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La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó para el consumo humano la carne de pollo elaborada en un laboratorio. Sus creadores aseguran que no representa ningún riesgo para la salud. La medida es un hecho histórico que no ha escapado de las críticas por los procedimientos implicados.
Antes del anuncio, el único país que había otorgado permisos a este tipo de alimentos era Singapur en diciembre de 2020. En aquella oportunidad, se trató de los llamados nuggets de pollo, los cuales eran elaborados a través de células en un laboratorio. Los derechos de distribución los ganó la compañía Eat Just, que tiene su sede en la ciudad de San Francisco.
La primera carne cultivada en laboratorio ya tiene la aprobación de la FDA
La propuesta que recibió la aprobación de parte de la FDA es de Upside Foods, la cual funciona en California desde 2015. La misión que tendrán ahora es vender carne de pollo producida mediante procesos químicos en vez de recurrir a la matanza de animales. En el comunicado que se lee en el sitio web, indican que la calidad y el sabor es comparable a la que se produce de forma natural.
La FDA de EEUU dijo este miércoles que un producto de carne elaborado en un laboratorio era seguro para su consumo humano.
¿Qué significa este anuncio? https://t.co/0PolEdvGLQ
— Univision Noticias (@UniNoticias) November 17, 2022
La CEO de Upside Foods, Uma Valenti, sostuvo en declaraciones que la aprobación es un hito importante para la industria y que dará a los consumidores muy pronto la posibilidad de probar este producto, que de una vez indicaron que no se trata de comida vegana ni vegetariana. Aún así, eso no significa que ya esté disponible en los supermercados. Todavía faltan algunos procesos de inspección y verificación por parte de las autoridades.
En una primera instancia, piensan colocarlo en el menú de un restaurante llamado Atelier Crenn, el cual funciona en la ciudad de San Francisco. Después irá a otros locales seleccionados hasta que finalmente esté disponible para llevarlo a los hogares. Valeti asegura que es un proceso en el que llevan unos siete años. Al igual que ellos, hay otras empresas emergentes que tienen procesos similares que esperan por su aprobación.
Hay otros aspectos que se deben estudiar y se relaciona con los costos. Hasta el momento, es mucho más caro producir estos alimentos que los tradicionales. Las estructuras de precios dicen que los empaques costarán cerca de 17 €, por lo que no se descarta que al comienzo se mezclen con proteínas naturales. Es clave mejorar la escalabilidad y las proyecciones indican que eso podría tardar un máximo de 15 años.
Explican los involucrados cómo es el proceso de producción en los laboratorios de estas carnes. Lo primero que hacen es aislar las células y llevarlas a un congelador. Después se introducen a los tanques de acero en los que los biorreactores las mezclan con otros componentes en los que aportan los nutrientes necesarios para que sean similares a la que se consume tras sacrificar a un animal. Según varios portales, hay empresas que realizan pruebas con salmón y carne de res.
La FDA es experta en aprobar comida de porquería los últimos años
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Los impactos negativos que tiene la producción de carne sintética son muchos. El científico Manuel Collado sostiene que se ingerirá tejido vacuno que puede traer riesgos en la salud del consumidor. Contó que dentro de la comunidad de investigadores hay una gran preocupación por la masificación de estos productos, en especial por el uso que se realizará de determinados tipos de células. Pero además, los valores proteicos de la comida natural son insustituibles.
Tristemente la mayoría de los quesos que vemos en los supermercados incluyen solo 50% de queso en sus ingredientes. El resto es sal, almidón modificado, colorantes y grasa. El FDA lo llama ‘Pasteurized Processed Cheese Product’ busque que el queso incluya las palabras: natural. pic.twitter.com/44A3akkIas
— Alana Lolita (@AlanaLolita) July 12, 2022
Eso no es un inconveniente para que la FDA apruebe su uso al igual que la probable masificación en los supermercados en el futuro cercano. Así queda evidenciado al revisar algunos de los alimentos que pueden ser muy dañinos, pero que reportan beneficios comerciales.
En primer lugar, se deben mencionar los productos modificados genéticamente, los cuales son obtenidos a través de la biotecnología. Entre ellos destacan la soya, el maíz, el algodón y la canola. En la mayoría de los casos, no hay una división específica en cuanto a los medios de producción y las etiquetas han sido modificadas.
En un segundo escaño, están los colorantes sintéticos. Hay muchos que son utilizados en los alimentos sin explicar los peligros reales que estos conllevan para la salud. El profesor Lorne J. Hofseth considera que la aparición temprana de algunos tipos de cáncer guarda relación con el consumo excesivo de sustancias artificiales. Nombra en su declaración el azúcar refinada y los granos agregados, los cuales forman parte de bebidas gaseosas, dulces industriales y carnes procesadas.
En otra parte de la conversación, Hofseth explica que hay un tinte para dar color a los alimentos llamado naftaleno, el cual proviene del petróleo. Partiendo de él, se crea el colorante azo. Lo complicado es que están aprobados y las fábricas prefieren utilizarlos porque son más baratos que los naturales y tienen una mayor duración. Aáde que en la clasificación que realiza la FDA ninguno aparece como cancerígeno, pero existen nuevas evidencias que demuestran su relación con estos padecimientos.
Un tercer producto que se aprobó su uso hace unos cuantos años es la Olestra, un sustituto de las grasas, que al parecer no aporta ningún daño a los alimentos sino más bien beneficios. Su desarrollo no es nuevo, se remonta a la década de 1970 y se utiliza mucho en las patatas fritas, galletas y otros snack que reciben la clasificación de light. Uno de los principales peligros que destacan los profesionales es que limita la absorción de vitaminas y nutrientes que son fundamentales para la protección del organismo.
Pero los anteriores no son los únicos, hay una larga lista de alimentos perjudiciales que se utilizan previa aprobación. Agrégale también el butilhidroxianisol, que se utiliza para degradar las grasas, el amarillo crepúsculo que está presente en un gran número de mermeladas, el aceite vegetal brominado que es un ingrediente de las bebidas energéticas y las hormonas de crecimiento.