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Uno de los hombres que ha dejado una huella imborrable en la historia de la humanidad es Stefan Banach, y por ello Google decidió dedicarle un Doodle, para honrar sus logros como matemático. Entre los que destaca haber desarrollado lo que hoy conocemos como análisis funcional.
Banach, consiguió el título de profesor de matemáticas un 22 de julio de 1922, por lo que hoy se celebran cien años de ese acontecimiento. Posteriormente, fue miembro original de la Escuela de Matemáticas de Lwów, además de creador del análisis funcional moderno, que se encarga de estudiar los espacios de las funciones y las variaciones que estos tienen.
Stefan Banach; el hombre que inventó el análisis funcional cumple 100 años
Stefan Banach nació un 30 de marzo de 1982 en Cracovia, Polonia. No conoció a su madre, ya que ésta desapareció a pocos días de su nacimiento y su padre tuvo poco contacto con él, dado a que lo envió a una familia de la ciudad para que se encargara de su crianza. En su nuevo hogar, aprendió a hablar francés y cultivó cierto aprecio por la educación.
En la secundaria obtuvo buenas calificaciones, aunque lo que realmente le interesaba eran las matemáticas. No había un problema que en sus manos quedara sin resolver. Ese desinterés por otras ramas hizo que sus puntuaciones bajaran. Aún así, logró aprobar el grado, pero sin ser uno de los sobresalientes.
Después de dejar la escuela, se matriculó en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Técnica de Lemberg, en la que pagó sus estudios gracias a las tutorías que ofrecía, lo que le llevó a tardar más tiempo de lo normal en completar su carrera.
Banach es considerado un prodigio que fue completamente autodidacta en matemáticas, y a pesar de no tener ningún maestro sus conocimientos eran muy superiores a otros estudiantes universitarios de su generación.
En 1916 ocurrió un acontecimiento que cambió su vida. Se cruzó con Steinhaus, quien le contó de un problema que seguía sin resolver, por lo que en conjunto escribieron un artículo para ser publicado en el Boletín de la Academia de Cracovia, que por la guerra se retrasó hasta 1918.
De allí en adelante, comenzó a producir más contenidos relacionados con matemáticas y es donde nace su iniciativa de crear en 1919 la Sociedad Matemática de Cracovia, en la que Banach tuvo la oportunidad de dictar varias conferencias. Después dio clases en la Universidad Técnica de Lwów, e inició la ruta para obtener un doctorado, debido a que se hizo una excepción porque no tenía las calificaciones universitarias.
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En abril de 1922 recibió la habilitación para ser docente y el 22 de julio se le concedió el título de profesor. En 1924 recibe la titularidad, cargo que compartía con la elaboración de artículos de aritmética, geometría y álgebra. En 1929 funda la revista Studia Mathematica, con el objetivo de centrarse en la investigación del análisis funcional y otros temas relacionados. En 1931 establece la editorial Monografías Matemáticas y el artículo teoría de las operaciones lineales aparecería en 1932.
A pesar de ser un genio matemático, Banach estuvo a punto de no graduarse de la secundaria, ya que tenia pésimas calificaciones en las demás materias que le "obligaban" a estudiar.
Para 1936 presentó un discurso ante el Congreso Internacional de Matemáticos en Oslo, en el que describió los planes para desarrollar sus ideas. En 1939 es elegido presidente de la Sociedad Matemática Polaca, por lo que días después se le nombra Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Ivan Franko. En ese periodo escribió libros, dictó conferencias y participó en charlas en los cafés.
A día de hoy, es considerado uno de los matemáticos más influyentes del siglo XX, por los aportes que hizo en temas como los espacios vectoriales topológicos, la teoría de los conjuntos y el análisis funcional, el cual prosigue sus estudios en la década del 2020. Tenía planes de rescatar la Universidad de Lwów, sin embargo, el cáncer de pulmón acabó con su vida en agosto de 1945, después de haber pasado duros momentos tras ser acusado de ser sospechoso de tráfico de moneda alemana.
El análisis funcional y el Big Data
El Big Data hace referencia al conjunto de datos variados que se generan en grandes volúmenes, por lo que se busca recopilarlos y procesarlos para después ponerlos a disposición de cualquier sector del que se identifique algún comportamiento, y de esa forma se puedan tomar decisiones acertadas. Esto se convierte en una alianza clave para mejorar los procesos y pasar a la etapa de las transformaciones.
Por su lado, el análisis funcional se basa en buscar la explicación de un patrón de conducta o las razones por las que un proceso no está regulado dentro de un experimento biológico. Se analizan las consecuencias que produce, cómo podría afectar en el futuro y por supuesto, el origen que tiene una vulnerabilidad.
Aquí es donde se observa la importancia que tiene que el análisis funcional y el Big Data para que trabajen en conjunto. La tecnología ha tenido un gran avance en todos los sentidos, lo que facilita que se obtengan una enorme cantidad de muestras biológicas, las cuales deben ser almacenadas en base de datos que después son puestas a disposición de los investigadores. Por ello, es importante que ambas ciencias se combinen y se desarrollen técnicas que permitan el examen rápido de la información obtenida.
Cada día aumenta la disponibilidad de bases de datos, por lo que es necesario unirlas para tener nuevas fuentes de información a la mano. Así se podrán obtener los mejores resultados tanto a nivel biológico como estadístico. Por ejemplo, la Universidad Nacional de Córdoba ha creado la herramienta MIGSA, la cual permite hacer una integración de diversas herramientas biológicas con la misión de validar hipótesis que sirvan a futuro para avanzar en diversos estudios.