El Mustang Mach-E y otros coches eléctricos dejan de ser rentables; el encarecimiento de las baterías acribilla a una industria sobrevalorada

Un reporte de prensa publicado por Bloomberg deja ver que las ganancias que obtiene Ford por las ventas del Mustang eléctrico han bajado considerablemente, esto debido al incremento en los precios de los productos básicos necesarios. En una convención reciente, John Lawler, CEO de la compañía, afirmó que los resultados que esperan en los próximos lanzamientos no son positivos.

El día de su salida, el Mustang Mach-E logró cautivar el mercado de coches eléctricos al tener un menor precio que el de otros similares producidos por la competencia. Ahora la realidad ha cambiado y según diversos medios, tiene un costo de 24.370 euros superior al de un modelo de la misma marca que trabaja con combustión. Este problema no es exclusivo de Ford, ya que todas las compañías están siendo afectadas por el incremento de precios en la materia prima necesaria para el desarrollo de esta tecnología.

El encarecimiento de las materias primas hace que el Ford Mustang eléctrico deje de ser rentable

El aumento de precios de los coches eléctricos se debe en buena parte al alza en los costos de la materia prima que se necesita para la fabricación de las baterías, que al final de cuentas es uno de los componentes más caros de este tipo de vehículos.

Según la consultora AlixPartners LLP, desde hace unos tres años los costos del litio, níquel y cobalto han aumentado un 144%, lo que se traduce en la reducción del margen de beneficios de las compañías, pero también ensancha la diferencia de precio con los vehículos de combustión, a quienes igualmente les ha afectado la inflación.

Los proveedores de Ford notificaron a la empresa que mientras se mantenga el encarecimiento de la materia prima, igual ocurrirá con el costo de los coches eléctricos y se espera que en el corto plazo, una batería tenga un precio 40% superior al que tiene en los actuales momentos.

A pesar de este escenario, en Ford no han percibido una baja en la demanda de sus coches, así que la línea de producción no se ha parado, sino que trabajan para entregar lo más pronto posible los pedidos que están en lista. Los pronósticos sostienen que para el 2028 el 33% de los coches que se comprarán en el mundo serán eléctricos mientras que para el 2035 alcanzará el 54%.

El super mal presentimiento de Musk era real; es el inicio de una enorme crisis para los coches eléctricos

A principios del mes de junio, el multimillonario Elon Musk declaró que tenía un “súper mal presentimiento” sobre la economía y pronosticó que está en camino una recesión, situación que afectará directamente a la industria automotriz. Por ello decidió avisar a sus directivos de una posible reducción del 10% del personal de Tesla.

Las principales firmas de investigación de rendimiento automotriz en Europa y Estados Unidos dejan a los coches eléctricos muy mal parados, al considerarlos los de de menor calidad en el mercado

Las declaraciones van de la mano con la baja adquisición de unidades eléctricas en los Estados Unidos, que ha tenido un descenso del 11%, principalmente debido a las limitaciones en la cadena de suministro. En el caso de Tesla, el mal momento también los afecta, después de disminuir su ritmo por el confinamiento y las restricciones en China.

Otros datos que hablan de la crisis que podría estar a las puertas, es que durante abril las ventas de coches enchufables descendieron un 1,4% en Europa comparados con el mismo mes hace un año, pasando de 156.371 a 154.219. Pero si se mira al resto de los mercados la situación tampoco es positiva. Por ejemplo en China, las ventajas bajaron hasta en 48%, esto según las estadísticas que proporciona JATO Dynamics.

Pero la recesión no solamente afectará a los productores de coches eléctricos, sino a toda la industria en general, por lo que las grandes empresas han decidido emprender un control estricto en los gastos y en las inversiones que se destinan para nuevos contratos. De ocurrir una desaceleración económica, sería un gran impacto, ya que hay miles de puestos en las ensambladoras y distribuidoras de vehículos eléctricos.

Ante tal panorama, los ejecutivos no terminan de trabajar a una sola voz. Al tiempo que Musk soltó sin pensarlo mucho su preocupación, otros son más cautos y esperan que se desarrollen los acontecimientos, aunque dicen que no caerán en el exceso de confianza. Sin embargo, mientras haya listas de espera, eso da una garantía a los empresarios de que el colapso no será inmediato.

No solo son los precios caros, sino también su rendimiento ¿Por qué los coches eléctricos tienen mala calidad?

En un informe presentado por la Agencia Mundial de Energía, el precio promedio de los coches eléctricos es hasta 50% superior a los tradicionales, tomando como referencia las 6,6 millones de unidades que se vendieron en el mundo durante el año 2021.

Tesla aumentó 5% los precios de algunos modelos, pasando el más popular a costar 64.000€ mientras que el más económico se situó en 45.900€, 10.000€ más que a comienzo de año. Por otro lado, GM escaló 6.088€ su camioneta eléctrica, cuyo precio supera los 100.000€. Finalmente, Rivian ha aumentado en un rango de 18 a 21%, si bien esperan producir unos económicos con características especiales.

Pero además, la tendencia es aumentar el tamaño en los próximos modelos. Esto se traducirá en un mayor peso, que se ve influido en un 25% por las baterías que utilizan los coches, que pueden llegar a pesar entre 250 y 300 kilogramos. Sin embargo, aunque la cantidad de energía se esté agotando, su carga no disminuye, se mantiene intacta.

Las previsiones indicaban que el 54% de los coches que se comprarían en 2035 serían eléctricos, pero con la llegada de esta crisis probablemente la industria tenga un importante retroceso.

Un vehículo muy pesado tiene varias cosas en contra. Por ejemplo, se limita el aprovechamiento de la energía, es menos seguro tanto para los pasajeros como para terceros en caso de sufrir una colisión, disminuye la potencia y también afecta la dinámica de funcionamiento. Pero además, se necesita una mayor cantidad de materia prima y de recursos para su fabricación.

Estas características han pasado factura en los modelos de Tesla, los cuales han registrado 273 accidentes en carretera durante el periodo comprendido del 20 de julio de 2021 a mayo del 2022. En la mayoría de los casos, los conductores tenían activado el piloto automático cuando se registró la colisión.

De ese número de eventos, 5 de ellos resultaron en la pérdida de la vida de algún ocupante del coche mientras que 98 sufrieron lesiones considerables. Otras empresas que se han visto involucradas son Honda y Subaru, pero muy lejos del fabricante americano.

Finalmente, la valoración que han realizado diversos estudios europeos y americanos dan en bajo nivel a los carros eléctricos, especialmente los fabricados por Tesla, quienes obtuvieron 60 puntos de 100 posibles, muy de cerca quedaron los de las marcas Alfa Romeo y Land Rover. Entre otros aspectos evaluados, se tomó en cuenta la fiabilidad, capacidad, diseño, precio e impacto ambiental.

Estos factores han sido fundamentales para que tanto la reputación como la confianza de las personas hacia los coches eléctricos haya disminuido considerablemente, y el cuento de que son “lo mejor para el medioambiente” ya no lo compran tan fácil como antes. Por lo que habrá que ver cómo evoluciona el futuro de este sector en los próximos años porque no tiene buena pinta.