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Un equipo de científicos de la Universidad de Bangor en Gales, realizaron un estudio y hallaron que las anguilas y otros animales son víctimas de los festivales musicales. Según la investigación, el uso de sustancias ilícitas y la micción pública característica de estos eventos al aire libre, producen una gran contaminación en los ríos locales con drogas recreativas y alteran el ciclo de vida de estas especies animales, las cuales dieron positivos en MDMA y cocaína.
En el caso del MDMA (popularmente conocida como “éxtasis”), se detectó en niveles perjudiciales para el medio ambiente y con respecto a los niveles de cocaína, fueron tan altos como para afectar a la población local de anguila europea, una especie que se encuentran en peligro crítico y en alto riesgo de extinción. Estas sustancias pueden provocar daño muscular y alterar su complejo ciclo de vida, como resultado de estos eventos recreativos que se han convertido en el mercado perfecto de las drogas.
Anguilas y otros animales dan positivo en MDMA y cocaína
En la Universidad de Bangor, en Gales, un grupo de científicos se idearon una investigación para descubrir cómo las anguilas y otros animales son afectados por vivir cerca de festivales musicales. Específicamente, después del icónico Festival Glastonbury del Reino Unido, los expertos recolectaron agua del río Whitelake en Somerset y hallaron preocupantes niveles de MDMA y cocaína.
Para obtener estos resultados, los investigadores recolectaron varias pruebas del río en cuestión, tanto aguas arriba y aguas abajo del sitio del festival, como también durante las semanas previas, durante y después del evento. Tras recaudar estas muestras y llevar a cabo el análisis correspondiente, dichos científicos encontraron que los rastros de las sustancias ilícitas eran significativamente más altos durante el fin de semana posterior al festival en el sitio de Whitelake, es decir, río abajo del festival.
De la misma manera, el estudio en cuestión expuso a las anguilas europeas a concentraciones de cocaína, tal y como sobreviven en su hábitat natural. Así, hallaron que esta especie animal en peligro crítico experimentó una fuerte alteración en su sistema endocrino, lo cual produjo un retraso en la maduración sexual. En otras palabras, pasaron mucho más tiempo en su fase de angulas y la droga logró interrumpir sus tasas de reproducción común.
Por lo tanto, los niveles de cocaína que se registran después de un festival de este tipo, son bastante altos como para alterar a la población local de anguila europea, que se encuentra en alto riesgo de extinción. Esto se debe a que, más allá de experimentar una perturbación en su sistema endocrino y en su reproducción, estas sustancias provocan daños musculares y hasta interrumpen su complejo ciclo de vida. Así como ocurre con otros animales que residen en zonas cercanas a donde se realizan estos eventos con fines recreativos.
Un claro ejemplo de ello, es el efecto agudo que genera en los organismos vitales que se ubican más abajo en la cadena alimenticia, como la especie Daphnia, unos diminutos crustáceos planctónicos. Según la evaluación de los expertos, se halló que las concentraciones de éxtasis o MDMA en este río eran los suficientemente altas como para causar una inhibición del 50% de la función en Daphnia.
“El término inhibición del 50 por ciento de una función puede referirse a cualquier cosa, desde la tasa de crecimiento hasta la tasa de respiración. Básicamente, esto significa que Daphnia funcionará al 50 por ciento de su capacidad”.
Dan Aberg, autor del estudio del Wolfson Carbon Capture Lab en la Universidad de Bangor.
Más allá del uso excesivo de drogas que altera el hábitat natural de las anguilas y otros animales, la micción pública es otro de los problemas generalizados de este tipo de eventos. El cual, se trata del proceso mediante el cual la vejiga urinaria elimina la orina contenida. Aunque a los asistentes a estos festivales se les indica que utilicen los baños provistos, la mayoría de ellos ignora esto y lo hace en cualquier área del evento.
Así, en vista de que casi todas las drogas recreativas y sus metabolitos se excretan en la orina, los expertos resaltan que la orina mezclada con drogas se filtra en el suelo y avanza río abajo, directamente desde el lugar del festival. Como consecuencia, puede llegar hasta las vías fluviales cercanas y generar una mayor contaminación que, con el tiempo, hasta puede afectar a los mismos humanos.
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Todo esto, da una idea de cuán extendida podría estar la contaminación producida por los festivales de música electrónica. Aunque Glastonbury se ha calificado como uno de los más respetuosos con el medio ambiente en el mundo, se ha descubierto que causa altas tasas de contaminación. Por ende, las conclusiones de esta investigación estiman que otros festivales son fuentes de contaminación de muchas más drogas ilícitas y en efecto, podrían estar liberando cantidades mucho más extensas y preocupantes.
“Muchos otros festivales, tanto en espacios verdes como en ciudades, tienen peores instalaciones sanitarias y no educan a sus asistentes sobre el respeto por la tierra. Mientras haya humanos tomando drogas y orinando, es probable que los productos farmacéuticos se filtren en el ecosistema circundante”.
Dan Aberg, autor del estudio del Wolfson Carbon Capture Lab en la Universidad de Bangor.
Cómo la música electrónica se ha convertido en el mercado perfecto de las drogas
Para nadie es un secreto que, la relación entre la música electrónica y las drogas es inherente. Sin embargo, el debate empieza cuándo se enfatiza que los festivales de este tipo de música se han convertido en el principal mercado de las drogas, aunque muchos creen que es así, otros cuestionan dicha afirmación.
Si bien, es un mercado potencial para distribuir sustancias ilícitas, los asistentes no están obligados a consumirlas. Sin embargo, la mayoría de personas que sienten pasión por la música electrónica y asisten a estos festivales en cualquier parte del mundo, declaran que cuando aumenta la celeridad y fuerza de los sonidos propios de este género, también aumenta el consumo de drogas.
Científicamente, todavía no se descubre si se trata de una vinculación inherente y simbiótica entre ambos elementos que están en una constante retroalimentación o si, por otro lado, es una simple conexión circunstancial por el ambiente que se crea en estos eventos.
En todo caso, lo cierto es que en cualquier evento de música electrónica los presentes podrán encontrar un gran arsenal de drogas distribuidas por un sinfín de personas, en cualquier parte.
Así, se dice que el uso de drogas en estos espectáculos no depende únicamente del consumidor, muchas veces se da de forma espontánea y es algo que se debe a la facilidad de encontrar y comprar dichas sustancias ilícitas.
Por consiguiente, a pesar de que muchas personas no están a favor ni en contra de la música electrónica y las festividades que esta propone, otros hacen énfasis en que es el principal mercado de drogas y, por ende, las autoridades deben poner un freno a esto.
Así, señalan que mientras diversas organizaciones criminales se benefician del negocio de las drogas económicamente, otros jóvenes dañan su vida mientras piensan que sólo se trata de simple diversión.
Lo peor el caso, es muchas veces los mismos consumidores ni siquiera saben que les están comprando a quienes distribuyen estas sustancias en los eventos. Aunque la reacción depende de cada organismo, también depende de la “calidad” de las sustancias. Por ende, ante el desconocimiento y la ignorancia del consumidor, esto podría generar experiencias desalentadoras que hasta terminan en la muerte.