Privacidad diferencial ¿Qué es, cómo funciona y cuáles son sus beneficios?

En teoría, la privacidad diferencial ayuda a proteger la identidad de las personas y se enfoca solo en los intereses de las mismas. Al mismo tiempo, ayuda a comprender la realidad de lo que está sucediendo y asegura que los individuos satisfagan sus necesidades a través de las búsquedas.

Esta es una herramienta sólida que se maneja bajo ciertos estándares y facilita la investigación sin entrar en bases de datos que crean un “sistema o marco de trabajo” que resguarda información. Del mismo modo, facilita las relaciones dentro de las plataformas sin vulnerar tu privacidad.

¿Es bueno o malo? Eso lo averiguaremos a lo largo de este curso. Conocer de manera detallada cómo la privacidad diferencial se ha convertido en parte de nuestras vidas, su funcionamiento y los beneficios te ayudará a comprender el nivel de privacidad en Internet.

¿Qué es la privacidad diferencial?

El concepto más comprensible sería el siguiente, la privacidad diferencial es una formulación matemática que ayuda a cuantificar la información que sale por parte del usuario. Sin alterar la privacidad, se recopilan un conjunto de ideas que permiten ampliar las bases de datos y ser parte de un estudio sin necesidad de saber más del mismo. Por ejemplo, a través de la privacidad diferencial se comprueba cuántas veces visitas un sitio y en promedio según ciertos datos que usuarios podrían visitar está página.

La privacidad diferencial no toma datos personales, sino que puede tomar como referencia tu código postal, la ciudad donde vives, gustos por ciertos productos, todo esto sin necesidad de revelar datos personales del usuario. Pero, estos datos los aporta el mismo sujeto y este ayuda a través de un sistema estadístico a mantener su privacidad. Es importante destacar que la privacidad diferencial no es un algoritmo de búsqueda. Se trata más bien de un estudio estadístico donde cogen muchas muestras para obtener una gran variedad de información.

¿Cómo funciona la privacidad diferencial?

La privacidad diferencial fue creada pensando en proteger los datos de los individuos y se maneja bajo un sistema de “ruido”, es decir, mientras más usuarios con las mismas hagan la consulta se van generando una distribución partiendo de una recopilación de datos originales.

Supón que se quiere medir la cantidad de dinero que tiene un grupo de personas para ir a comer a un restaurante. Siendo una pregunta muy personal no se hace de impacto, sino que se formula una pregunta para generar el ruido, así que se añade un valor aleatorio. La pregunta sería en qué rango se encuentra +100 €, -30 €, entre 50 y 100 €, esto se hace sin conocer si es hombre o mujer o la dirección.

En otras palabras, a través de un número aleatorio, añades, ruido y a medida que más personas respondan o crezca el tamaño de la muestra, es probable llegar a la realidad del promedio esperado. La privacidad diferencial funciona midiendo o calculando la cantidad de veces que un usuario entra a un grupo de datos, por medio del “ruido” se calibra la información para después ordenarla. Esto mide cualquier cosa imaginable, incluso hasta la hora que los usuarios prefieren estar en un sitio o que servicio usan más.

Usos y aplicaciones de la privacidad diferencial

La privacidad diferencial surgió con fines de investigación y dentro del contexto de la publicación, hasta los momentos en muchos campos existe una dualidad de opiniones que de cierta manera no deja que muchas empresas lo utilicen de forma abierta.

Sin embargo, se aplica en:

Empresas comerciales

Los usuarios tienden cada vez a aportar menos información personal por miedo a ser estafados o que roben su identidad. Por ello, la privacidad diferencial calma un poco los miedos de los consumidores y dan pie a que se ejecute un buen estudio de mercado con base real sin afectar de manera directa a los individuos.

Esto a su vez ayuda a:

• Mantener la confianza de los clientes y recopilar datos para mejorar los enfoques
• Compartir datos con otras organizaciones sin repercusiones legales
• Facilitan las operaciones
• Conocen más las preferencias de los clientes

Google y Apple

Las dos empresas que tienen privacidad diferencial para distintos fines son Google y Apple. Utilizando Maps permiten llegar a muchas más personas, por medio de gráficas es posible saber qué tipo de personas suelen van a un restaurante, cuál es la ruta que prefieren las personas para ir al trabajo o cualquier otro servicio donde el usuario aparece dentro de los histogramas.

La privacidad diferencial ha permitido que estas organizaciones entiendan los patrones globales y poblacionales sin tener un contacto directo con los usuarios. De hecho, estos ni siquiera se enteran de que son parte de este análisis estadístico, por esta y muchas razones que muchas veces se piensa que la privacidad de datos no existe.

Desarrolladores de software

Aunque esto apenas está comenzando, se cree que la privacidad diferencial puede ser una herramienta de mucha utilidad para los desarrolladores de software. Lo que ocurre es que se corre el riesgo de perder la privacidad y se está estudiando un enfoque que permita garantizar que esto no ocurra. Del mismo modo, se puede saber las necesidades y crear programas con base en esas estimaciones. Esto facilita la programación y ayuda a mejorar las interfaces, entradas y la operatividad de los mismos.

Sector salud

La privacidad diferencial no interfiere directamente en la medicina, pero puede ayudar, por ejemplo, a un investigador de la salud o funcionario del estado a realizar un estudio acerca de los pacientes hospitalizados.

Así como también, comparar la razón por la cual ingresan a los centros de salud, qué servicios utilizan más que otros y así poder cubrir la demanda. De hecho, estas estadísticas dan pie a abrir nuevas áreas, sumar más servicios, dotar mejor las habitaciones y un sin fin de cosas que los mismos usuarios van aportando.

¿Por qué las empresas necesitan la privacidad diferencial?

En la actualidad, es un hecho que la principal razón que tienen las empresas para implementar la privacidad diferencial, es poder vendernos la mayor cantidad de productos que puedan o que te afilies a decenas de servicios. Para nadie es un secreto que esta recopilación de datos por más “privada” que sea, forma parte de las estrategias de marketing. Igual que lo hacen los algoritmos de búsqueda de las redes sociales, siempre todo te lleva a la compra de un servicio o de un producto.

¿Has notado que piensas algo y aparece en Google, Facebook o Instagram? Esto no es magia, es simplemente que alguna oportunidad mostraste interés por un objeto en particular o te quedaste viendo una imagen por unos segundos de más. Cuando te fijas, ya se te abren decenas de páginas web para comprar eso que quieres. Lo mismo ocurre con la privacidad diferencial, claro no de manera tan abrupta, pero al final terminas siendo parte de las estadísticas.

El hecho de que empresas como Google usen lo que para ellos es una “herramienta de medición”, no significa que tus datos sean 100% confidenciales. Al contrario, si es cierto, tu información personal (nombre, dirección, teléfonos) no se utilizan, pero ahí se encuentran. Solo que no es usada de manera directa, pero estos sistemas de medición guardan tu información, así que no creas que todo en Internet es confidencial.

¿Se puede tener una privacidad total en la actualidad?

¡Definitivamente, no! La privacidad no es una alternativa en la era digital y esto es una realidad desde hace décadas. La necesidad de estar interconectado, el comercio digital, ver películas, tiendas online y demás transacciones de los consumidores.

El comportamiento online influye según el tipo de contenidos que se visualiza y cada publicidad que llega a ti, es personalizada. En consecuencia, de alguna manera es una invasión a la privacidad y si a esto se le suma el hecho de que no todos los usuarios saben proteger la privacidad online, la situación se intensifica.

El mundo en línea es un lugar seguro, pero si no tomas ciertas medidas de precaución tu vida será un libro abierto. Puedes pensar en este momento ¿Yo no doy mis datos personales a ninguna web? Pero, ¿eso es una verdad absoluta? Si navegas en la web, te has suscrito a una red social, suscribiste un plan de telefonía inteligente o simplemente has comprado en línea, has dado información personal.

El intercambio de información ocurre desde el primer momento que entras a Internet y hasta con dar un simple “me gusta” comienza activarse el algoritmo y forma parte de los estudios de la privacidad diferencial. Así que no pretendas ahora vivir en el anonimato, cuando llevas tiempo perdiendo la privacidad. Manejar un concepto de privacidad online es complejo y hasta ahora es casi imposible desaparecer por completo de la red.