¡Más control sobre la natalidad! Desarrollan Risug; un anticonceptivo masculino que te “esteriliza” por hasta 10 años

Durante años hemos buscado un anticonceptivo definitivo que genere la menor cantidad de efectos secundarios posibles, y nos “salve” de la posibilidad de un embarazo no deseado. Pues ahora mismo está en proceso y se llama Risug (Reversible Sperm Inhibition Under Control), el cual está en fase de pruebas ahora mismo en la India.

Este nuevo anticonceptivo masculino se administra en forma de inyección y tiene una efectividad de hasta 10 años, aunque a medida que el tiempo pasa va perdiendo su efectividad. Sin embargo, en foros de Internet, los conspiranoicos no han perdido oportunidad para relacionar este invento con la, para ellos, obsesión de las élites a controlar nuestra natalidad en todo sentido.

Desarrollan un anticonceptivo masculino que evita embarazos por 10 años

El anticonceptivo masculino Risug lleva varios años siendo desarrollado en India, para brindar a los jóvenes la posibilidad de tener un mayor control sobre su paternidad. Hasta ahora ha sido administrado con éxito en al menos 300 personas, donde se ha observado un 97% de efectividad (lo cual se considera algo bajo, lo ideal es 99.9%), y ningún tipo de efecto secundario severo hasta la fecha.

Sin embargo, aún las pruebas están en etapa muy temprana. Al ser un fármaco con un efecto a tan largo plazo, es necesario tomarse más tiempo para confirmar varias cosas; como la calidad del esperma de los pacientes luego de que el efecto de la inyección se termine, o incluso monitorear durante más tiempo los posibles cambios hormonales que un fármaco de esta naturaleza podría generar.

Su funcionamiento es bastante extraño e innovador, ya que este no evita que se sigan produciendo espermatozoides sanos y fértiles en el hombre, lo que en principio debería evitar cualquier problema a nivel hormonal, sino que lo que hace es “mutilarlos” de sus colas, de tal modo que les sea prácticamente imposible impulsarse para escalar las paredes del útero hasta las trompas de Falopio hasta llegar al óvulo que desea fecundar.

La aplicación del fármaco es también ligeramente diferente, ya que no se aplica de forma intramuscular para que se disemine por todo el organismo. En este caso, se inyecta la sustancia de forma directa en el conducto deferente del sistema reproductor masculino.

Debido a dicho método de aplicación, los pacientes de prueba hasta ahora han reportado ciertos efectos secundarios leves como dolor en el escroto, así como también inflamación en dicha zona, aunque estos han sido netamente temporales y se han solventado escasos días luego de ser administrada la inyección.

Cabe destacar que, si bien la idea de este anticonceptivo suena revolucionaria, no es para nada único en su tipo. De hecho en Estados Unidos desde hace un par de años se ha comenzado a desarrollar otro fármacos de características y un funcionamiento prácticamente idéntico llamado Vasalgel, el cual también está en fase de pruebas y espera la aprobación para ser producido en masa lo antes posible.

Anticonceptivos de larga duración y aborto; la fórmula secreta para controlar la natalidad

Si bien este nuevo fármaco ha sido tomado como una buena noticia por una gran parte de la comunidad digital, hay un sector importante de la misma que piensa con “malicia” al respecto, y ve esto como un nuevo paso clave en la preparación de la llamada Agenda 2030 que tanto debate ha generado en Internet los últimos años.

En este caso, es evidente las intenciones desmedidas que tienen las élites por controlar por completo nuestra natalidad, y así evitar que la población mundial siga creciendo al ritmo que lo está haciendo en los últimos años. En este sentido, se ha comprobado que los anticonceptivos de larga duración juegan un papel clave, y evitan de forma regular cada año millones de nacimientos alrededor del mundo.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) de España ha publicado este miércoles los datos del primer semestre de 2022, en el que nacieron 159.705 bebés.

Además, está el tema del aborto, un tema que hasta hace poco era tabú, pero que en los últimos 5 años se ha “popularizado” a tal punto, que hoy es posible abortar con total libertad en diversos países sin riesgo de una pena de cárcel para los implicados, ya que la vida de un bebé vale menos que la comodidad de sus padres que no tuvieron problemas al momento de concebirlo.

En este caso, se ha demostrado que el aborto es la forma más efectiva para reducir la natalidad en los países de todo el mundo. A tal punto que los países en los que ya se ha aprobado esta medida, que muchos consideran aberrante, han visto en los últimos dos años una reducción tremenda en la cantidad de nacimientos, lo que a su vez podría generar problemas económicos graves para dichos territorios si se invierte la pirámide de edad poblacional.

El problema con el aborto, es que podría crear un escenario en el que los nacimientos se vean tan reducidos, que luego de unos años tengamos el mismo problema que tienen hoy países como Canadá, Islandia o Noruega, donde la cantidad de jóvenes es considerablemente menor a la de los adultos mayores, lo que crea sociedades ancianas con escaza fuerza laboral menor de 30 años. Sin embargo, en el corto plazo parece no interesarle nada de esto a los principales promotores del aborto y otros métodos de control de natalidad.

Pero el aborto y los anticonceptivos no son las únicas armas que utilizan para controlar la natalidad. Ahora también se ha puesto muy de moda la idea de no tener hijos por parte de los jóvenes. Según diversas encuestas realizadas en Estados Unidos, 3 de cada 10 personas menores de 30 años no desean procrear, o al menos no en el corto plazo.

Entre las excusas que suelen dar, está el hecho de que el mundo es un desastre para ellos, que los humanos estamos acabando con el planeta y ellos no quieren ser “cómplices” de ello, o que simplemente quieren disfrutar a plenitud sus 20’s, siendo esta última la única argumentaria que no forma parte de la extrema propaganda fatalista que vemos en medios de comunicación y redes sociales.

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— 800 razones para no tener hijos (@800reasonswhy) September 4, 2018