¿Pueden superarnos? Los expertos en inteligencia artificial tienen cada vez más miedo de lo que están creando

En la medida que avanzan los estudios relacionados con la Inteligencia Artificial, algunos expertos comienzan a evaluar los riesgos de que esta tecnología se salga de control. Es cierto que los beneficios son muchísimos, sin embargo, si no hay buena planificación las máquinas podrían causar una serie de problemas difíciles de resolver.

El escritor y especialista Martin Ford piensa que se trata de un arma de doble filo. Por ello, es importante que los involucrados en los procesos de diseño y programación elaboren un manual de ética en el que se establezcan las pautas que todos deben seguir para limitar al máximo los inconvenientes, debido a que el impacto que se proyecta para el futuro es enorme.

Los expertos en IA cada vez tienen más miedo de sus creaciones

Muthoni Wanyoike, profesora de Inteligencia Artificial en Kenia, piensa que si bien su entusiasmo por esta tecnología supera sus miedos, tiene sus temores debido a que con el paso del tiempo los seres humanos han creado un montón de tonterías. Considera que si los ingenieros y científicos no tienen la capacidad de responsabilizarse por las máquinas que diseñan, se originarán problemas en el futuro.

AI experts are increasingly afraid of what they’re creating. A guide to why advanced #AI could destroy the world. Artificial intelligence gets smarter, more capable, and more world-transforming every day. Here’s why that might not be a good thing. https://t.co/f4ZGlg8M8T

— Carles Dijous (AAlb) (@carlesdijous) November 28, 2022

El avance de la IA es tan grande que un ordenador es capaz de desarrollar un texto muy similar al que elabora un estudiante universitario avanzado. Pero también, las empresas invierten millones de euros para fortalecer sus sistemas, lo que origina preocupación por perder miles de puestos de empleo. Aparte, hay una nueva generación de artistas cibernéticos que basan sus creaciones en software basados en aprendizaje automático.

Pero las preocupaciones van por temas más profundos. Dos aspectos son la discriminación y el sesgo. Los sistemas aprenden con base en lo que programan los humanos. Por lo tanto, alguien podría introducir información errónea que se verá reflejado en los portales de búsqueda y favorecer una tendencia por encima de otra o de un grupo étnico, raza o nacionalidad. Para ello, es conveniente que se estabilice y profundice en la programación lingüística de los ordenadores.

Hay máquinas que cometen fallos que ni siquiera les pasan a los niños. Para corregir esos inconvenientes, distintas agencias invierten cifras millonarias en el desarrollo de potentes software. Mientras llega ese momento, existe el riesgo de que los ordenadores emitan contenido racista, violento y sesgado. Un analista de investigación del Open Philanthropy Project, sostiene que uno de los grandes riesgos está en crear equipos altamente capacitados que lucharán por mantener el control en su entorno.

A ello hay que agregarle que una máquina programada para tomar decisiones establecerá las variables sin pensar en factores externos. Es probable que todo el panorama traslade el pensamiento a las películas de ciencia ficción, pero es una realidad que atormenta la cabeza de miles de creadores en el mundo. De acuerdo con una encuesta realizada este verano, la mayoría de los consultados opinaron que hay posibilidades de que los resultados de la IA sean extremadamente malos.

Varias empresas desarrolladoras de esta tecnología están conscientes de que existen algunos riesgos, sin embargo, juegan en contra de las regulaciones gubernamentales y aducen que se frena la innovación. Pero la mayoría de los organismos han fijado su atención porque los peligros son difíciles de ocultar. Hay algunas iniciativas legislativas que en cualquier momento pueden ver la luz y darle un nuevo rumbo a las investigaciones.

¿Puede realmente la IA superar nuestras capacidades?

En los actuales momentos, fabricar un robot que sea capaz de superar al ser humano es una tarea imposible. Es cierto que hay muchos avances, pero las máquinas no tienen la capacidad de tomar en cuenta los factores externos ni de buscar segundas opciones. Pasan por un proceso de aprendizaje automático en el que reciben una enorme cantidad de datos que les ayudan a llegar a conclusiones. Si les falta información, pueden cometer fallos comprometedores.

No se trata de máquinas que sean inteligentes en la plenitud de la palabra. Aunque se ha desarrollado una campaña publicitaria y de marketing gigante para hacer ver que tendrán capacidades extraordinarias, al final dependen de seres humanos que las programen.

No son capaces de crear una nueva filosofía, ya que son fáciles de manipular para que favorezcan determinadas tendencias. Por ejemplo, si al utilizar el oficio de CEO introduces únicamente imágenes de hombres o muy pocas de mujeres, definirá la profesión como un asunto en el que destaca solo un grupo.

La inteligencia artificial más avanzada y sofisticada, jamás va a superar la capacidad humana y las cualidades únicas que nos hacen humanos: la empatía, la compasión, y el liderazgo. El desafío estará en nuestra ética humana para definir cómo usamos esa IA #ABF20 @ManesF pic.twitter.com/nIsk9KsYhB

— Joaquín Trinidad (@TrinidadJoaquin) February 7, 2020

La idea de los programadores es vender la IA como una fuente confiable para tomar decisiones en el futuro, al grado de promocionarlas como más seguras y precisas que los humanos. En ciertas operaciones es probable que logren resultados rápidos, pero en asuntos profundos y disposiciones en las que se deben razonar el pro y los contras, no tienen la capacidad de proporcionar un punto de vista fuera de su aprendizaje.

Al final, es necesario entender que la IA es un avance gigante que permitirá revolucionar en muchos aspectos la vida moderna. Es un nivel superior a cualquier otro que se haya conocido hasta el momento. Ahora mismo permite manejar en simultáneo millones de datos y solucionar problemas específicos en los espacios deportivos, sanitarios, empresariales y productivos. Si logran resolver todos los inconvenientes y manejarla de forma ética, hará grandes aportes.