¿Exclusiva para gobiernos? La policía española utilizará tecnología de reconocimiento facial en sus investigaciones luego de que Italia prohibiera su uso a civiles

El pasado 15 de noviembre, en España, se conoció que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil y los cuerpos regionales podrán usar una nueva herramienta de tecnología de reconocimiento facial, para identificar a los sujetos sospechosos en pocos segundos. Se trata del programa ABIS, un sistema de identificación biométrica que funciona gracias a un algoritmo llamado Cogent, diseñado por Thales, y aloja una base de datos con más de 5 millones de rostros.

Según fuentes confiables del Ministerio del Interior, el programa que emplea Inteligencia Artificial para identificar a sospechosos está en fase de constitución de la base de datos y ya se han hecho pruebas piloto con él, por lo que muy pronto estará completamente disponible. Sin embargo, varios analistas independientes opinan que este sistema no ofrece todas las garantías de transparencia exigibles, así que se tienen dudas de que también pueda emplearse para labores de vigilancia o reconocimiento en vivo de personas en espacios públicos.

La policía española utilizará tecnología de reconocimiento facial en investigaciones criminales

Recientemente, se confirmó que la Policía Nacional y la Guardia Civil de España, incluso los cuerpos regionales, muy pronto podrán comenzar a usar una herramienta diseñada para la detección de delincuentes y sospechosos en segundos. Consiste en ABIS (por sus siglas en inglés de sistema automático de identificación biométrica) que funciona bajo el algoritmo Cogent, desarrollado por la empresa francesa de tecnología militar Thales.

“Menos invasivo que el ADN y las huellas dactilares”; es la justificación de los cuerpos policiales. El reconocimiento facial será una tercera vía, donde no hace falta tener ningún elemento físico del sujeto.

En efecto, se trata de un sistema que utiliza tecnología francesa que admite múltiples rostros por fotograma, capta de 5 a 50 fotogramas por segundo y con una resolución entre 720p y 4K. Según describe la empresa Thales, el novedoso sistema ABIS también acepta otros usos, tales como: Investigación forense, embarque de pasajeros, verificación de identidad por medio de vídeo y envío de alertas en tiempo real.

Una de sus principales bazas, es que ABIS cuenta con una base de datos que aloja más de 5 millones de rostros. Específicamente, según fuentes del Ministerio del Interior, el reconocimiento facial se apoya de una base de datos con 5.6 millones de imágenes, en donde se pueden encontrar alrededor de 3.9 millones de personas arrestadas, es decir, sospechosos que ya están fichados.

En ese sentido, los policías y agentes introducen una imagen en dicho sistema (por ejemplo, extraída de una cámara de seguridad), el cual procede a cotejar el elemento con las múltiples fotografías disponibles en el sistema para buscar coincidencias. Todos los ficheros alojados en la base de datos, estarán completamente armonizados para que la herramienta sea capaz de encontrar cualquier dato, durante cualquier investigación.

Las fotografías guardadas en la base de datos suelen ser tomadas con una resolución mínima de 300 ppi, desde el frente y desde los laterales.

Como cada persona tiene una disposición única de rasgos faciales, ABIS divide su búsqueda en tres fases. En una primera fase, el sistema de reconocimiento facial recibe la foto proporcionada por los agentes policiales y extrae el rostro de la persona, única y exclusivamente, por medio de una tecnología conocida como “visión computacional”. En segundo lugar, aplica un determinado algoritmo al rostro en cuestión para obtener un patrón que lo distinga de los demás. Después, busca dicho patrón en extensos bancos de imágenes para mostrar resultados similares.

El algoritmo Cogent de ABIS posee una fórmula propia para trazar los patrones de los individuos sospechosos y buscar coincidencias en pocos segundos.

Por el momento, la herramienta no se encuentra disponible en España, ya que ha empezado a funcionar en una primera prueba piloto para comprobar si verdaderamente reconoce a sujetos que han cometido delitos, de forma rápida. No obstante, el Ministerio del Interior ha confirmado que falta muy poco para que el sistema ABIS sea introducido como un útil instrumento para la Policía Nacional y Guardia Civil.

Interior no concreta cuándo estará operativo, pero según fuentes conocedoras del proceso, su puesta en marcha podría demorar todavía algunos meses.

Sin embargo, este plan europeo para modernizar el sistema policial emerge dudas en materia de privacidad, por sus delicadas implicaciones. Aunque aseguran que esta base de datos no rastrea personas en espacios públicos y solamente se usará en investigaciones policiales, los analistas independientes aseguran que si podría hacerlo y sin ningún impedimento.

Por consiguiente, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) se ha puesto en contacto con el Ministerio del Interior para analizar y verificar si la nueva herramienta de RF podría tener un impacto negativo a nivel de la protección de datos. Este organismo resalta que, es esencial determinar si el tratamiento de esta clase de datos personales supone un riesgo para los derechos y libertades de la ciudadanía.

“¿Puede la policía quedarse para siempre con datos faciales de sujetos o se le deben aplicar límites temporales? ¿Bajo qué supuestos puede usarse el sistema? ¿Quién tiene acceso a esos datos? ¿Qué garantías se establecen para el uso proporcionado de la herramienta? Tenemos que averiguarlo”.

Un portavoz de la Agencia Española de Protección de Datos.

Italia prohíbe el uso de RF en civiles y la hace de uso exclusivo para la policía ¿Por qué los gobiernos no quieren que tengas esta tecnología?

La Comisión Europea presentó su más reciente legislación sobre Inteligencia Artificial en 2021 y en ella, prohíbe el reconocimiento facial en determinadas situaciones. Específicamente, restringe el uso de la tecnología RF en directo en zonas públicas y por parte de los civiles. Por consiguiente, los países de la Unión Europea han tenido que regirse a ello.

Tal es el caso de España, ya que la Policía Nacional asiente que seguirá todas estas pautas, para actuar en el margen de la ley. Así, utilizarán el sistema ABIS en delitos graves e investigaciones criminales. Por lo tanto, no se usarán fotos de bases de datos civiles, como las del DNI, por ejemplo.

Aunque parecía que el reconocimiento facial no iba a calar en Europa, esto está muy lejos de la realidad. Lo que significa que, otros países de la UE han implementad dicha tecnología y uno de los casos más recientes, es Italia. El pasado 14 de noviembre, se conoció que este es el primer país europeo en prohibir el reconocimiento facial excepto para combatir el crimen. Lo que significa que, el gobierno italiano ha dictado que los sistemas de RF que utilicen datos biométricos no serán permitidos para los civiles.

Tras hallar numerosas irregularidades con respecto al uso de este sistema, incluso en anteojos inteligentes, los entes gubernamentales de Italia se vieron en la obligación de prohibir el uso de estos sistemas, excepto cuando sea necesario para investigaciones judiciales y luchar contra el crimen. Esta será una nueva ley que entrará en vigencia a principios de 2023, según rumores.

La Autoridad de la Protección de los Datos Personales de Italia multará por una suma de 20M€ a la empresa estadounidense Clearview AI, que empleaba el reconocimiento facial por medio de la Inteligencia Artificial en sus sistemas, ilegalmente.

Ahora bien, la pregunta de muchas personas reside en por qué los gobiernos se empeñan tanto en prohibir el manejo de este tipo de tecnología por parte de civiles. La principal razón, es que es un verdadero peligro para la privacidad de los ciudadanos, porque no respeta los derechos de las personas al operar de forma intrusiva en sus datos más íntimos.

Otro de los motivos para especiales, es que los datos biométricos conllevan su propio riesgo de seguridad porque no pueden cambiarse. En consecuencia, si la información se filtra, eso no se puede “restablecer” como una contraseña y puede ser escaneada en cualquier momento. Lo peor es que lo hacen sin ningún consentimiento.

Por su parte, la normativa europea que limita el uso de RF por parte de civiles también se ha implementado con el fin de restringir a las empresas privadas que hacen uso de estos datos en pro de satisfacer sus propias necesidades. Si estas tuvieran el derecho de utilizar sistemas de reconocimiento facial, almacenarían los datos de sus clientes constantemente para rastrear sus movimientos y captarlos de cualquier forma.