¿Cuáles son las diferencias entre extensión y formato de un archivo?

Extensión y formato, formato y extensión; dos conceptos que a menudo utilizamos como sinónimos y también el uno en lugar del otro. No lo sabemos o no nos damos cuenta, pero lo cierto es que estos son diferentes y, lógicamente, hacen referencia a dos aspectos que, aunque se relacionan, no son iguales.

Las similitudes han hecho, sin duda, que bailemos entre ambos conceptos, los usemos cuando no corresponde y, lo mejor de todo, que nuestro interlocutor nos entienda debido a que el fenómeno está extendido a nivel mundial.

Si quieres saber de una vez por todas qué es cada uno de ellos, en qué se parecen y en qué se diferencian sigue leyendo con nosotros porque vamos a poner solución a esta duda que tantos usuarios tienen y mantienen.

¿Qué es un formato de archivo y para qué sirve?

El formato de archivo es el estándar, es decir, el conjunto de circunstancias, que va a definir qué forma tiene la información que se va a agrupar en un fichero de tipo informático.

Para que su lectura se posibilite es necesario que dicha información pueda convertirse en datos binarios. El conjunto de características que se consiguen tras darle forma a dicha información y el orden en que se clasifican los ficheros donde la información se guarda sería el formato. Es decir, el conjunto de particularidades que hacen que un archivo sea de un tipo y tenga unas características y no otras.

Por ejemplo, existen los archivos de vídeo. Sin embargo, no todos ellos tienen el mismo formato. ¿Por qué? Pues porque, a pesar de ser todos vídeos, es decir, contener audio e imagen en movimiento, esa información se ha trabajado y se reproduce de una manera en particular. Cada una de esas maneras será un formato. Conocerlos sirve para saber cómo va a ser el fichero que nos queramos descargar.

Los datos se manejan de manera diferente en cada formato, haciendo que se almacene la información consiguiendo dotarla de una serie de características. Es decir, cómo se codifica la información.

Por lo general, los softwares que crean ficheros en un formato en particular son capaces de leer y/o modificar otros parecidos. Por ejemplo, con una suite de ofimática podemos leer un documento de texto plano que hayamos generado en el sencillo bloc de notas. Puedes abrir un PDF en Photoshop. Puedes ejecutar algunos archivos para Linux en un Windows, etc.

¿Qué es una extensión de archivo y para qué sirve?

Una extensión de archivo son las últimas letras del nombre con el que el software que crea el archivo en cuestión lo denomina. Se trata de, como decimos, una "cola" que se le coloca de manera automática (lo veamos o no) a los archivos. Esta es alfanumérica, habiendo entre uno y cinco caracteres, precedidos de un punto.

Por ejemplo, cuando descargamos la imagen de un gato nosotros le ponemos de nombre "gatito". Sin embargo, cuando se guarda vemos que se llama "gatito.jpeg". Este ".jpeg" es la extensión, la "cola" añadida.

Esta sirve para que el sistema que lea el fichero sepa de qué tipo de archivo se trata y, con ello, cómo puede abrirlo y cuáles serán sus características.

Esta hace referencia a un formato y se llama igual que este en muchísimas ocasiones. Sin embargo, esto no tiene que ser siempre así. Es posible que la extensión de un archivo haga referencia a un contenedor, en el que se incluyen elementos con diferentes formatos.

Así, podemos decirte que, por mucho que tu cambies la extensión de un fichero, es decir, que borres el ".jpeg" y le pongas, por ejemplo ".gif", el formato va a ser el mismo. Lo único que puede ocurrir es que se cree un conflicto porque le estarás diciendo a tu equipo que ese archivo es de un tipo, lo intentará ejecutar y no podrá. Así, por mucho que intentes convertir una canción en un vídeo cambiando de ".mp3" a ".mp4", ese milagro no va a ocurrir.

Si deseas cambiar el formato de un archivo, pero no cambiándole la extensión. Tendrás que utilizar un programa (software) capaz de leerlo, interpretarlo, modificarlo y transformarlo, guardándolo con otro formato y, por ende, cambiando sus características.

Ejemplo claro: Has trabajado con Photoshop y has guardado de manera predeterminada el archivo como un .psd. Obviamente, cuando lo quieras abrir en Paint no vas a poder.

Tendrás que hacer es volver a abrirlo con Photoshop, hacer las modificaciones correspondientes (por ejemplo, unir todas las capas del archivo), "Guardar como..." y, ahora sí, escoger el formato con las características que deseas para ese fichero (jpeg, tiff, etc).

Diferencias entre formato y extensión de archivo; ¿Son lo mismo?

De las anteriores definiciones y ejemplos podemos ver que no, extensión y formato de archivo no son lo mismo. El formato es la forma que se le ha dado a una información. Esto es, un estándar con ciertas características que hacen que un fichero sea de uno u otro tipo, se reproduzca bajo ciertas circunstancias, en softwares determinados, etc.

La extensión es el nombre que se le da al archivo para que sepamos de qué formato o contenedor se trata; nos permite distinguir el contenido.

En ocasiones el nombre del archivo, la extensión, será igual al formato, pero en otras no. Así, no podemos decir que ambos conceptos sean sinónimos porque, aunque la diferencia resulte difícil de apreciar, sobre todo si no se poseen conocimientos sobre la creación de archivos, es cierto que son dos cosas totalmente diferentes, aunque se relacionen.

Puede que digas "pero yo, leyendo la extensión, sé qué características tiene un fichero". En efecto, lo sabes pero no porque estas correspondan a la extensión en sí sino porque esta hace referencia a las características de un formato. Y es que ese es el truco, "hace referencia" no "es".

Dándole otra vuelta, podemos decir que el formato es lo que el fichero es y la extensión es la que nos lo dice.