La ciencia ahora quiere crear una IA que sea capaz de comunicarse con los animales aunque nosotros mismos no sabemos cómo hacerlo

El equipo de investigadores de la organización Earth Species Project, trabaja en el diseño de una herramienta basada en la Inteligencia Artificial que permitirá comprender el lenguaje que utilizan los animales para comunicarse, decodificarlo y después utilizarlo con diversos fines, entre los que están protegerlos y contribuir a la preservación de las especies.

La unidad está compuesta por apenas 10 investigadores, sin embargo, no dudan que pueden lograr sus objetivos con el pasar del tiempo. Y aunque para muchos esto parezca sacado de la ciencia ficción o de alguna súper producción cinematográfica, se trata de un interés que tienen desde varios años los seres humanos tras estudiar las vocalizaciones y sonidos que realizan los animales.

La ciencia quiere usar aprendizaje automático para entender a todas las especies

Aunque muchos expertos niegan que los animales tengan un lenguaje para comunicarse, gracias a la inteligencia artificial es posible decodificar estos sonidos y cruzarlos con los grandes volúmenes de datos que se obtienen cada día. Un ejemplo de ello es lo realizado por el Profesor Elodiw Briefer, quien valiéndose de un algoritmo detecta el estado anímico de los cerdos, bien sea alegría o tristeza.

Ahora bien, el trabajo de Earth Species Project, se basa en un software de código abierto en el que de forma colaborativa y sin fines de lucro, se han realizado aportes a la investigación sobre las necesidades de las especies animales. El punto de partida fue en 2017, auspiciado por donaciones de Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn quien tiene mucha curiosidad e interés por comprender los lenguajes no humanos.

El cofundador y presidente de la organización Aza Raskin, asegura que los algoritmos que han desarrollado son capaces de funcionar en todo el reino animal, desde los pequeños gusanos hasta las enormes ballenas. Después que lleguen a las primeras conclusiones las pondrán a disposición de todos los interesados, de forma que estas sean un punto de partida.

Raskin piensa que al igual que ocurre con los seres humanos, en el reino animal hay diversas formas de comunicarse. Por ejemplo, en el caso de los delfines se dice que realizan señales juntos, intercambian sonidos, levantan la cola, dan la vuelta y crean con sus manos. Mientras que las abejas tienen un baile particular antes de posar en una flor y lo hacen de una forma perfecta y entendible sin hablarse.

Una opinión adicional es la de Robert Seyfarth, investigador de la Universidad de Pensilvania, quien cree que este software también ayudará a distinguir el repertorio vocal de los animales, a descubrir lo que significa y la función que tienen. Sin embargo, es escéptico en cuanto a pensar que el aporte será muy significativo.

¿Cómo puede una IA hecha por humanos hacer cosas que nosotros mismos no sabemos?

Es clave recordar que uno de los pilares de la Inteligencia Artificial es el Aprendizaje Automático, que se basa en que los sistemas aprenden en base a los datos que reciben. Busca básicamente que los ordenadores aprendan a pensar y a corregir con los altos volúmenes de información que los seres humanos insertan.

El grupo de Earth Species Project, superó el primer escalón cuando el algoritmo fue capaz de identificar el ruido de varios animales e indicar que estaban comunicándose. Ahora, van a buscar una fórmula que les permita hablar directamente con los animales, es decir, lograr que la Inteligencia Artificial hable el mismo idioma que ellos en la medida que escucha sus sonidos.

Para que la IA sea capaz de comprender un lenguaje, primero tiene que ser entrenada. En el caso de los animales, es un proceso similar al que han hecho con los humanos. Debe analizar el tipo de estructura de la comunicación animal y después relacionar las dimensiones. Los expertos aseguran que las ballenas y elefantes tienen una gran inteligencia, por lo que los estudios podrían avanzar por allí.

Las investigaciones han concluido que el cerebro de una ballena es tres veces más grande que el de un ser humano en edad adulta y las áreas corticales son diferentes en tamaño. Por su lado, los elefantes triplican en neuronas a los humanos, aunque su distribución es distinta. Aún así, hay que comprender los tonos y fonemas que utilizan para su comunicación antes de comenzar a entrenar los ordenadores.

Hay una forma de entender lo que pretenden hacer en este estudio. Meses atrás, investigadores de MIT y Google utilizaron la IA para descifrar lenguajes antiguos, como el Lineal B y Ugaritic, que fueron los precursores del hebrero. Para lograrlo, realizaron un mapeo. Valiéndose de las bases de datos buscaron la frecuencia con la que aparecían las palabras, relacionándolas con aspectos dimensionales similares. Así que cada vez que se usa una expresión en un contexto similar surgen todas las que guardan relación.

En ese caso, hay que pensar de nuevo en las ballenas. Si se escuchan sus canciones y sonidos al momento de comunicarse se podrá comprender lo que quieren decir. Ese será un proceso muy largo en el que se deben determinar los tonos, fonemas y elementos que componen el lenguaje, pero lo importante para los investigadores es que han logrado comenzar.

No es la primera vez que se adelantan esas investigaciones. En 2016 varios científicos descubrieron las vocalizaciones de los murciélagos de Egipto y en el 2019 se determinó que las ratas emiten sonidos con fines concretos. Por eso, Vinton Cerf, asegura que es emocionante lo que está por venir. Saber lo que piensa un delfín, un mono o cualquier otro animal es alucinante. Desde hace muchos años los seres humanos se comunican con señas con los animales y esté será un paso más para mejorar la interacción, concluyó.