Pasta térmica: ¿Qué es, cuál es su función y cómo sustituirla en tu ordenador?

Existe un principio de la física que dice que para unir dos elementos hace falta un tercero. Esto es lo que ocurre entre un procesador y el disipador de temperatura, se debe recurrir a una pasta térmica para que el trabajo que realiza el enfriador sea más eficiente.

Muchas personas desconocen la existencia de este hardware muy importante dentro de un ordenador, ya que el mismo no se encuentra visible si es que no se remueve el disipador.

Al ser un hardware importante, desarrollaremos en este artículo todo lo relacionado con el mismo. Te enseñaremos los pasos que debes hacer para poder reemplazar la pasta en tu ordenador y cuáles son las mejores pastas que encontrarás para reemplazar la actual.

¿Qué es una pasta térmica y para qué sirve este hardware?

La pasta térmica es un componente que se usa para perfeccionar la unión entre el disipador y el procesador de un ordenador. Sus colores pueden ser blanco o metálico, dependiendo de la composición química con la que están formados estos elementos.

Se debe utilizar la pasta térmica entre el chip y disipador, los cuales están fabricados en cobre o aluminio (dos metales muy buenos conductores de calor) porque no son perfectamente lisos. Por lo que para unir dos superficies que cuentan con imperfecciones, se debe emplear un elemento blando para poder cubrir esos espacios microscópicos y así poder transferir de una forma más eficiente el calor para que trabaje mejor el disipador.

De esta manera se logra que la temperatura que tenga el procesador sea la recomendada por los fabricantes. Dependerá de los materiales de la pasta para que pueda hacer bajar la temperatura hasta 5° Celsius. Es importante aclarar que la pasta térmica no es el hardware encargado de enfriar el chip, sino que entrega al disipador la máxima cantidad de calorías que tiene el procesador.

Por lo tanto, es necesario que dentro de las características de la pasta térmica tenga que contar con la menor resistencia posible a la temperatura, ya que esto hará que el calor no quede en la pasta y pueda pasar más rápido al disipador.

Una pasta térmica también se debe caracterizar por su conductividad térmica, ya que cuanta más potencia tenga, mejor será la forma en que transmite su calor. Además, la viscosidad y densidad también son factores que se deben analizar para que la capacidad de unir las partículas de los dos metales sea mejor.

Componentes de la pasta térmica ¿Cuáles son los elementos más importantes?

Luego de lo que hemos mencionado en el punto anterior, surge la necesidad de analizar a la pasta térmica desde el punto de vista de su composición química. Esto determinará si los materiales usados en su composición general y toxicidad pueden ser conductivos eléctricamente.

Se pueden encontrar pastas térmicas de tipo cerámico, las cuales están preparadas con un polvo de cerámica de tipo suspensión y que, por lo general, son de color blanco. Se usan en procesadores que tienen bajos rendimientos, ya que no es recomendable en otro tipo de procesador debido a su baja calidad.

También existen las pastas térmicas de componentes metálicos. Están fabricadas con óxido de cobre o de zinc, todos mezclados con bases siliconadas. Son de color gris y se caracterizan por tener una mayor durabilidad y soportar temperaturas muchos más altas. Su conductividad térmica puede alcanzar entre 4 y 13 grados Kelvin. Estas son las más usadas y son un poco más caras que las anteriores que hemos mencionado.

Las pastas térmicas de metal líquido son otro tipo. Estas se caracterizan por estar compuesta con materiales con características muchas más conductivas, sus componentes principales son el cobre y el níquel.

Pero si quieres encontrar más caras también podrás hallar las que están compuestas en plata y oro, siendo estos uno de los materiales que más conducen el calor. Como ya te darás cuenta son las más caras que existen y pueden tener una conductividad térmica de hasta 80 W/mK, superando hasta 6 veces la pasta de cobre o zinc.

Por último, quedarían las pastas en láminas que, no son una pasta térmica en sí, pero se las puede considerar como un componente para transmitir el calor entre el procesador y disipador. Este tipo de hardware llamados Pad Térmico, son láminas gruesas y a la vez flexibles fabricadas con un material siliconadoque pueden tener casi la misma tasa de conductividad que las pastas cerámicas, entre 2 y 11 W/mK.

¿Por qué es importante mantener la pasta térmica de mi ordenador en buen estado?

Pocas personas toman en cuenta el trabajo importante que realiza una pasta térmica. Si esta no existiera entre el chip y el disipador la eficiencia de conductividad no sería la misma. Por lo que el procesador trabajaría a temperaturas mucho más altas a las recomendadas y produciría en un mediano o corto plazo un mal funcionamiento del mismo.

Si no se le presta atención a este problema, podría generar averías importantes dentro del chip y hasta su rotura por completo. Cuando el procesador está averiado generará que la experiencia del usuario se vea seriamente afectada, ya que las tareas tardarán más tiempo de lo normal para interpretar las instrucciones y entregar la información solicitada por el operador.

Pasos para cambiar la pasta térmica de mi ordenador fácil y rápido

Para poder cambiar la pasta térmica de un ordenador tendrás que seguir los siguientes pasos:

Desenchufa el ordenador

Lo primero que deberás hacer es desconectar de la corriente eléctrica y de cualquier otra fuente de alimentación el ordenador. Luego deberás buscar un destornillador y desarmar una parte de la tapa de la carcasa o caja de CPU.

Desconecta los cables

Si ves que no puedes tener un fácil acceso a la placa en la cual se encuentra el chip o procesador al cual le quieres cambiar la pasta térmica, será necesario que desconectes los cables y cualquier otro componente que te impida acceder de una forma fácil al hardware.

Extrae el disipador

Ya que el disipador se encuentra arriba del procesador, deberás desatornillar el primer componente para poder acceder a la tapa del chip. Para esto deberás ubicar los tornillos que sujetan al hardware enfriador y con mucho cuidado deberás extraerlo.

Remueve la pasta vieja

Una vez que tengas suelto el disipador, deberás mover la pasta vieja con mucho cuidado y extraerla. Verás que la pasta se ha convertido en un color gris oscuro o rojizo y también se ha vuelto dura. Debes hacer este paso en ambos dispositivos con mucho cuidado.

Puedes usar un poco de alcohol isopropílico con un paño limpio (o pañuelos de papel) y con movimientos suaves, sin derramar el líquido deberás desengrasar y limpiar ambas superficies.

Coloca la pasta térmica nueva

Ya estás en condiciones de colocar la pasta. Pero previo a esto deberás preparar la jeringa o cualquier otro dispositivo de aplicación que traiga de forma conjunta el líquido viscoso.  Tendrás que perforar la jeringa y seguir las instrucciones del fabricante.

Cuando ya tengas listo esta etapa, sólo te restará colocar la pasta nueva sobre el procesador. Debes tener cuidado en no derramar por ninguna zona, por lo que es recomendable colocar el líquido en el centro del chip para que cuando presiones el disipador la pasta térmica se distribuya uniformemente.

Haz lo mismo en la zona de contacto del disipador.

Monta de nuevo todo el hardware

Una vez que hayas colocado la pasta térmica, tendrás que seguir los pasos inversos a los que viniste haciendo. Es decir, colocas el disipador sobre el procesador y luego lo atornillas. Cuando tengas sujeto estos componentes, vas a tener que unir los cables, si es que desconectaste alguno, para terminar de montar la tapa del gabinete.

Consejos para alargar la vida útil de la pasta térmica de mis dispositivos

Como sabrás, los líquidos, el polvo y el calor son los principales enemigos con los que cuenta un ordenador. Por lo tanto, evitar el contacto de estos o disminuirlos lo más que se pueda será el consejo más importante que deberás considerar.

Pero para profundizar un poco más, y puedas cuidar a pasta térmica de una manera más eficiente, será necesario que limpies de forma periódica cada seis meses o un año tu ordenador por dentro. Esto lo podrás hacer con un pincel y sólo deberás destapar la caja de CPU y extraer todo el polvo que puedas.

En esos momentos te darás cuenta si tu equipo trabaja con demasiado calor. Si no sabes determinar esto, podrás descargar un programa que se medirá la temperatura interna del hardware que tienes instalado.

Puedes usar “Open Hardware Monitor” o “Speed Fan”, ambos te mostrarán la temperatura interna del ordenador como también podrás regular la velocidad de los coolers para que mejore la refrigeración.  Estos programas te servirán para que lleves un registro del comportamiento de la temperatura. Si ves que va aumentando de manera progresiva con el tiempo, significa que la pasta térmica no está trabajando de forma correcta, por lo que deberás reemplazarlo.

Además, deberás considerar que siempre es recomendable tener tu ordenador en lugares refrigerados. Esto aumentará de forma considerable la vida útil de la pasta, debido a que el procesador tomará temperaturas de 1 a 3 grados menos.

Por último, es necesario que estés atento al rendimiento del procesador. Esto lo podrás ver en tu trabajo cotidiano con el PC, ya que empezarás a notar que el mismo baja su rendimiento a medida que pasa el tiempo. Por lo que es necesario realizar una limpieza y corroborar el funcionamiento de la pasta térmica.

Descargar Open Hardware Monitor Windows

Descargar Speed Fan Windows

Lista de las mejores pastas térmicas que puedo comprar para mi desktop o portátil

Ya hemos hablado que una pasta térmica necesita tener como objetivo que su conductividad térmica sea lo mayor posible, como así también y su resistencia sea lo más baja posible. Estos dos elementos se miden en un metro de material por grado Kelvin (W/mK), para el primero y de cm2/W para la segunda opción.

No hemos nombrado que también la viscosidad y densidad, medidas en Poises (cP) y g/cm3 respectivamente también cuentan un factor importante. De esta manera se podrá saber si es más o menos densa y viscosa por lo que estarán compuestas por agua o metal líquido. Esto es necesario aclararlo, ya que en los párrafos siguientes encontrarás unidades de medidas que son poco habituales para aquellas personas que no están ambientadas a funciones electrónicas.

Luego de esto, y para no enrollarse más, te presentaremos las mejores pastas térmicas que puedes comprar en nuestro país:

Corsair TM30 – CPU/GPU

Este es líquido viscoso está basado en componente de óxido de zinc y cuenta con una conductividad de 3,8 W/mK. Es fácil de aplicar y está pensado para los chips que no cuentan con muchos rendimientos, es decir la temperatura no debe superar los 195° C. La vida útil que informa el vendedor es de 5 años, pero es recomendable cambiarlo dentro de los 2 primeros años de uso.

Noctua NT-H1

Cuenta con dos presentaciones una de 3,5 gramos y otra, una jeringa de 10 gramos. Sus componentes químicos de primera calidad otorgan a este hardware un reconocimiento entre los usuarios. Cuenta con una viscosidad de 2,49 g/cm³ con una vida útil mayor a 5 años. La conductividad de temperatura alcanza los 8 W/mK.

Su aplicación es sencilla. Cuenta con la característica que su remoción cuando quieras cambiarla es muy fácil, sólo debes usar un papel de cocina.

Thermal Grizzly Kryonaut

Es ideal para los chips que superan los 250° C y pueden alcanzar los 350° C. La conductividad térmica de esta pasta es de 12,5 W/mK y su densidad 3,7 g/cm³.

Se ofrece en el mercado con una jeringa de 1,5 ml. Se caracteriza por tener una vida útil superior a los 5 años y es ideal para aquellos hardware que están de forma permanente con un funcionamiento pleno.

Coolermaster Master Maker

La conductividad térmica es de 8 W/mK y una resistencia de 0,032°C/cm2, lo cual permite ser aplicada en cualquier procesador de alto rendimiento. Su compuesto químico permite que no sea conductor de la electricidad por lo que evitar cortos circuitos.

Con respecto a la densidad, podemos decir que su cP es ideal para evitar derrames en lugares indeseados.

SilentiumPC Pactum PT-2

La densidad de 2,67 g/cm3 permite trabajar en rangos de temperatura entre -40 a 240° C, lo cual hace que la conductividad térmica sea de 5 W/mK. De esta manera se logra que la disipación de calor sea eficiente, en especial para aquellos procesadores que son exigidos al máximo y sus temperaturas no pueden ser mayores a los 90° C.