La basura espacial deja de ser un problema “exclusivo” del espacio y amenaza con caer en la Tierra próximamente

Este 27 de julio, según The Aerospace Corporation, se conoció que los escombros no controlados de un cohete podrían estrellarse contra la Tierra. Se trata de un nuevo módulo de laboratorio chino llamado “Wentian”, que fue lanzado desde la Isla de Hainan en el Mar de China Meridional, el pasado 24 de julio. En base a las previsiones, el cohete que transporta este módulo, el Gran Marcha 5B, realizará una reentrada descontrolada, el sábado 30 de julio aproximadamente.

Si bien, no es la primera vez que los restos de cohetes del programa especial de China se precipitan a través de la atmósfera, con un aire de suspenso. Por lo tanto, uno de los aspectos que más llama la atención, es que la basura espacial ha dejado de ser un problema propio del firmamento y podría afectar a la población mundial, más temprano que tarde. No obstante, nadie propone soluciones para prevenir efectos adversos en la Tierra.

Los escombros del cohete espacial chino fuera de control podrían caer en la Tierra

El pasado domingo 24 de julio a las 08:22 hora peninsular en España, se realizó el despegue del cohete “Long March 5B” o Gran Marcha 5B, desde la base de Wenchang, en Hainan. Dicha etapa inicial resultó exitosa y en pocos minutos, el módulo en cuestión emprendió su viaje hacia la estación espacial y terminó acoplándose al puerto frontal de Tianhe.

Aunque su despegue fue exitoso, el centro de investigación espacial financiado con fondos federales que rastrea el reingreso de escombros orbitales, The Aerospace Corporation, ha pronosticado que tendrá una caída descontrolada. Lo que significa que, sus escombros podrían estrellarse contra la Tierra en el marco de su reentrada.

Esto se debe a que, la etapa central está fuera de control y a la merced de las fluctuaciones de la atmósfera, que son producidas por los cambios de la actividad solar. De manera que, su despliegue se encuentra en desbarajuste y, aunque el enorme aparato no se desintegrará por completo durante el reingreso, lo cierto es que algunas partes podrían traspasar la atmósfera y esto es lo más preocupante del caso.

El “Long March 5FB” es un enorme aparato, ya que mide 175 pies y pesa 23 toneladas y como consecuencia, su etapa central no se puede desintegrar en el reingreso por completo.

Por su parte, otro de los aspectos más alarmantes, es que no es posible identificar ni tantear la ubicación exacta del impacto en la Tierra. Aunque se sabe que su reingreso generará desechos espaciales en el planeta, se desconocen datos precisos de dónde podrán aterrizar, para así evitar daños irreparables de alguna u otra manera.

De momento, el Comando Espacial de Estados Unidos ha optado por delimitar una amplia zona geográfica en la que es posible que los restos del cohete chino impacten, el próximo 30 de julio o los siguientes días. Se trata de un área entre las latitudes de 41 grados sur y 41 grados norte del Ecuador. Más allá de esto, se ignora cuál es el punto exacto en el que colisionará a lo largo de su entrada.

En base a lo que ocurrió anteriormente, sólo se presume que el punto de entrada solo se logrará detectar, con precisión, unas pocas horas antes del reingreso. Recordemos que, en mayo de 2021, un cohete del programa espacial de China se precipitó a través de la atmósfera con un aire de suspenso, el cual transportaba el módulo inicial de la estación espacial Tiangong.

Tras varios días de tensión y suspenso, en los que el mundo miraba con gran incertidumbre el reingreso de dicho cohete, las agencias y los científicos no lograron precisar donde se estrellarían los restos del mismo. Fue hasta unas horas posteriores a su reingreso cuando lograron determinar su ubicación en el Océano Índico.

“La ubicación de reingreso del cohete del año pasado no pudo ser determinada hasta pocas horas después de su reingreso”.

Un portavoz del Comando Espacial de Estados Unidos.

Como consecuencia, China ha sido el blanco de duras criticas por parte de la NASA, debido al mal manejo de sus desechos espaciales. Esta es la tercera vez que se responsabiliza al país asiático de no actuar de forma pertinente en torno a esta preocupante situación. Aunque las naciones que despliegan actividades en el espacio tienen la obligación de minimizar los riesgos frente a las propiedades del planeta y el bienestar de los pobladores, China ha pasado esto por alto, una vez más.

“Está claro que China no cumple con los estándares de responsabilidad con respecto a sus desechos espaciales”.

Bill Nelson, administrador de la NASA.

Sin embargo, vale la pena señalar que, los expertos del Comando Espacial de EEUU a cargo de monitorear los desechos espaciales del lanzamiento de esta semana, han anunciado que el riesgo para las personas es muy bajo. Básicamente, estiman que sólo el 3% de la trayectoria terrestre está sobre los Estados Unidos, así que, enfatizan que el peligro para la nación y los habitantes es extremadamente mínimo. No obstante, de igual modo, se trata de algo inadmitido.

“Es fundamentalmente algo de bajo riesgo, pero es mucho más alto de lo que debería ser. Es 10 veces más alto que nuestros umbrales”.

Ted Muelhaupt, experto en escombros de reingreso que trabaja con The Aerospace Corporation.

La basura espacial sigue siendo un problema y nadie propone soluciones

La basura especial o los objetos artificiales difuntos en el espacio que ya no cumplen ninguna función útil, es una problemática alarmante para la población mundial. Con la irresponsabilidad por parte de China, según la NASA, esta disyuntiva se ha convertido en uno de los focos más importantes, debido a los riesgos que podría propiciar en un futuro no muy lejano.

Sin embargo, a pesar de la gravedad del asunto, lo cierto es que nadie hace nada por tratar de resolverlo o atenuarlo. Es decir que, ningún ente competente ha propuesto soluciones para que la basura espacial siga siendo una amenaza por la Tierra y haya dejado de catalogarse como un problema exclusivo del espacio. Por lo tanto, más allá de ser un grave inconveniente para el futuro de la exploración espacial, también podría perturbar la calidad de vida de los seres humanos en el planeta.

Según los datos registros, más de 130 millones de objetos artificiales inútiles que son mayores de 1mm, orbitan en la Tierra hoy en día. Así, son residuos espaciales que se identifican como un gran peligro para el desarrollo de misiones actuales, en vista de que pueden impactar en satélites o causar estragos en la Estación Espacial Internacional (ISS). De tal modo, si la situación no se controla a tiempo, esto podría empeorar en muy pocos años y poner en riesgo el avance de la exploración espacial.

No obstante, también cabe destacar que, las organizaciones a cargo del monitoreo de la basura espacial, no la tienen muy fácil. Puesto que, resolver este problema es complejo, pues son colisiones imposibles de prevenir e incluso, de precisar con exactitud. Además, se han visto en la obligación de realizar un seguimiento de más de 23.000 elementos en órbitas bajas geoestacionarias, por ende, aunque efectúen una ardua labor, es casi imposible que logren controlarlo todo.

Sin embargo, a pesar de ello, se espera que puedan tomar cartas en el asunto y hagan todo lo posible para evitar que los desechos espaciales se aglomeren en la Tierra, a tal punto de afectar el normal desarrollo del planeta.