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Los promedios que llevan las organizaciones ambientalistas indican que todos los años se cortan aproximadamente 15 mil millones de árboles, de distintos tamaños y clases. El impacto que tiene la mano del hombre lleva a que el clima sea cada vez más extremo y que existan menos pulmones vegetales disponibles, en especial en las grandes ciudades.
En el segundo trimestre de 2022, se conoció una innovación que podría contribuir a disminuir la tala de árboles. La desarrollaron un grupo de investigadores del MIT y busca la producción de madera en los laboratorios. Gracias a ello se podrían realizar impresiones en 3D sin causar daño a la naturaleza. Existen buenas perspectivas en torno a este invento y a las bondades que puede dejar a la humanidad.
Ahora podemos imprimir toda la madera que necesitemos sin cortar árboles
Ya no solo es la carne la que se comenzó a cultivar en un laboratorio, un proceso similar se probó para producir madera. El método consiste en tomar las células de una planta llamada Zinnia, la cual tiene sus orígenes en México. La seleccionaron debido a que crece y se desarrolla en poco tiempo. Tras unos meses, observaron que se produjeron nuevos materiales vegetales que se volvieron rígidos.
The first viable lab-grown wood means we could soon be 3D print wood furniture without cutting down a single tree!
This has the potential to be a groundbreaking environmental innovation.https://t.co/ohLSUlO83F
— GOOD (@good) December 20, 2022
Pero eso no es todo lo que observaron. Se dieron cuenta que a las células recién creadas era posible manipularlas y cambiar sus concentraciones hormonales. Después, con esos cultivos realizaron impresiones en 3D que se a incubaron en la oscuridad por 90 días. Al regresar, los resultados que consiguieron los sorprendieron. Ahora bien ¿Qué significa ese invento en la práctica?
Básicamente, que es posible encargar la madera que se necesita para la construcción de muebles y otros elementos. No hay límites de forma ni de tamaño. Se puede producir de acuerdo con las medidas y con la ventaja de que no hay ningún tipo de desperdicio ni deforestación. En esos casos será innecesario talar un bosque o decenas de árboles, pues la producción la realizarán los científicos.
Los autores del estudio comentaron en las conclusiones que su motivación principal es reducir la perturbación en el medio ambiente. Destacan que avanzarán en los estudios para moldear otras cualidades como la densidad, la rigidez y la fuerza que deben tener los listones de acuerdo con los objetos que se vayan a construir. Pero sin duda es un buen enfoque que puede traer resultados alentadores.
¿Conseguirá este avance que pare la explotación de los bosques?
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Los resultados son prometedores, pero las investigaciones apenas comienzan. El biólogo Boyce Thompson cree que se debe esperar a ver si la tecnología escala a niveles suficientes y se convierte en competitiva, no solo en lo relativo a los ciclos de vida, sino también a los costos económicos. De entrada se ve como una solución para disminuir la explotación de los bosques, sin embargo, no garantiza que vaya a ser de esa forma.
Para las grandes empresas es mucho más fácil firmar un compromiso de que van a sembrar determinada cantidad de árboles por cada uno que talen, cosa que al final en muchos casos no se cumple. Es muy probable que los costos de producir madera en un laboratorio sean elevados. Eso influirá en el precio que tendrá un mueble para los usuarios, que a la larga serán los afectados.
Pero también es un asunto de conciencia. Todos debemos estar claros en el daño que con nuestras acciones causamos al medio ambiente. Y en especial las grandes fábricas. De nada sirve ganar miles de millones de euros si al final se perjudica el planeta. Hay que buscar alternativas que contribuyan al bienestar y esa innovación podría ser un paso clave para avanzar en esa dirección.
Los bosques de la Lista del Patrimonio Mundial de la @UNESCO absorben cada año 1⃣9⃣0⃣ millones de toneladas de CO2.
La estabilización del clima exige la conservación y regeneración de los bosques y el combate contra la deforestación. #AcciónClimática. @UNFCCC @unep_espanol pic.twitter.com/GFpa7P4KlE
— María Fernanda Espinosa (@mfespinosaEC) November 7, 2021
Un tema que está pendiente es a que otras plantas se les pueden sacar las células para nuevos experimentos. La autora principal del estudio, Ashley Beckwith, considera que las pruebas se dirigirán al pino, que es uno de los tipos más utilizados en la construcción de muebles. Si los ensayos son positivos, comenzarán a ver las fórmulas de masificación.
Existen muchas cumbres y reuniones en las que se analizan las formas cómo se puede frenar la deforestación para alcanzar los objetivos del cambio climático. Pero mientras avanzan las discusiones, se cortan miles de árboles para cumplir con los pedidos personales y empresariales de objetos a base de madera. En 2021 esta industria movió 631 B€ y los expertos vaticinan que para 2026 la cifra aumentará hasta 900 B€.
En los medios han aparecido iniciativas individuales de algunos países para luchar con este problema. Por ejemplo, los gobiernos de Brasil e Indonesia trabajan con un grupo de inversionistas para detener la pérdida de los bosques. Afirman que la mitad de las emisiones de carbono que se producen en ambas naciones llegan por la deforestación y la degradación de los espacios naturales. En conjunto buscan la aplicación de un código forestal que los lleve a lograr objetivos claros para el 2030.
Por otro lado, en Europa se aprobó una ley que es considerada pionera contra la deforestación mundial. Se creó una lista de productos claves que requerirán permisos especial y que se adaptará a los nuevos tiempos. Muchas organizaciones ambientalistas celebraron la firma del acuerdo, que supone un punto de inflexión importante en la materia. Queda esperar cómo será la adaptación de las empresas y la acogida que tendrá en los años por venir.