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El competitivo mundo del comercio electrónico obliga a cuidar cada detalle, la correcta elección del alojamiento web es uno de los más indispensables. A diferencia de lo que muchos creen, un hosting de mala calidad puede conducir al fracaso del negocio.
Cuando elegimos un proveedor de calidad, como Web hosting España, invertimos en el óptimo rendimiento de nuestra tienda online, ya que disfrutamos de las garantías que ofrecen los profesionales y el inigualable nivel de seguridad. Contrariamente, la mala calidad del servicio implica asumir una serie de riesgos:
Deficiencia en el rendimiento
El tipo de hosting en el que se alojan los datos de un ecommerce incide, de manera directa, en su rendimiento. Esto se debe a que la calidad del portal suele reflejar la capacidad que ofrece el alojamiento, después de todo, el servicio condiciona desde el ancho de banda, hasta los parámetros de seguridad y velocidad de carga.
En este sentido, la incorrecta elección supone fallas en el tiempo de respuesta y en la accesibilidad una vez que el portal evidencia un incremento notable de su tráfico interno.
El código 500
En el entorno online, la aparición recurrente del error 500 equivale a tener una tienda física constantemente cerrada. La denominación hace referencia a un error interno en el servidor, por ello, su aparición indica a los visitantes que el fallo está vinculado al sitio web y no a problemas de conexión.
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Las deficiencias internas de los hostings de baja calidad tienden a generar el código, lo que produce un impacto negativo en la percepción de los usuarios y reduce sustancialmente las probabilidades de generar ventas.
Problemas de posicionamiento
El servicio de hosting influye en la forma en la que nos perciben los buscadores. La constante aparición del código de error 500 no solo compromete la manera en la que nos ven los clientes, sino también los algoritmos de los motores de búsqueda, sobre todo, los de Google.
No es un secreto, el todopoderoso de internet evalúa el funcionamiento interno de las páginas antes de mostrar su ranking. En consecuencia, el alojamiento está conectado tanto con el nivel de visibilidad que podemos alcanzar, como con la credibilidad de cara a Google y a la audiencia objetiva.
Limitada velocidad de respuesta
La lentitud para arrancar es uno de los principales aspectos que le restan atractivo a cualquier sitio online. Sin embargo, en el caso de las tiendas online la deficiencia en la velocidad de carga genera desconfianza y motiva a los visitantes a abandonar la página.
Por lo general, la inadecuada respuesta está asociada a virus y fraudes, especialmente, cuando se produce al momento de efectuar el pago. Asimismo, los usuarios relacionan rapidez con eficiencia, un argumento lógico si consideramos la velocidad del funcionamiento de Amazon o eBay, aun cuando reciben millones de visitantes en simultáneo.
En definitiva, la elección del alojamiento web no es una decisión que debamos tomar a la ligera. Emprender con las herramientas adecuadas puede ahorrar muchos dolores de cabeza y arrepentimiento, lo ideal es comenzar desde cero con un servicio garantizado y de calidad.
