¡Donde más les duele! La temporada de sequía podría hacer estragos en los centros de datos de Microsoft, Meta y Google

Varios especialistas dicen que la sequía que se observa en Europa y algunas zonas de Estados Unidos es la más fuerte de los últimos cinco siglos, impulsada por la falta de lluvia y las temperaturas extremas. Esto podría llevar a que los recursos hídricos terminen colapsando y se regule con fuerza su uso.

Uno de los grandes afectados con esta situación son los centros de datos, que aparte de la energía requerida para mantenerlos activos, utilizan agua para enfriarlos y evitar que los altos niveles de calor dañen los servidores. Si bien este no es un problema nuevo, ante la crisis inminente las empresas tecnológicas deben tomar medidas urgentes o modificar sus patrones de consumo.

Microsoft, Meta y Google podrían tener que cerrar centros de datos por la temporada de sequía

De acuerdo con las estadísticas presentadas en un informe de CNBC, en Estados Unidos hay 1.800 centros de datos y se proyecta que el número aumentará debido a los ingresos económicos que proporcionan. Se estima que cada día tienen un consumo de agua equivalente al necesario para abastecer 100.000 hogares. Si la sequía mantiene sus niveles, llegará el momento que habrá que tomar una decisión.

Drought conditions are worsening in the U.S., and that is having an outsized impact on the real estate that houses the internet. https://t.co/LYY4DC8aiA

— CNBC (@CNBC) November 16, 2022_____

El representante de la operadora de datos CyrusOne, Kyle Myers, dijo que es un alto riesgo que las operaciones dependan del agua, ya que cada una de las sedes está configurada para operar 20 años. Ellos cambiaron el diseño para no depender tanto de los recursos hídricos, pero todos no lo han hecho. Es decir, en el momento que las autoridades les den un ultimátum, tendrán que tomar medidas de emergencia.

Otra empresa que ha reducido un poco el consumo es Meta, que lo disminuyó en 13%. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado que las cuotas vuelven a subir, en especial en las zonas donde la sequía es dura. Por ello trabajan en un programa que les permita reciclar y reutilizar el agua que emplean en sus operaciones, para ver si de esta forma aplacan la situación.

Según John Hernon, gerente de desarrollo estratégico de Thames Water, los centros de datos no deberían utilizar agua potable para refrigerar sus equipos. Podrían valerse de las fuentes no tratadas o las que provienen de otros medios. Las declaraciones las hizo después de evaluar el impacto que se observa en la ciudad de Slough, una localidad del Reino Unido en la que están la mayoría de los servidores de Europa.

Otras cifras escandalosas se proporcionaron en Holanda. Allí, un centro de datos de Microsoft consumió 84 millones de litros de agua en un año, cuatro veces más que la cantidad que aparecía en sus planes operativos. Una de las opciones que se estudió fue utilizar sistemas de aire acondicionados potentes, pero surgió la polémica en torno a la generación eléctrica y el consumo que se haría.

A nivel de Estados Unidos, el presidente de Microsoft Brad Smith declaró que trabajan en un programa piloto que les permita reciclar todo el líquido que utilizan en el enfriado de los centros de datos. Y también almacenan la que cae en los techos durante la temporada de lluvia. De esa forma evitan utilizar el agua potable, que es más beneficiosa para las comunidades en las que se encuentran estos galpones.

¿Qué impacto veremos los usuarios si los centros de datos de Google, Meta y Microsoft colapsan?

En todo el mundo hay unos 8.000 centros de datos y en conjunto representan el consumo del 1% de la energía global. Aunque los usuarios de internet han incrementado al igual que el tráfico, los gastos eléctricos están estables. Ahora bien, ¿qué ocurriría si existe un colapso debido a la sequía?

Si eso llega a pasar hay dos escenarios posibles. Por un lado las conexiones estarán un poco lentas y las empresas bajarán temporalmente su capacidad de procesar información. La otra cara de la moneda es que quizá no se perciba con tanta intensidad, debido a que las zonas más afectadas son Europa y los Estados Unidos, pero hay servidores en muchos países del mundo, aparte que seguro las empresas ya tienen un plan de contingencia.

Un informe presentado en septiembre, indica que la mayoría de las instalaciones funcionan por debajo de la capacidad diseñada, lo que permite un margen de maniobra por si las circunstancias empeoran. Por eso ahora trabajan con comodidad y no deberían existir problemas si se les exige trabajar con una temperatura más extrema para satisfacer la demanda requerida.

Para entender un poco el cuadro completo, basta con dar una mirada a lo ocurrido en Londres. Cuando se presentaron algunas interrupciones en los servidores de Google, lo que hicieron los ingenieros fue desconectar las cosas menos necesarias y así mantener el servicio a la escala normal, de forma que el común de los usuarios ni siquiera notó el impacto de la medida de emergencia.

Los expertos utilizan una fórmula llamada N20, en la que se estudian las temperaturas más extremas que se han registrado a lo largo de la historia en la zona que alberga los servidores. De allí programan toda la red de ordenadores para que trabajen a niveles normales, pero que a la vez resistan si ocurre un cambio imprevisto. Esto les permite gestionar todos los servicios de forma eficiente y sin preocupaciones.

Sin embargo, el tema de la sequía debe profundizarse y estudiar estrategias que permitan utilizar otros métodos en caso de presentarse emergencias más complicadas. Deben buscar la forma de alimentarlos y de refrigerarlos, de manera que se les proteja de potenciales interrupciones por cualquier motivo en el futuro.