La filosofía detrás de Linux ¿Cuáles son los principios más importantes detrás de GNU/Linux?

A diferencia de muchas compañías de software que tienen un gran impacto en el mundo de la informática, Linux fue creado con un objetivo más pragmático y, de algún modo, más altruista.

Todos sabemos que Linux trabaja con software libre. Esto ha sido así desde sus inicios, y el motivo es que su meta es acercar la tecnología a tantas personas como sea posible, además de fomentar el trabajo de desarrolladores independientes.

Para este propósito, Linux ofrece a sus usuarios total libertad sobre los programas distribuidos, para que ellos expandan su ecosistema por su propia mano. En este, la fundación Linux tiene políticas y filosofías muy particulares, y de esto te hablaremos en los siguientes párrafos.

¿Qué es el software libre y cuál es la filosofía detrás del proyecto GNU?

Para entender lo que es software libre, hay que establecer la diferencia entre libre y gratuito. Un software gratuito es el que se obtiene por un medio en el cual no realizas ningún pago, sin embargo, no todos los software gratuitos son libres. Un software libre, en cambio, no siempre es gratuito, pero ofrece al usuario la posibilidad de modificarlo, mejorarlo, distribuirlo, analizarlo, e incluso venderlo. En resumen, lo que define el software libre, no es el precio, sino la libertad que provee.

La filosofía del proyecto GNU, mediante la aplicación del software libre, se resume en otorgarle a los usuarios todas las libertades sobre sus programas, de modo que pueda ser mejorado y que su utilidad sea expandida gracias a los usuarios y, una vez hecho esto, tengan total libertad de disponer del programa como deseen.

¿Cuál es la importancia del software libre y por qué todos los programas deberían ser libres?

El software libre ha adquirido una gran importancia en las últimas décadas debido a las posibilidades que ofrece, y es que no solo se trata de poder modificar un programa, sino de que otorga al usuario completa libertad para hacer que dicho programa haga lo que se le ordene. En contraposición a esto, aplicaciones como Uber, que es gratuito, o Microsoft Office, que exige un pago para poder ser instalado, tienen ambas una cosa en común a pesar de sus diferencias: tienen funciones diseñadas para quitarle la libertad al usuario.

Las aplicaciones privativas, como se les llama, no son reproducibles ni modificables, por lo que el usuario solo puede limitarse a realizar las acciones que el programa le permite, sin la posibilidad de modificarlo, estudiarlo o darle un propósito diferente al pensado por el programador. El software privativo tiene una serie de reglas muy restrictivas que son claramente explicadas a la hora de utilizarlo: prohibido editar, prohibido distribuir, prohibido reprogramar, para lo cual bloquean a los usuarios el acceso al código fuente.

El uso generalizado del software libre, sin embargo, permite a los usuarios la posibilidad de tener un control completo sobre sus entornos virtuales, además fomentar la colaboración con la comunidad informática mediante la edición y distribución de sus versiones del software, o bien de copias exactas sin editar.

El software privativo ¿Cuáles son las principales injusticias de este tipo de programas y porqué deberían liberarse?

Software privativo no es sino otro nombre con el que se conoce al software no libre, es decir, a los softwares completamente restringidos, creados y diseñados por un desarrollador para que ejecute acciones convenientes para sí mismo y para los usuarios. Una de las mayores desventajas de los softwares privativos, es que pueden derivar en un malware, es decir, ejercer funcionalidades que perjudiquen a los usuarios en algún nivel.

Hay cientos de ejemplos de programas privativos muy populares y difundidos presentando comportamientos perjudiciales para el usuario. Por ejemplo, vulnerabilidades descubiertas en Microsoft que permiten acceso remoto al sistema operativo. Se han dado casos muy serios acerca de brechas de seguridad ocasionadas por programas como Google.

Dicha empresa en ocasiones realiza instalaciones automáticas en móviles o aplicaciones gratuitas que sufren una “modificación de políticas” para comenzar a exigir un pago por su uso bloqueando funciones básicas. Los casos de vulneraciones provocadas por software privativos se cuentan por cientos, y la manera de defenderse contra esto, es optando por el software libre en la medida de lo posible, ya que esta es la forma en la que los usuarios tienen más control.

El copyleft ¿Qué es este proceso para convertir lo privativo en libre y cuál es el procedimiento?

Copyleft puede definirse como un permiso otorgado por los desarrolladores de un programa para que este sea distribuido, modificado y mejorado. Hay que resaltar que, si bien el copyleft otorga muchas libertades, está íntimamente relacionado con el copyright. Esta relación se ve cuando nos damos cuenta de que el producto original cuenta con cláusulas de distribución que, si bien no afectan en nada la libertad que el usuario tiene sobre el programa, establece que cualquier derivado de este debe distribuirse como software libre.

En muchos casos, cuando se adquiere un programa con copyleft, el usuario busca mejorarlo para ser redistribuido como un programa privativo. Ahí es cuando entra en acción la Licencia Pública General (GPL por sus siglas en inglés) que da al usuario la opción de distribuirlo como software libre o tener ganancias.

Desde cierto punto de vista, el copyleft está íntimamente relacionado con el idealismo pragmático, puesto que, si bien un desarrollador puede ganar más notoriedad optando por privatizar su software, está más enfocado en proveer un aporte a la comunidad mediante un software libre que pueda ser útil a más personas a futuro.

Estas son las medidas que los gobiernos deben adoptar para promover el software libre en todo el mundo

La promoción del uso de software libre es una de las mejores maneras de asegurar la libertad informática de una comunidad.

Por lo que hay muchas medidas que el estado puede tomar para difundir y motivar el uso del software libre:

Enseñar únicamente el software libre

Las instituciones educativas estatales, en todos los niveles, deben instruir a los estudiantes en el uso de software libre, dictando los apropiados cursos de programación y desarrollo. Bajo ningún concepto deben iniciar a los estudiantes al uso de software privativo. Además de esto, debe enseñarse la filosofía y el razonamiento detrás de la postura contra el software privativo, para que los estudiantes entiendan los motivos cívicos por los cuales se promueve el uso de software libre.

No exigir nunca el uso de programas que no son libres

Las leyes públicas en el área de la informática y el desarrollo tecnológico tienen políticas muy ambiguas en referencia al uso de software privativo, puesto que muchas ramas del sector público llevan sus actividades digitales por medio de alguna aplicación privativa. Por este motivo, es necesaria una modificación en las leyes de manera que, a ninguna empresa, pública o privada, se le ejerza presión para utilizar un software privativo, así como disuadir las prácticas de registro, comunicación o publicación que involucren su uso.

Distribuir únicamente software libre

El estado debe empezar a fomentar el uso de software libre tanto en el ámbito educativo como en el laboral, por lo que es necesario implementar la distribución de distros de manera masiva. Esta distribución debe realizarse por medio de las páginas web del estado, debe asegurarse de que los programas ofrecidos funcionen como software libre y se ejecuten en una plataforma exclusiva para softwares de código abierto.

Formatos y protocolos libres

El estado debe distribuir su propaganda multimedia en formatos y protocolos soportados correctamente por el software libre. Por ejemplo, se debe evitar la distribución de videos que requiera la herramienta Flash para su reproducción. El gobierno debe incentivar el uso de formatos de comunicación que cumplan con las especificaciones requeridas por el software libre, y promover su uso para la elaboración de informes y obras que respeten la libertad.

Separar las computadoras de las licencias

La aplicación de una cuota estandarizada cada vez que se adquiere un ordenador está completamente normalizada, pues este cargo representa el pago por la licencia del software privativo que se incluye en el ordenador. Este pago representa otra ventaja injusta para los desarrolladores de software privativos, que lucran con la pérdida de libertad del usuario que adquiere su software.

Es por esto que los vendedores deberían, legalmente, ofrecer la opción de adquirir el ordenador sin el software privativo incluido, lo que le ahorraría al cliente el pago de la licencia.

Pasar al software libre

Todas las entidades públicas y pertenecientes al estado deben migrar sus operaciones a software libre, y eliminar completamente de sus procesos el software privativo, con solo pocas excepciones y de manera temporal. En este aspecto, será necesario designar a una agencia que cumpla con el propósito de autorizar las excepciones de uso de software privativo. Será el objetivo de esta agencia, además, supervisar la evolución del software libre hasta que el número de excepciones llegue a cero.

Desarrollar soluciones informáticas libres

Los contratos de desarrollo de software respaldados por el estado deben contener una cláusula que asegure que, una vez terminada la nueva solución informática, ésta sea publicada como software libre. Todos los contratos de trabajo deben mantener esta cláusula, dejando el claro al desarrollador que, de no acceder a publicar la solución como software libre, no le será realizado el pago por el trabajo.

Seleccionar equipos aptos para el software libre

A la hora de seleccionar ordenadores o equipos de computación, ya sea para uso educativo o laboral, la institución estatal encargada deberá seleccionar, entre las opciones disponibles, los equipos que estén mejor capacitados para funcionar con la ausencia de software privativos. Además, al seleccionar estos modelos, el Estado deberá priorizar los modelos que estén disponibles para el público en general, y promocionar su uso, de manera que los equipos puedan llegar a tantas personas como sea posible.

Fomentar lo que es libre

El estado deberá tomar un papel más activo a la hora de incentivar a los desarrolladores a crear, mejorar y difundir el software libre, al mismo tiempo que estimula su uso en las empresas tanto estatales como privadas. El uso de software libre en empresas y emprendimientos será recompensado con deducciones en pagos de impuestos, u otros incentivos fiscales, y económicos.

No fomentar lo que no es libre

El uso del software privativo será contraindicado, de manera que las instituciones educativas no utilizarán ninguno como método didáctico bajo ningún concepto. Los desarrolladores de software privativos no podrán realizar donaciones de su software, ni cobrar por el valor nominal de la licencia del mismo. En resumen, la idea es fomentar el uso del software libre de manera que reemplace paulatinamente al software privativo en todos los aspectos de la vida diaria de las personas, en los que este tiene dominio.