Musk se apiada de los amantes de la observación espacial y hará que los próximos satélites de Starlink sean “invisibles”

El pasado 2 de agosto, Elon Musk anunció que tomará nuevas medidas para sus satélites Starlink 2.0 de SpaceX. A través de la publicación de un documento, el equipo de trabajo encabezado por el magnate sudafricano, explica que harán que sus satélites sean invisibles a simple vista cuando se encuentren en su altitud estándar.

Recordemos que, la comunidad astronómica mundial había criticado las decisiones de Musk por el despliegue de Starlink, ya que sus numerosos satélites operan como un muro que impide continuar con la observación y el estudio del espacio. Sin embargo, SpaceX ha comenzado a plantear soluciones para mitigar el problema.

Los próximos satélites de Starlink serán invisibles en el cielo nocturno

La megaconstelación de satélites de la reconocida compañía espacial de Elon Musk, Starlink, es un proyecto enfocado en proporcionar conexión a Internet a todo el planeta.

No obstante, a pesar de sus prometedores beneficios que hasta facilitan Internet a los aviones, se trata de una iniciativa que resulta preocupante tanto para los astrónomos como para la NASA.  Puesto que, sus numerosos dispositivos generan inquietud en la exploración espacial, sobre todo por su deseo de desplegar hasta 30.000 satélites.

Ante las duras criticas por parte de los amantes de la observación espacial y la llamada de atención de la comunidad científica, SpaceX asumió su responsabilidad y se ideó una solución para que sus equipos dejarán de reflejar la luz solar en el cielo nocturno.

Por ende, anunció nuevas actualizaciones para sus satélites Starlink 2.0 y esto se resume en disminuir la interferencia que han causado en la exploración espacial y ha afectado a toda la comunidad astronómica mundial.

En un intento por resolver la problemática, Musk uso un parasol para bloquear la luz solar, pero esto interfiere en la comunicación del satélite con la Tierra y generaba una gran resistencia atmosférica.

Por medio de un documento publicado por SpaceX, se conoció que la compañía ha propuesto una serie de medidas que, más allá de resolver su actual situación, también se han planteado como nuevas soluciones que pretenden vender a otros operadores espaciales interesados en mejorar su operación.

Todas estas, tienen un objetivo muy claro: Ser invisibles a simple vista mientras se encuentre a su altitud operativa estándar, para así no causar perturbaciones durante su funcionamiento. Puesto que, al anochecer y al amanecer, los satélites de Starlink reflejan la luz solar en un cielo todavía oscuro y esto interfiere en el campo de estudio de la observación espacial.

Una de las soluciones propuestas, hace referencia al uso de un espejo dieléctrico que disminuye la reflexión. Este espejo consiste en una especie de capa de materiales plásticos, los cuales crean diversos patrones de reflexión e interfieren en la luz que reflejan, de tal modo, dicha luz será menos concentrada y menos visible desde la Tierra.

No obstante, aun así, este material conserva la conexión con la Tierra para brindar el servicio sin ninguna limitación. Si son tan eficientes como afirma SpaceX, lograrán que los satélites Starlink sean invisibles a simple vista.

El nuevo espejo dieléctrico de los satélites de SpaceX minimizará el brillo de los reflejos más de 10 veces, en comparación con la versión de película que utilizan los de la generación actual.

Otra de las soluciones que ha mencionado, radica en cambiar el color del material de los paneles solares que utilizan estos satélites. Si bien, pasarían de ser de color blanco a un rojo bastante oscuro, con el fin de que la superficie sea mucho menos reflectante.

Además de ello, para Starlink 2.0, la firma de Musk empleara una pintura de color negro de baja reflectividad sobre otros componentes que no pueden ser cubiertos por su propia película de espejo, para así pasar más desapercibido en la órbita.

Más allá de estas dos opciones, también han planteado otra solución para su segunda constelación de satélites. La cual, consiste en rotar o mover los paneles solares automáticamente, una vez estos alcancen un punto máximo de reflejo.

Según explican, dicha acción se generará en la línea “Terminator” que es la que separa la superficie de la noche y el día. Esta maniobra reducirá un 25% la energía disponible para las operaciones, pero estarán diseñados para adaptarse a este tipo de cambios.

“Esta maniobra de desvío da como resultado una reducción del 25 por ciento en la potencia disponible para los satélites. A pesar del costo, SpaceX ha diseñado específicamente los satélites de segunda generación para poder adaptarse a esta importante reducción de energía”.

Elon Musk, CEO de SpaceX.

Los amantes de la observación espacial estaban hartos de los satélites de Starlink

Desde julio de 2020, Elon Musk ha sido la piedra en el zapato para la exploración espacial. En el marco de un seminario virtual en el que participaron cientos de astrónomos, operadores de satélites y otras personas relacionadas con el cielo nocturno, mostraron su postura en contra de los satélites Starlink de SpaceX.

Alegan que las grandes constelaciones existentes y planificadas de satélites brillantes en la órbita terrestre baja, han minimizado los descubrimientos científicos a gran escala.

En aquel entonces, los expertos analizaron el impacto en este campo de la astronomía de los 538 satélites de Starlink, los cuales fueron lazados en esa fecha. Durante el estudio, detectaron que el gran problema es que producen reflejos de la luz solar en horas de la noche.

Sin embargo, el mayor dolor de cabeza para todos, radica en el deseo de Elon Musk en poner en órbita más de 30.000 satélites, pues sería un hecho que tornaría la situación mucho más difícil con respecto a la observación de asteroides.

En 2021, siguieron las criticas en contra de SpaceX y sus satélites. Puesto que, las soluciones implementadas por Elon Musk que se basaban en aplicar una capa de pintura especial para reducir el albedo o reflectividad a la radiación, no funcionaron.

Estos objetos seguían siendo un 99% brillantes y así, no paraban de afectar el campo de estudio de observación especial. Por ende, la comunidad de astrónomos estaba harta de las operaciones de Starlink.

Debido a que SpaceX no había proporcionado soluciones eficaces al respecto, los expertos no dudaron en seguir pronunciándose para que Musk tomará una decisión que, en realidad, pudiera favorecerlos.

Así que, finalmente, el multimillonario también dueño de Tesla, se apiado de los amantes de la observación espacial. En su reciente informe, señala que los próximos satélites de Starlink resolverán esta situación, a tal punto de convertirse en objetos invisible a simple vista en el cielo nocturno.