Este nuevo tejido muscular artificial creado en la UCLA podría hacerte tener la fuerza que sueñas gracias al Mejoramiento Humano

Un grupo de científicos del Laboratorio de Investigación de Materiales Blandos de la Universidad de California conjuntamente con SRI Internacional, presentaron este jueves el desarrollo de un nuevo material que sirve para crear músculos artificiales que al menos tienen dos características especiales: son más flexibles que los naturales y tienen larga duración.

La declaración fue presentada en un artículo publicado por la revista Science por el profesor de ciencia e ingeniería Qibing Pei que además es autor del estudio, quien indicó que se prevén diversas aplicaciones médicas para el material, entre ellas algunos inventos robóticos. Este es un tema que se investiga desde hace años, pero quedaron varios desafíos que ahora mismo se han tratado de resolver.

Científicos de la UCLA desarrollan nuevo tejido muscular más fuerte y resistente que el humano

Uno de los retos que tuvieron que superar los científicos fue detectar la fuerza y el tacto para que el funcionamiento del tejido muscular sea óptimo. La creación es tan pequeña y liviana como el cabello del ser humano, con un grosor de 35 micrómetros, según la declaración de los investigadores.

Qibing Pei sostuvo que hacía falta un material que una vez creado tuviera la capacidad de ampliarse sin mayores inconvenientes. Por ello, ahora es posible imprimirlos en cualquier tamaño que sea necesario para culminar un trabajo, lo que les da mucha versatilidad y facilidad de implementación.

Al momento de juntar varias capas de esta película se convierten en un motor eléctrico en miniatura que produce el movimiento de pequeños sensores y a la vez actúa en forma de tejido muscular. Una de las ayudas que puede prestar es la de alimentar las prótesis de brazos, aunque también podría reforzar cualquier otro de los músculos del cuerpo humano.

Otro de los usos que piensan darle los científicos en el futuro es para ayudar a las personas que no pueden sonreír o parpadear por algún problema de salud, lo que permitirá que logren mejorar su calidad de vida.

Pei, considera que hay un potencial enorme enfrente, por lo que es necesario que se busquen formas de fortalecer los sistemas de ingeniería e invitó a que más personas se sumen al proyecto para desarrollar diferentes aplicaciones prácticas. Por el momento, el equipo ha solicitado la patente internacional del invento y esperan que la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, que financió esta primera etapa, los acompañe en el resto de las investigaciones, aunque es un estudio abierto y no controlado.

¿Puede usarse para el mejoramiento humano con fines estéticos?

Cada vez que los científicos consiguen un nuevo avance, surge la pregunta de si estos podrán mejorar otras áreas del cuerpo humano y sobre todo, la parte estética, que es una de las prioridades de los humanos. Un fragmento de las declaraciones de Pei sostiene que este actuador flexible abre la posibilidad de que nuevos músculos puedan imitar con mayor precisión o agilizar el movimiento y las capacidades humanas.

Uno de los detalles que se explica en el estudio, es que estas fibras tienen la capacidad de ser 10 veces más flexibles que los músculos naturales, al imitar la función de las patas de araña con capacidad de enrollarse, saltar y girar. Destaca que puede expandirse y contraerse así como lanzar una pelota del tamaño de un guisante hasta 20 más pesada que una de las películas.

En los últimos años se han creado varios músculos artificiales que han sido utilizados con diversos fines. A principios de febrero de este año, los científicos Stefan Schiller y Matthias Huber hicieron la combinación artificial-biológica que es capaz de responder a los estímulos, con el uso de un material bicapa. Ellos programaron algunos estados para que los componentes actuaran y nuevamente se restablecieran, al utilizar como condición básica los cambios de temperatura.

En 2019 científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) crearon una fibra capaz de levantar 650 veces su propio peso y dijeron estar en capacidad de producirlo en grandes cantidades y en diferentes dimensiones, para permitir su uso en robots médicos y en las prótesis para miembros ligeros.

Otro invento relacionado, lo realizó el otorrinolaringólogo de California, Craig Senders, que diseñó un pequeño músculo artificial que se implanta en los párpados y controla el pestañeo involuntario mientras que científicos de la Universidad de Texas probaron unas fibras que funcionan con energía química, lo que permite que mantengan sus propiedades aun con temperaturas bajas, ligeros como el aire y flexibles como la goma.

Cada una de las investigaciones tiene su lado positivo y sus innovaciones con respecto a la otra. Sin embargo, lo que sobresale de la que han presentado los científicos de la UCLA es la flexibilidad y capacidad de adaptación, lo que les dará un sinfín de usos que se conocerán en la medida que se establezca y aparezcan nuevas fuentes de financiamiento que contribuyan a su masificación.