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En los próximos meses, LG Energy Solutions y la empresa canadiense Stellantis sellarán una alianza anunciada ya hace más de un año, en la que acortaban unirse para crear fábricas de producción de baterías de litio, necesarias para mantener el crecimiento del emergente sector de los autos eléctricos. Eso se siente como una necesidad, ya que este tipo de vehículos son necesarios para aligerar las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Sin embargo, algunas voces han comenzado a pronunciarse al respecto, ya que la realidad es bastante diferente para ellos, pues la fabricación de baterías de litio es uno de los sectores más contaminantes para el medio ambiente. Por ello están aterrados con los 4.100 millones de euros que preparan ambas firmas para iniciar sus primeras de muchas fábricas para la producción de estos componentes.
Más de 4.100 millones de euros que ponen en vilo a los ambientalistas
Después del acuerdo, un sector de la opinión canadiense estaba de júbilo, ya que se trataba de la mayor inversión en la historia del sector automotriz del país. La empresa local, Stellantis, se unirá a LG Energy Solutions para crear una fábrica de 4.100 millones de euros que estará lista para 2024, que permitirá la fabricación de una parte importante de las baterías necesarias para los autos eléctricos de la propia firma canadiense.
La creación de dicha fábrica, que se ubicará en Ontario, iniciará a finales de 2022, y se espera que con esto se acelere aún más la migración de parque automotor del país, que sigue siendo dominada por los vehículos de combustión, pero que cada vez va aumentando la dominancia de los nuevos modelos eléctricos e híbridos del mercado. Muchos incluso se han posicionado a favor del pensamiento de que estamos ante una alianza vital para el medio ambiente, pero existen opiniones que son mucho más severas en ese aspecto.
En noviembre de 2021, un estudio de Volvo confirmó que, si bien contaminan en su vida útil menos que los de combustión, la fabricación de un coche eléctrico es 70% más contaminante que uno de gasolina. Una diferencia abismal que muchos quieren ocultar con el hecho de que a lo largo de su vida útil, uno contaminará menos que el otro, pero mientras eso ocurre, la producción de estos podría resultar peor para el cambio climático de lo que podemos imaginar.
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Precisamente, son las baterías de estos coches las responsables de que la emisión de polución en fases de fabricación sea tan alta. Comenzando por los procesos de extracción del litio, que ya han sido ampliamente criticados por personalidades relacionadas a los movimientos ambientales, y luego por las emisiones de fábricas como la que piensan desarrollar LG y Stellantis a partir de este año.
Otro debate que se está generando al ver estas inversiones, es el hecho de que se está metiendo mucho dinero en la fabricación de los coches eléctricos, pero no ocurre lo mismo con la energía que los alimentará. En la actualidad, las energías renovables siguen siendo notablemente menos producidas que las energías fósiles, lo que al final podría hacer que los coches eléctricos aumenten el problema en lugar de solventarlo.
Es por ello que expertos piden a gritos que se implementen nuevas soluciones para el desarrollo de las energías renovables, principalmente la nuclear. De lo contrario tendremos un parque automotor que contamina solo un poco menos, pero que consume más recursos del planeta, fomentando la explotación del mismo.
También, empresas como Toyota están buscando otras formas de alimentar los motores de sus coches, por lo que se han posicionado como uno de los precursores de los motores de hidrógeno, que son capaces de funcionar con agua y energías renovables. Este es un modelo que tiene mucho más sentido y si representa un verdadero cambio para la emisión de CO2 a nivel mundial.
Las pérdidas de LG le obligan a innovar
Muchos se preguntaron en su momento por qué LG decidía entrar en este sector. La realidad es que para la compañía asiática, el inicio de esta década no ha sido nada fácil. Ya en 2021 tuvieron serias pérdidas por los bloqueos en la economía de China, pero este año las cosas fueron aún peor, y el pasado 25 de mayo confirmó que sus ganancias operativas declinaron un 24.1% durante el primer trimestre del 2022.
Esto ha impulsado a la empresa a tomar la decisión de entrar, que desde 2020 ha comenzado a incluir las baterías para autos eléctricos como una de sus principales ofertas de cara al futuro. De modo que no se descarta que próximamente se firmen nuevas alianzas con otras empresas del sector.