Wi-Fi pasivo: ¿Qué es, cómo funciona y en qué supera al WiFi convencional?

Si nos ponemos a analizar que la conexión a Wi-Fi es una de las aplicaciones que más consumen nuestra batería de los dispositivos móviles, nos daremos cuenta que el gasto de energía eléctrica que necesitamos para cargar esas baterías es demasiado alto.

Imaginémonos el consumo eléctrico que necesitan todas las personas que están en España o en Europa y necesitan cargar diariamente sus móviles. Nos daremos cuenta la importancia de poder disminuir estos gastos, no sólo por la parte económica sino también por un tema de preservación del medio ambiente.

Afortunadamente nació hace poco tiempo la tecnología de “WiFi Pasivo” con la cual se puede reducir de manera drástica el consumo de energía. Te mostraremos en qué consiste este tipo de tecnología cuáles son sus ventajas y en qué tiempo puede estar funcionando al 100%.

¿Qué es el Wi-Fi pasivo y quién desarrolló esta tecnología inalámbrica?

El ingeniero indio Vamsi Talla es el jefe de investigadores de la Universidad de Washington, ubicada en la ciudad norteamericana de Seattle. Estos científicos vienen estudiando desde hace 4 años la manera de poder reducir considerablemente el consumo de energía que se produce cuando conectamos nuestros dispositivos a la red de WiFi.

Para ello creó la tecnología de WiFi Pasivo con la cual se puede reducir hasta diez mil veces el gasto de energía con respecto a las conexiones inalámbricas que existen hoy en día.

Este ingeniero fundó la empresa Jeeva Wireless que se dedica a la venta de esta tecnología para los diferentes proveedores de artículos que utilizamos cotidianamente, desde un teléfono móvil hasta una cafetera.

Tengamos en cuenta que la tendencia de “Internet de las cosas” (IoT, por sus siglas en inglés) es cada vez más grande y está más cerca que nunca. Recordemos que IoT es la tecnología de aplicar sensores de WiFi a la mayor cantidad de objetos posibles que existen en un hogar o en una empresa.

¿Cómo funciona el WiFi Pasivo? Diferencias con el convencional

El WiFi tradicional funciona con dos dispositivos que necesitan conectarse a través de 2 clases de onda, una digital (la que transmite los datos) y una analógica de radio (que es la encargada de transportar esos datos).

Uno de los dispositivos recibe la señal de Internet a través de un cableado, traduce la misma y la envía, gracias a una antena, por ondas de radio al segundo dispositivo, el cual decodifica la señal y la traduce.

También funciona de manera inversa cuando el segundo dispositivo envía señales de ondas de radio al router inalámbrico y este envíe información a Internet. Para que funcionen estos dos dispositivos se necesita que exista un transmisor y un chip de banda de base.

Para el WiFi pasivo, se pudo separar las ondas de radio, haciendo que solamente sea necesario que uno de los dispositivos envíe las señales a través de la colocación de sensores pasivos.

Es por eso que se necesita únicamente que uno de los dispositivos tenga un chip de banda base y una antena. De esta manera se reduce considerablemente el consumo de energía.

En otras palabras, se debe instalar un chip pasivo en un teléfono móvil, por ejemplo, y este se conectará con el router que tiene instalado un software especial para este caso. Todo lo demás funciona de la misma manera que el WiFi tradicional porque la transmisión de datos se realiza de manera digital.

¿Qué tan rápidas pueden ser este tipo de conexiones inalámbricas?

Se calcula que si nos conectamos a una red de WiFi pasivo podemos obtener una velocidad un poco mayor a 11 Mbps, la cual es bastante inferior a la de una red WiFi tradicional.

Si bien es cierto que es aproximadamente 10 veces más rápido que Bluetooth sigue siendo un punto a tener en cuenta para mejorar de esta tecnología.

¿Cuáles son las principales ventajas y desventajas de esta nueva conexión sin cables?

Como toda nueva tecnología presenta sus propios beneficios y también desventajas que deberán ser analizadas y perfeccionadas en el futuro. A continuación, te presentaremos lo que consideramos importante para nuestro criterio:

Ventajas

Mencionaremos como ventajas los siguientes puntos o aspectos:

• Eficiencia: es uno de los puntos fuertes que tiene esta nueva tecnología. Con ella podemos reducir considerablemente el consumo de energía.
• Cuidado del medio ambiente: al reducir el consumo de electricidad también estamos colaborando con nuestro medio ambiente no sólo para la producción de energía sino también para el reciclado de pilas y otros elementos que dejaríamos de utilizar.
• Funcionamiento simple: no se necesitan grandes cambios con la tecnología actual para que pueda funcionar el WiFi pasivo, simplemente se tienen que cambiar los software de los routers y los chips para que se puedan conectarse entre sí. Es decir, no necesitaremos de nuevas instalaciones que sean costosas o que ocupen mucho lugar, simplemente nos podremos manejarnos como lo venimos haciendo hasta ahora.

Desventajas

Si tenemos que hablar de desventajas nombraremos los siguientes aspectos, que si bien al ser una tecnología nueva se pueden perfeccionar sin ninguna duda.

Ellos son:

• La velocidad es un aspecto que debe mejorar, saquen ofrece ni la mitad de lo que ofrece de velocidad una tecnología tradicional de WiFi.
• No es aplicable a todos los lugares, si bien es cierto es una tecnología que no tiene más de 4 años todavía no es de fácil acceso a la misma, ya que se puede transmitir hasta 30 metros como máximo.
• Tiempo de aplicación, se necesitará de algún tiempo para poder lograr tener esta clase para todo el sistema “Internet de las cosas”.

¿Cuándo podremos tener dispositivos con soporte para este tipo de conexión a Internet vía WiFi?

Como te mencionamos anteriormente la empresa Jeeva Wireless, encargada de desarrollar esta tecnología y venderles a los diferentes fabricantes de productos para poder alcanzar IoT, informa que cada vez existen más interesados en aplicar esta tecnología, pero por las limitaciones que presenta actualmente su implementación no es tan rápida como esperaban.

Por lo tanto, considerando que el coste de producción es muy bajo, alrededor de un dólar, se estima que en los próximos 2 o 3 años podemos tener esta tecnología aplicada casi al 100% en todos nuestros hogares y lugares de trabajo.