¿Qué pasa hijo? Las personas menores de 60 años son más propensos a sufrir estafas online que los adultos mayores

Las últimas estadísticas presentadas por la FTC en los Datos de Protección al Consumidor son interesantes. Un aspecto relevante es que -contrario a lo que muchos piensan- las personas mayores son menos propensas a las estafas que los menores de 60 años. En el análisis se tomaron en cuenta los registros de compras electrónicas durante 2021.

Las razones que inciden en tal comportamiento suelen ser varias, sin embargo, por regla general se estima que las personas jóvenes, al ser más diestros con la tecnología, tienen menores posibilidades de ser engañados o estafados. Resulta que en todos los casos no es así, por lo que sin importar la edad debemos tomar las mismas medidas de seguridad.

Los jóvenes y adultos serían más fáciles de estafar que los adultos mayores

El estudio realizado profundizó en diferentes comportamientos a la hora de comprar que manifestaron los usuarios. La conclusión es que cualquier persona puede ser víctima de un estafador y que esto no se reserva únicamente para los adultos mayores. De acuerdo con los datos, en 2021 los jóvenes y adultos, entre 18 y 59 años de edad, tuvieron un 34% más de posibilidades de perder dinero por un fraude en línea.

New analysis shows adults under 60 report losses to online shopping scams, investment scams more than older adults. FTC fraud report data shows large gaps between age groups: https://t.co/cSs38hytSE

— FTC (@FTC) December 8, 2022

Hay dos aspectos en los que las personas jóvenes son más vulnerables. La primera de ella fue caer en la trampa de anuncios publicados en las redes sociales. En muchos casos se trató de tiendas en línea que ofrecían productos para enviar por delivery. Aunque pagaron, no recibieron los artículos. El otro campo se relaciona con las inversiones en activos digitales o criptomonedas. Detrás estaban sitios falsos que promovían grandes ganancias por apostar cierta cantidad de dinero.

Pero esos no fueron los únicos campos en los que se produjeron robos. También, un alto grupo dijo que habían sido robados con propuestas laborales. En este caso, el método utilizado fueron anuncios en distintos medios en los que ofrecían trabajo a cambio de dinero o información personal. Toda vez que obtuvieron ambas cosas, desaparecieron por completo y nunca más se supo de ellos. La tendencia se amplió a los estudiantes universitarios, quienes recibían invitaciones por correo electrónico que resultaban ser falsas.

Al final, las proyecciones totales del análisis concluyen que los menores de 60 años tienen un 86% de probabilidades de ser estafados por cualquiera de las vías electrónicas, hasta cuatro veces más que los adultos mayores. El promedio de dinero después de conocer todas las denuncias durante 2021 fue de 500 € por persona.

El valor de la experiencia ¿Por qué los ancianos son menos estafados?

Las razones por las que los adultos mayores son menos estafados son varias. Es muy probable que la cantidad de información disponible y los anuncios frecuentes en la TV de los métodos que utilizan los ladrones los hayan puesto en alerta. Por ejemplo, en los Estados Unidos el FBI anunció desde 2019 que iniciaría una campaña agresiva para frenar los robos a los mayores. En ese entonces se acusó a 260 sujetos que habían tenido contacto con unos dos millones de personas.

Gran parte de las estafas que se produjeron a personas jóvenes fueron a través de las redes sociales. Se calcula que un 35% de los adultos mayores utilizan los medios digitales para comunicarse e informarse, sin embargo, no todos lo hacen para comprar artículos. De allí la brecha que existe. Al tener menos contacto con los vendedores o poca confianza para adquirir productos de esa forma, se disminuyen las posibilidades que les roben sus ahorros.

El segundo tópico es el de las criptomonedas. La mayoría de los jubilados prefieren tener su dinero en las cuentas bancarias tradicionales. Son los ahorros de toda la vida y es probable que no quieran realizar inversiones peligrosas o arriesgadas. Hay muchos que tienen poco conocimiento del mercado digital y de sus movimientos, aparte que no muestran interés por aprender. Los más jóvenes, sobre todo quienes se ven afectados por la crisis económica, buscan la forma de obtener nuevas ganancias o de recuperar el terreno perdido.

Las inversiones de criptomonedas se promocionan en especial por medio de las redes sociales y al momento de ir a las llamadas telefónicas, se busca un target al que le parezca atractiva la propuesta. Ya al saber que a los adultos mayores no les cautiva el tema o que rechazan un mensaje de ese tipo, deciden buscar otros rangos de edad. Aparte, para ellos si un asunto les genera desconfianza prefieren no hablar de él. Ese es un valor agregado que solo aporta la experiencia.

Lo anterior no significa que los adultos mayores estén por completo exentos de sufrir algún robo de sus ahorros. Un punto que aprovechan los estafadores son las llamadas de servicio técnico. Algunos se hacen pasar por personal autorizado de Apple o Microsoft para solicitar dinero y solventar un problema que tienen un equipo electrónico. En muchos casos, ese inconveniente no existe, pero al no tener la debida asesoría terminan pagando altas sumas sin nada a cambio.

#Coahuila: Las amas de casa y los adultos mayores son las personas más vulnerables ante las estafas, ya sean telefónicas, virtuales o presenciales, como en esta última modalidad de estafa, en la que los delincuentes roban tarjetas bancarias a domicilio. https://t.co/bamJViOBvn

— Tele Saltillo (@TeleSaltillo) December 10, 2022

Igual ocurre en el ámbito de los premios. Aunque no tienen curiosidad por invertir en las criptomonedas, si les llama la atención los ticket de lotería o un sorteo que les otorgará millones en ganancias. Hay especialistas que se hacen pasar por empresas que solicitan cantidades de dinero para reclamar lo que supuestamente se obtuvo por acertar. Los más vulnerables son las personas mayores de 80 años, de acuerdo con el estudio presentado en este post.

Al final, vale tomar en cuenta las palabras del profesor Omar Ahomed Chávez, quien explica que si algo es muy barato para ser cierto lo conveniente es dudar. Tampoco hay que confiarse de todo lo que aparece en las redes sociales o sitios web que aparentan ser confiables. Es mejor investigar el origen de las empresas y denunciar en los organismos competentes. Así se evitará perder el dinero que tanto cuesta ganarse.