Una flota de robots recolectores de plástico tiene la misión de “salvar” y descontaminar Grandes Lagos en Ontario

Un equipo de la Universidad de Toronto ha trabajado en la recolección de basura en el lago Ontario con contenedores desde 2019. A partir de este 16 de octubre, se conoció que comenzaron a utilizar una flota de robots recolectores de plástico que han sido diseñados para descontaminar y salvar grandes lagos, ya que atraen suavemente los desechos flotantes y almacenan la basura en una canasta adjunta. En promedio, cada día capturan 28 gramos de residuos y eso se traduce en un par de cientos a 2000 piezas de microplástico.

Si bien, alrededor de 40 millones de personas dependen de los lagos como fuente principal de agua potable, pocos son los que se preocupan por prevenir o minimizar su contaminación. Lo peor, es que estos desechos se descomponen y son devorados por los peces, absorbidos por las plantas de tratamiento de agua circundante y/o llevados a la orilla o hacia el océano. Así, la contaminación resulta preocupante y en efecto, los expertos de la Universidad de Toronto han aprovechado la tecnología para empezar a resguardar Grandes Lagos en Ontario.

Una flota de robots se dedica a recolectar plástico de Grandes Lagos

Un equipo de científicos de la Universidad de Toronto ha encabezado una ardua labor en torno a la recolección de desechos en el lago Ontario. Recientemente, Chelsea Rochman, profesora de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Toronto, confirmó que han empezado a trabajar con una flota de robots que se dedica a recolectar el plástico acumulado. Se trata de un conjunto de dispositivos llamados “Seabins” y están diseñados para minimizar la contaminación en alta mar.

Básicamente, los “Seabins” son equipos que emplean un motor capaz de crear un vórtice que atrae los desechos flotantes suavemente, desde un radio de 160 pies; para después almacenar la basura en una canasta adjunta. En ese sentido, prácticamente, es como un bote de basura flotante que reside en la costa y trabaja incansablemente. Cada día, en promedio, esta flota de robots captura 28 gramos de residuos y con el tiempo, esperan poder eliminar la cantidad de plástico equivalente a 7.000 botellas plásticas de agua.

“Los 28 gramos se traducen en un par de cientos a 2000 piezas de microplástico, junto con múltiples piezas de desechos más grandes”.

Chelsea Rochman, profesora de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Toronto.

Hasta el momento, sólo son 12 los contenedores que supervisa el equipo de la universidad y así, simplemente constituyen una fracción de todos los dispositivos desplegados en alrededor de 45 puertos deportivos en la región de los Grandes Lagos. Por el momento, cada pieza de basura capturada en estos 12 contenedores se califica como otro punto de datos, ya que los estudiantes se encargan de contar, clasificar y desechar su contenido.

De este modo, han podido percibir que el contendor de basura municipal desbordado a lo largo de la acera, los sistemas de alcantarillado, los derrames industriales, los desechos de la playa, los deseos agrícolas, la navegación recreativa y la escorrentía de aguas pluvias producen residuos que terminan en los lagos. Según lo que señalan, la cantidad de colillas de cigarros, envases de espuma, zapatos viejos, restos de comida, cepillos de dientes, hilos dentales y jeringas, es absurda.

“Como la captura más sorprendente de todas, los estudiantes han contado rebanadas de fiambre, zapatos viejos y, una vez, un coco en los Seabins este verano”.

Chelsea Rochman, profesora de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Toronto.

En tal sentido, a pesar de que los grupos locales se mantienen organizados para realizar limpiezas de playas constantemente, no son capaces de eliminar los deseos las 24 horas del día y por supuesto, todo esto se concentra en los lagos con el paso del tiempo. Entonces, a diferencia de las personas, esta flota de robots trabaja 24/7 y también tienen la capacidad de recoger los pequeños residuos, los cuales son imposibles de recolectar por los grupos locales.

Ahora bien, a medida que se llenan estos contenedores, los propietarios y socios de puertos deportivos en conjunto con organizaciones locales, se reúnen para pesar y desechar el contenido de los contenedores de los Seabins, desplegados en más de 44 lugares. De la misma manera, efectúan auditorías completas de caracterización de residuos de 5 a 10 veces al año, con el objetivo de obtener más información para presentar pruebas y concientizar a las personas sobre la contaminación.

En el lapso de un año, esta tecnología podría capturar más de 74.000 piezas de basura para minimizar la acumulación de desechos en los lagos.

Por otro lado, aunque la tecnología muestra un gran avance para cooperar en pro del ecosistema, muchos señalan que sigue siendo un enfoque reactivo porque ayudan a limpiar los lagos, pero no a clasificar los desechos recogidos. En otras palabras, la elección humana sobre cuánto plástico se produce, se consume y se desecha son el núcleo del problema de los Grandes Lagos. Por ende, las tecnologías por sí solas no van a resolver la situación y solamente proporcionan una compresión del alcance del problema.

Otros proyectos útiles para recolectar el plástico contaminante

Uno de los proyectos más interesantes sobre recolectar el plástico contaminante en el mar, tiene por nombre “The Ocean Cleanup” y consiste en una amplia red marina que recauda la basura que flota en el mar y procede a reciclarla. Así, se define como un sistema de limpieza pasivo capaz de limpiar el 50% del plástico de la acumulación en el Pacífico, específicamente en la zona de “Isla de Basura”. En un periodo de 5 años, se estima que podrá acaparar todos los desechos plásticos en este lugar para evitar la entrada de un 80% de residuos al océano.

También encontramos el proyecto “Draper”, un dron submarino que detecta microplásticos. Se trata de una tecnología de diseño futurista que surca las profundidades del océano y obtiene muestras de microplástico. Estas le ayudan a realizar mapas de contaminación detallados para saber cómo son los residuos y donde se concentran, con el fin de construir una estrategia eficaz contra el problema. Lo mejor es que funciona de manera autónoma, ya que se recarga por medio de energía eólica.

Otro ejemplo de uso de la tecnología dron para luchar contra la contaminación plástica en el mar, es “WasteShark”. Es un pequeño robot desarrollado en Holanda que se califica como un “comedor de basura”, es decir que, se traga los residuos por medio de una abertura frontal. Durante el día, este dron come residuos puede recoger hasta 500 kg de restos contaminantes.

Respecto a este tipo de proyectos, también se conoce una planta de reciclaje en un barco solar: Manta. Se refiere a una interesante iniciativa para limpiar la basura del mar y es un catamarán gigante que opera con energía solar y eólica, para recoger, clasificar, compactar, almacenar y transformar el plástico en energía. El plan de esta planta de tratamiento de residuos flotantes consiste en devolver la mayoría de residuos plásticos a la Tierra para su tratamiento y reciclaje.