¡No lo hagas! El nuevo reto viral de TikTok "Invisible Body" es explotado para difundir malware por piratas informáticos

Los usuarios van a TikTok por diversos motivos. Algunos a ver vídeos, otros a consultar las últimas tendencias o a curiosear lo que ha publicado su artista favorito. Sin embargo, una gran mayoría lo hace también por los desafíos y retos con una amplia gama de enfoques que se viralizan de forma casi que inmediata.

Por estos días está de moda un desafío invisible que esconde un malware y los hackers lo utilizan para infectar la mayor cantidad de teléfonos que puedan. De acuerdo con los informes de las redes sociales, son muchos los usuarios que han caído en la trampa. Por eso, si has realizado alguna descarga reciente desde TikTok lo mejor que puedes hacer es revisar tu dispositivo.

Utilizan el reto "Invisible Body" de TikTok para impulsar el malware

El popular reto de TikTok se basa en grabar videos desnudos y utilizar un filtro borroso llamado "Invisible Body", con el que se evitará que se vea de quién se trata. Lo que han hecho los hackers es explotar esta popularidad al prometer que si descargan una herramienta eliminarán el efecto y verán el contenido original. Quienes se dejan llevar por la curiosidad, caen en la trampa del malware.

TikTok ‘Invisible Body’ challenge exploited to push malware - @billtoulashttps://t.co/jES5lTisYO

— BleepingComputer (@BleepinComputer) November 28, 2022

El software que descargan los incautos es falso y lo que en realidad se obtiene es un archivo denominado "WASP Stealer (Discord Token Grabber)", que permite a los piratas secuestrar información relacionada con las tarjetas bancarias, billeteras de criptomonedas, contraseñas, cuentas de Discord y otros archivos privados del ordenador. El teléfono queda infectado y controlado desde la distancia.

Los registros demuestran que los videos en los que se promociona el filtro pirata suman alrededor de un millón de visualizaciones, lo que deja claro que el engaño ha funcionado a la perfección. Aunque las cuentas promotoras fueron suspendidas, movieron su publicidad a Discord, sitio en el que lograron acumular miles de seguidores de manera rápida. Al unirse, las víctimas tienen acceso a un archivo que una vez abierto les envía el malware.

Según un comunicado publicado por Checkmarx, los atacantes no se han detenido y cada vez que se elimina un archivo, de forma rápida crean uno nuevo. Últimamente su estrategia se ha centrado en el código abierto, con la intención de ser menos detectados e incrementar su daño en el 2023. En una primera instancia utilizaron paquetes Python maliciosos en los que se orientaba de la manera en que se debe instalar la aplicación.

Son nocivos; los retos virales de TikTok se convierten en un mal moderno

Los retos que se producen en TikTok son muy diversos. En la medida que alcanzan popularidad, se convierten en virales, lo que contribuye a que su alcance sea enorme. Aunque al principio la mayoría eran inofensivos y se trataban de bailes, bromas o situaciones jocosas, después se hicieron comunes muchos que ponen en riesgo la vida de los adolescentes y de quienes están en su entorno.

De acuerdo con las cifras que maneja el Grupo de Ciberpsicología de la Universidad Internacional de la Rioja, un 8% de los adolescentes reconoce haber participado en desafíos peligrosos, en los que está en riesgo su vida y la de sus familiares o amigos. La mayoría sabe que esos actos traerán consecuencias, pero las ganas de interactuar y de estar a la moda pasan por encima de la razón.

En muchos casos, el afán de aparecer en las tendencias impide que se limite lo que está bien. Los expertos reconocen que participar en algunos retos llevará a experimentar problemas mentales, baja autoestima, pensamientos suicidas, depresión e insomnio. Junto a ello, se pueden ocasionar daños físicos graves, por ejemplo lesiones o consumo de productos dañinos que ponen en riesgo la integridad de los participantes.

Entre los que han dado de hablar por su extravagancia se encuentran los siguientes: patinar con los ojos tapados, dejarse caer agua caliente en la vista o en los oídos, ingresar a un centro comercial con un armamento falso, durar muchos días sin dormir, practicar algún ejercicio hasta quedar sin fuerzas, consumir alimentos que suben de peso muy rápido o por el contrario que adelgazan bruscamente, inhalar sustancias como pimienta, cenizas o canela, comer carne de alguna mascota, exponerse largas horas al sol para cambiar el tono de la piel y muchas otras cosas más.

Los más susceptibles son los adolescentes, puesto que la parte del cerebro que se encarga de razonar y analizar los peligros todavía no se ha desarrollado por completo. No se toman el tiempo suficiente para pensar las consecuencias de sus actos, por lo que se dejan llevar por la opinión de la mayoría, que los cataloga de cobardes si no se unen a lo que está de moda. Pero en todos los casos, el papel de los padres es clave para detener estas tendencias malignas.

Los retos virales en redes sociales llama a adolescentes a ser impulsivos y sentirse atraídos por comportamientos que ponen en riesgo su integridad. Entabla una buena comunicación con tus hijas e hijos, para alertarlos de los peligros. pic.twitter.com/g8xa5OyT8f

— DIF Ciudad de México (@DIFCDMX) March 11, 2020

El especialista Eduardo Cruz considera que gran parte del problema viene por el uso excesivo de las redes sociales. Comienzan en la búsqueda de likes y después quedan enganchados de forma que causan daño a sus familias. Advierte que es importante una buena educación digital que ayude a prevenir este y otros problemas vinculados al uso de internet.

Si los padres están al pendiente de las actitudes, gustos, aficiones y deseos de sus hijos podrán prevenir estas situaciones desagradables. Todo pasa por una buena comunicación. Si las líneas se mantienen abiertas, seguramente los adolescentes contarán lo que piensan hacer y eso abrirá la puerta para tomar las medidas correctivas con tiempo. Los retos virales son un fenómeno que va en crecimiento. Si no se frena desde casa, viviremos en una sociedad de jóvenes enfermos con la tecnología y sin medir las consecuencias de sus actos.