¡Giro radical! Una demanda a Microsoft, Github y OpenIA cambiará para siempre los derechos de autor sobre la inteligencia artificial

El día 3 de noviembre, un desarrollador de nombre Matthew Butterick, anunció a través de la página githubcopilotlitigation.com que junto a la firma de abogados Joseph Saveri, acababa de iniciar un proceso legal en la corte federal de San Francisco, para investigar los métodos que ha estado utilizando GitHub Copilot.

La demanda se realiza a nombre de millones de usuarios en GitHub, que han confiado su código a la plataforma para luego verlo utilizado en el nuevo asistente de programación por Inteligencia Artificial creado por la empresa, sin recibir ninguna retribución de parte de la misma. El proceso aún se encuentra en sus fases iniciales, pero podría ejercer un cambio significativo en el futuro de la tecnología.

Demandan a Microsoft, GitHub y OpenIA por usar IA para reproducir código de fuente abierta

2023 ha sido el año de la inteligencia artificial. Ahora más que nunca estas nuevas tecnologías se están apoderando de todos los campos en el desarrollo y el entretenimiento. Aunque muchos de los avances aún no son sólidos, estas fases iniciales están colocando las bases de lo que será el futuro cercano y, como era de esperarse los conflictos comienzan a aparecer.

La inteligencia artificial funcionan de una forma similar a las orgánicas, alimentándose del contenido existente para registrar patrones, asimilarlos y reproducirlos. Mientras más avanzada la inteligencia, más información consume y detecta patrones aún más complejos. Estamos llegando a un punto en el que, aparentemente, la inteligencia artificial puede realizar funciones que hasta ahora solo eran posibles para la mente humana, pero a una velocidad mucho mayor.

El problema es que, para lograrlo ha estado consumiendo muchísimo contenido creado por personas reales y los autores comienzan a preocuparse por las consecuencias que este tipo de métodos puedan tener en la ideación de contenido original. Las preocupaciones van desde el plagio hasta el desplazamiento de los creadores orgánicos en favor de sistemas artificiales, que funcionan mucho más rápido.

Uno de los sectores que podría verse más afectado es el de la programación, pues existen muchos procesos que se realizan de manera mecánica siguiendo parámetros preestablecidos. Con esta premisa en mente, Github de Microsoft, en alianza con OpenIA, crearon el asistente de programación Copilot, que es capaz de predecir líneas y hasta fragmentos enteros de código para acelerar los avances.

Desde su anuncio en junio del año pasado, algunos desarrolladores se han cuestionado la ética y legalidad de ciertos factores, así como las implicaciones que tendrá para los trabajadores de la industria, especialmente para el movimiento Open Source, que busca la descentralización de los códigos y la creación cooperativa.

GitHub, ha sido por mucho tiempo uno de los principales centros para este movimiento permitiendo el acceso a millones de proyectos creados por usuarios de todo el mundo. Una herramienta muy útil por cientos de motivos que ha tenido la confianza de los programadores, pues entre sus condiciones de uso, promete no obtener ganancias de los repositorios publicados allí.

Pero tras el lanzamiento de GitHub Copilot hace casi 5 meses, los programadores han comenzado a notar que quizás esto no sea del todo cierto pues, para emular el desempeño de un desarrollador real, esta herramienta hace precisamente eso y copia segmentos de código al pie de la letra.

Viéndolo desde otro ángulo es como si en vez de “aprender a programar”, lo que realmente aprendió es en qué momentos introducir el código realizado por una persona real.

Cabe destacar que GitHub está cobrando €10 al mes por el uso de este servicio, por tanto, varias violaciones a las políticas de la empresa y a las normas en general de los derechos de autor, han sido señaladas por un grupo de programadores que se dispone a presentar una demanda colectiva hacia las multimillonarias empresas.

“Creo que es realmente simple. Los sistemas de IA no son cajas negras mágicas que están exentas de la ley, y la única forma en que vamos a tener una IA responsable es si es justa y ética para todos. Por lo tanto, los propietarios de estos sistemas deben seguir siendo responsables”.

Matthew Butterick, programador y abogado.

Una demanda que cambiará para siempre la forma en la que definimos los derechos de autor de las IA

El método que está utilizando GitHub ha sido señalado por algunos de los afectados como “blanqueo de código abierto”, sacando beneficios de los vacíos legales que existen en las licencias para este tipo de código, sin el consentimiento explícito de los creadores. De alguna forma están consiguiendo dinero al vender un código que en realidad no les pertenecía, utilizando como escudo algunas ambigüedades en las normativas.

Desde que los participantes para la versión de prueba recibieron acceso a Copilot, las quejas empezaron a llover. Algunos notaron líneas de código extrañamente familiares, pero más adelante fue evidente que la herramienta es capaz de copiar porciones mucho más grandes sin ninguna atribución e igualmente cobrar por el servicio.

La demanda fue firmada el viernes pasado a nombre de Matthew Butterick, quien no solo es desarrollador sino también abogado, por lo cual se encuentra muy involucrado con ambos aspectos del caso, y está respaldado por otros programadores afectados por la situación. Según sus propias declaraciones, él y su equipo legal esperan que este caso tenga una influencia significativa en la ruta que el manejo de la inteligencia artificial va a tomar próximamente.

El desarrollador alega que su asistente de codificación impulsado por IA (Copilot) viola las leyes de derechos de autor, como las políticas de #GitHub: https://t.co/lezPntf8L3

— hiberhernandez.com (@hiberhdz) November 7, 2022

En caso de que proceda, una acción legal así logrará que las grandes corporaciones tomen nota a la hora de desarrollar este tipo de softwares, considerando factores que hasta ahora han sido dejado de lados y que servirán como precedente y reprimenda para aquellos que quieran utilizar el trabajo de otros como fuente de ingreso por medio de la IA.

Los detalles de la demanda aún no se han dado a conocer, pero hay quienes estiman que existe sustento legal para firmar por 9 mil millones de dólares. Esto basado en la cantidad de infracciones estimadas que sobrepasa los 3 millones. Con multas de $2,500 establecidas por la ley para cada infracción. Aún tendremos que esperar para saber qué respuesta darán las compañías involucradas ante tales acusaciones.

Por ahora, solo tenemos el comunicado que se publicó unos días antes de la demanda, en el que GitHub prometía que, a partir del próximo año, incluirían etiquetas con los nombres del autor original en las líneas o secciones que así lo requirieran. Pero esto no parece ser suficiente para los demandantes, pues la herramienta ya ha estado funcionando sin acreditación por meses y con la intención de ganar dinero. En otras palabras, el daño ya está hecho.

La cantidad de leyes y normativas que se han violado es extensa, pero entre ellas destaca la Sección 1202 de la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital (DMCA), que se trata de un estatuto federal, la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) y las normativas de uso establecidas por la misma plataforma de GitHub.