cuantos criterios claros en lugar de dejarte llevar por la publicidad o por el antivirus que tenía tu vecino hace diez años.

La prioridad absoluta es la protección real frente a malware y phishing. Echa un vistazo a los últimos resultados de AV‑TEST y AV‑Comparatives: fíjate en las tasas de detección, la protección en tiempo real y si el producto tiene premio “Top Product” o “Advanced+”. Si ves índices del 100 % o muy cercanos tanto en amenazas nuevas como en malware extendido, vas bien.

Después entra en juego el impacto en el rendimiento. Algunos programas son ligerísimos (ESET, Bitdefender, Avira, Webroot…), mientras que otros cargados de extras pueden penalizar los PCs modestos (McAfee, Norton en equipos viejos, ciertos suites con muchas herramientas de optimización). Si tu ordenador va justo y usas Windows 10, revisa el apartado de “Performance” en los test y apuesta por algo poco pesado.

Las funciones extra pueden ser un plus muy interesante: VPN integrada, gestor de contraseñas, control parental, copia de seguridad en la nube, monitorización de la dark web, protección de webcam, sandbox para ejecutar archivos sospechosos… Pero ojo, a veces es mejor un antivirus sencillo y una VPN aparte de más calidad que un “todo en uno” mediocre.

El modelo de precios y las renovaciones es otro punto donde muchos caen. Casi todos los proveedores tienen ofertas muy agresivas el primer año (2‑5 € al mes) y luego doblan o triplican la cuota. Conviene mirar el precio de renovación: no es lo mismo pagar 35 € el primer año y 40 el segundo que pasar de 35 a 110 € sin darte cuenta.

No olvides la compatibilidad, el soporte y la reputación de la marca. Asegúrate de que el antivirus funciona bien en tu versión de Windows (y en tus móviles si lo quieres multidispositivo), de que la interfaz está en español y de que existe atención al cliente en tu país. También es útil revisar polémicas de privacidad pasadas (como las que afectaron a Avast o Kaspersky) y cómo las han gestionado.

Antivirus de pago mejor valorados para Windows

A partir de los rankings de AV‑TEST, las comparativas de OCU y los análisis de portales especializados, se repiten una y otra vez algunos nombres cuando se habla de los mejores antivirus de pago para Windows. Estas son las soluciones más destacadas, con sus puntos fuertes y flaquezas.

Norton 360

Norton 360 se ha ganado la fama de suite “todo en uno” para usuarios domésticos. Su motor de detección, apoyado en heurística y aprendizaje automático, consigue tasas cercanas al 100 % y suele superar de largo a Microsoft Defender en los test independientes, con escaneos rápidos y pocos falsos positivos.

Sus planes 360 incluyen mucho más que el antivirus clásico: cortafuegos inteligente, gestor de contraseñas, VPN con datos ilimitados, copias en la nube (hasta 500 GB en planes altos), protección web y antiphishing muy completa, controles parentales, monitorización de la dark web y, en algunos países, el paquete LifeLock de protección de identidad con coberturas millonarias ante fraude.

El gran “pero” de Norton está en el precio a largo plazo. Las ofertas de entrada son muy atractivas (por ejemplo, 360 Deluxe por unos 35 € el primer año para 5 dispositivos), pero la renovación se dispara por encima de los 100 € anuales si no estás pendiente. Además, en equipos antiguos su impacto en el rendimiento puede ser algo más visible que el de alternativas minimalistas.

Bitdefender Internet Security y Total Security

Bitdefender es otro fijo en la parte alta de cualquier ranking serio. Usa una combinación de base de datos en la nube, IA y análisis de comportamiento que le permite detectar y bloquear prácticamente todo lo que se mueve, con un consumo de recursos muy contenido incluso durante escaneos completos.

Además de la protección antimalware, Bitdefender brilla en la defensa contra ransomware, con capas específicas que bloquean procesos de cifrado sospechosos y protegen carpetas críticas. Incluye también protección web de primer nivel, módulo antitracker, navegador seguro Safepay para banca y compras, análisis de vulnerabilidades y control parental en los planes más completos.

En el apartado de extras destaca su VPN integrada, muy rápida y con servidores repartidos por casi todo el mundo, aunque la mayoría de planes la limitan a unos pocos cientos de MB al día; solo las suscripciones Premium Security la ofrecen sin tope de datos. También incorpora gestor de contraseñas y herramientas de optimización del sistema bastante útiles.

Su política de precios juega a favor del usuario: suele lanzarse con descuentos fuertes el primer año y subidas moderadas después, aunque la VPN sin límites obliga a irse a los planes caros. A cambio, protege varios dispositivos (PC, Mac, Android, iOS) con una sola licencia.

Kaspersky

Kaspersky lleva años sacando puntuaciones altísimas en detección de malware, con un impacto muy bajo en el rendimiento. Sus planes Standard, Plus y Premium ofrecen protección en tiempo real, firewall, Safe Money para pagos seguros, antiphishing y, en las ediciones superiores, VPN, gestor de contraseñas y servicios de monitorización de identidad.

Sin embargo, la marca arrastra polémicas por su origen ruso y por decisiones regulatorias en países como Estados Unidos, donde se ha prohibido su uso en ciertos entornos. La empresa ha tratado de ganar transparencia con auditorías y centros de datos fuera de Rusia, pero es lógico que algunos usuarios prefieran alternativas sin ese ruido de fondo.

Si esa parte no te preocupa, técnicamente es de lo mejor que puedes instalar: detección excelente, casi sin falsos positivos, buena protección web y una interfaz muy pulida. Eso sí, igual que otros grandes, las ofertas del primer año son mucho más baratas que la renovación, así que conviene revisar la letra pequeña.

McAfee Total Protection

McAfee es un veterano del sector que ha pasado de ser “el antivirus que venía preinstalado” a una suite de seguridad muy completa. En las pruebas modernas consigue tasas de detección muy altas frente a virus, troyanos, spyware, keyloggers y ransomware, con protección web eficaz.

Uno de sus grandes atractivos es la cobertura multidispositivo: sus planes familiares permiten proteger un número ilimitado de equipos (PC, Mac, móviles, tablets) con una sola suscripción, algo muy interesante para hogares con muchos gadgets. Además incluye firewall, gestor de contraseñas, VPN, controles parentales y monitorización de fugas de datos personales en la red. Si lo contratas, consulta cómo activar McAfee para empezar a usarlo correctamente.

El lado negativo está de nuevo en el precio y en el peso del software. Los planes “Essential” o “Premium” arrancan con promociones en torno a 35‑50 € el primer año, pero la renovación sube fácilmente por encima de los 100 €. Y aunque el programa se ha optimizado bastante, sigue siendo más pesado que otros competidores en PCs limitados.

ESET Security

ESET es uno de los favoritos de quienes buscan un antivirus muy ligero y configurable. Su motor NOD32 lleva años destacando por su equilibrio entre detección y consumo mínimo de recursos, con un enfoque muy fuerte en heurística y análisis proactivo de comportamiento.

En sus planes para hogar ofrece protección en tiempo real, cortafuegos, módulo bancario, control de dispositivos externos y protección de red. Las ediciones superiores añaden cifrado de archivos y discos, gestor de contraseñas, protección de identidad, VPN y capas adicionales contra ransomware. Recuerda mantenerlo actualizado para conservar la máxima eficacia.

Su interfaz no es tan “bonita” ni tan guiada como la de otros productos más masivos, y algunas opciones avanzadas pueden asustar a un usuario muy novato. A cambio, los que quieren ajustar bien las reglas de seguridad y las excepciones tienen un nivel de control muy alto.

Avast, AVG, Avira, Panda, Trend Micro, TotalAV y compañía

Además de los grandes nombres anteriores, hay un segundo grupo de soluciones muy populares y bien valoradas: Avast, AVG y Avira (todas con versión gratuita muy usada), Panda Dome, Trend Micro, TotalAV, Malwarebytes, Webroot, F‑Secure, G Data, K7, Surfshark Antivirus y algunas más.

En general, estos productos ofrecen tasas de detección muy buenas en las pruebas más recientes, suites con extras como VPN (a veces limitada), herramientas de limpieza, gestores de contraseñas, controles parentales y protección de webcam. Muchos han mejorado también en ligereza y han reducido los falsos positivos con respecto a versiones antiguas.

Avast y AVG brillan especialmente en su relación calidad‑precio y en sus ediciones gratuitas, aunque arrastran el histórico de polémicas por uso de datos anónimos de usuarios que ya no se repite en las condiciones actuales. Avira destaca por su motor de detección, tan bueno que otros antivirus lo licencian, y por sus herramientas de optimización de sistema.

Panda Dome juega la carta de la sencillez y la nube, con análisis apoyado en servidores remotos para consumir menos recursos y planes modulables según las funciones que quieras. Trend Micro sobresale en protección web y contra phishing, lo que lo hace atractivo para quien pasa el día navegando y comprando online.

TotalAV, Surfshark Antivirus o incluso suites como K7 y G Data han ganado peso en comparativas recientes, con buenas notas en AV‑TEST y extras interesantes (sobre todo en el caso de Surfshark, cuyo punto fuerte sigue siendo la VPN). La clave, como siempre, es revisar precios de renovación y comprobar que las funciones que aportan encajan con lo que tú necesitas.

Antivirus gratuitos recomendados para Windows

Si tu presupuesto es cero, no estás vendido. OCU y AV‑TEST han demostrado que hay antivirus gratuitos para Windows con una protección de muy buen nivel, en algunos casos comparable a la de productos de pago en malware “clásico”.

Entre los mejores gratuitos suele aparecer Bitdefender Antivirus Free, que ofrece un motor de detección excelente, una protección antiphishing muy seria y un impacto mínimo en el rendimiento, con pocas molestias de publicidad respecto a otras opciones free.

También destacan Avast Free Antivirus y AVG AntiVirus Free, ambos con protección en tiempo real, escudos web, defensas contra ransomware básico y extras como el análisis de red doméstica. Eso sí, en versión gratuita insisten bastante en que te pases a los planes de pago con ventanas emergentes y promociones.

Microsoft Defender, integrado en Windows 10 y 11, es otra alternativa que ha dejado de ser “de emergencia”. En las rondas recientes de AV‑TEST ha llegado a sacar puntuaciones perfectas (18/18), con detección al 100 % y un rendimiento aceptable. No tiene VPN, gestor de contraseñas ni controles avanzados, pero como base para quien no quiere complicarse es muy digno.

La gran diferencia de los gratuitos respecto a los de pago está en las capas adicionales: protección avanzada frente a ransomware, control parental potente, VPN sin límites, monitorización de fugas de datos, soporte técnico directo, etc. Si solo quieres cubrir lo básico y sabes moverte por Internet con cabeza, un buen free + sentido común puede servir; si manejas información sensible, mejor invertir en una suite de pago.

Diferencias reales entre antivirus gratis y de pago

Muchos usuarios se preguntan si de verdad compensa pagar por un antivirus cuando hay opciones gratuitas que puntúan tan bien. La respuesta depende de qué esperas de tu seguridad y de cómo usas el ordenador.

Los antivirus gratis ofrecen una protección bastante decente frente a malware común, con escaneo bajo demanda, protección en tiempo real básica y cierto nivel de defensa frente a phishing y webs maliciosas. Su valor añadido es que ayudan a las empresas a alimentar sus bases de datos de amenazas, y a cambio el usuario particular consigue protección sin coste.

Las versiones de pago elevan el listón en varios frentes: mejor protección contra amenazas avanzadas (día cero, ransomware sofisticado, exploits), menor tasa de falsos positivos, más opciones de configuración y un soporte técnico que responde cuando algo sale mal. Además, integran funciones que de otra forma tendrías que cubrir con varias herramientas: VPN, gestor de contraseñas, copia en la nube, control parental, protección de identidad, etc.

También hay una diferencia importante en el modelo de negocio y la privacidad. Un antivirus de pago vive de tu suscripción; uno gratuito suele monetizar con publicidad, upgrades o telemetría (datos de uso anonimizados). No quiere decir que los gratis “vendan tus datos” sin más, pero sí conviene leer la política de privacidad y asumir que su incentivo para ser respetuosos es distinto al de una suite premium.

Cómo instalar, configurar y usar bien un antivirus en Windows

Montones de infecciones vienen de instalaciones mal hechas o convivencias de varios antivirus en el mismo equipo. Antes de lanzarte a probar el que te hayan recomendado, conviene seguir unos pasos muy básicos.

Lo primero es descargar el instalador desde la web oficial del proveedor, nunca desde repositorios dudosos o anuncios que prometen “limpiar tu PC en 5 minutos”. Si ya tienes otro antivirus de terceros, desinstálalo por completo (incluyendo herramientas de limpieza específicas si el propio fabricante las ofrece) para evitar conflictos. Si necesitas instrucciones prácticas, consulta cómo descargar el instalador.

Durante la instalación, conviene aceptar la protección en tiempo real y las actualizaciones automáticas. No hace falta tocar ajustes raros: los perfiles por defecto de los principales antivirus están diseñados para equilibrar seguridad y rendimiento. Una vez instalado, ejecuta un escaneo completo inicial para asegurarte de que el sistema no estaba ya comprometido.

A partir de ahí, basta con mantener el antivirus actualizado y programar análisis periódicos (por ejemplo, un escaneo completo semanal y uno rápido diario, o lo que recomiende el propio software). Si tu suite incluye firewall, gestor de contraseñas o control parental, dedícale un rato a configurarlos bien: qué aplicaciones pueden acceder a Internet, qué webs pueden visitar los menores, etc.

Buenas prácticas de seguridad más allá del antivirus

Tener un buen antivirus en Windows es como llevar cinturón de seguridad en el coche: imprescindible, pero no hace milagros si conduces mirando el móvil. La parte humana sigue siendo el eslabón más débil.

Actualizar el sistema operativo y los programas es casi tan importante como el propio antivirus. Muchas infecciones explotan agujeros ya parcheados en Windows, navegadores, Java, lectores PDF, etc. Si pospones las actualizaciones eternamente, dejas la puerta abierta aunque tengas la mejor suite instalada.

El uso de contraseñas robustas y únicas para cada servicio es otro pilar básico. Allí los gestores de contraseñas incluidos en muchos antivirus (o soluciones externas específicas) son de gran ayuda: generan claves largas, las guardan cifradas y las rellenan por ti. Combinarlos con la verificación en dos pasos (2FA) reduce muchísimo la probabilidad de que una filtración de datos acabe en desastre.

En navegación y correo, lo fundamental es desconfiar por sistema. No abras adjuntos de remitentes dudosos, no pulses en enlaces extraños aunque parezcan venir de un conocido, evita descargar software pirata o “cracks” y no introduzcas tus credenciales en páginas que no estés seguro al 100 % de que son legítimas. Si buscas fuentes seguras, consulta listas de páginas para descargar programas. Los módulos antiphishing del antivirus ayudan, pero no son infalibles.

Por último, intenta hacer copias de seguridad periódicas de tus datos importantes, ya sea con las herramientas de tu antivirus, con el propio Windows o con soluciones en la nube. Frente al ransomware, tener un backup reciente y desconectado suele ser la diferencia entre “vuelvo atrás y sigo” y “lo he perdido todo”.

Con todo lo anterior sobre la mesa, la idea clave es combinar un buen antivirus para Windows con hábitos sensatos: elegir un producto con alta puntuación en protección y bajo impacto en rendimiento, revisar bien los precios de renovación, no abusar de los “todo gratis” sin mirar la letra pequeña y, sobre todo, navegar con cabeza. Si unes una suite bien elegida a actualizaciones constantes, contraseñas decentes y algo de desconfianza sana en Internet, tendrás tu PC mucho más a salvo que la mayoría.

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Actualización: 12/12/2025
Autor: Internet Paso a Paso

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