¿La 5º generación no sirve para nada? Informe de JD Power confirma que seguimos teniendo problemas de red móvil aún con 5G

Un reciente estudio cuyos resultados ya se han hecho públicos nos indica que siguen existiendo problemas con las redes, especialmente con la red 5G. El estudio de JD Power indica que, a pesar de estar el 5G cada vez más implantado, los problemas siguen aumentando. Esto es lo que ocurre en Estados Unidos.

El motivo base de esto es que, aunque se ha llevado a cabo un gran adelanto, la velocidad del streaming tanto de contenidos audiovisuales como de emisión de contenidos propios, como en Twitch, es tal que no se da a basto. Consumimos de una manera ingente y feroz y los anchos de banda no dan para más, por mucho que lo intentemos.

Informe de JD Power confirma que seguimos teniendo problemas de red aún con 5G

JD Power pone en su boca siempre ideas obtenidas a partir de un estudio realizado en Estados Unidos. Allí, según los testimonios de las personas participantes, el desempeño de la red móvil insuficiente, dándose problemas de red de índole diversa. Los puntos que más se acusan son el no poder hacer cargas totales de contenido y, en general, un lento desempeño.

El 5G mejora el número de problemas y la gravedad de estos pero no nos sirve en la era del streaming

Considerando el estudio por áreas, se llega a la conclusión de que los problemas son menores en las zonas donde está habilitado y en uso el 5G. Así mismo, la implantación de dicha red móvil supuso, un año después, que el número de problema fuese menor, es decir, el estudio fue más favorable.

¿A qué se deben los problemas de red móvil en la actualidad?

En cualquier caso, y aunque lo anterior es positivo (y lógico), los problemas más influyentes son de transmisión de audio y vídeo, seguidos de cargas muy lentas y la incapacidad, en ocasiones, para hacer llamadas. En esencia, JD Power habla de que la calidad de la red ha disminuido porque se le da un uso mayor para el que ha sido diseñada. Todo esto, recordemos, en Estados Unidos, aunque no van muy desencaminados.

Todo lo indicado anteriormente lo vemos en, apostaría a decir, cualquier país con red 5G. Es en particular el streaming de contenidos el que se está llevando más datos de los esperados y soportables.

El 5G ha hecho un muy buen trabajo, por ejemplo, en España, desde donde yo escribo y puedo hablar, respecto a la conexión que había antes (aunque hemos tenido que hacer cierta modificación en nuestros televisores). Aun así, desde que se empezó a desarrollar un plan de implantación hasta que este ha tenido éxito, el consumo digital ha aumentado muchísimo más de lo que se conocía o se intuía siquiera por lo que se ha creado una red de redes que, se ha implantado ya “obsoleta”.

Nuestra red 5G estaba ya casi obsoleta cuando terminó de instalarse y comenzó a hacerse uso de ella

La seguridad tampoco es una buena baza del 5G, seamos sinceros. Esta ha disminuido tanto por la descentralización como por la necesidad de realizar una supervisión en tiempo real. Y aunque este no es un problema grave en sí ni tampoco de diario, sí influye en muchos aspectos como el hecho de que los proveedores capen el ancho de banda para no arriesgarse. Con ello, los usuarios consumimos como si tuviésemos 5G (o más) pero esto no resulta del todo real.

Muchos ataques son más sencillos de llevar a cabo. Ejemplos de ello son los botnets, que se adueñan de toda una red para atacar en masa, o los ataques de intermediarios, que modifican la comunicación entre las partes. Por otro lado, el uso de proxys, VPNs y otros intermediarios hace que, sí o sí, haya un mayor consumo de recursos. Y si ya íbamos justitos, recurrir a ellos a veces causa más mal que bien.

Todo lo anterior hace que si tenemos problemas con la conexión inalámbrica (que los tenemos, pues los estamos produciendo nosotros mismos en una especie de pez que se muerde la cola), la navegación convencional se ve resentida.

Otro motivo, bastante más tonto y fácil de subsanar, es que no hemos realizado una configuración acertada de nuestros dispositivos con respecto a la red. En cualquier caso, aquí hablamos de un problema personal y del aparato y no de que exista un problema con la red móvil.

No hay que olvidar, tampoco, que su implementación es algo “reciente”, lo que supone que los expertos en audiovisual y sistemas deberán adaptar la red y el viaje de contenidos a la infraestructura que tenemos, algo en lo que se trabaja desde hace un tiempo ya.