¿En serio Jeff? Acusan a Amazon de robarse las propinas de sus repartidores y podría caerle una demanda

El pasado 7 de diciembre, el fiscal general de Washington D.C, Karl Racine, oficializó una acusación contra Amazon por robar casi 62M€ a sus repartidores. Se trata de una sanción que señala al gigante del comercio electrónico de aprovecharse de sus empleados y despilfarrar ese dinero a lo largo de los años. Después de más de tres años, el ente gubernamental quiere que la firma de Jeff Bezos recompense a los clientes engañados en el proceso de compra. La demanda espera proporcionar a los trabajadores las propinas que se les deben e informarles a los consumidores la verdad.

Recordemos que, en febrero de 2021, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos exigió a Amazon que pagará casi 62M€ a los conductores privados de propina de los clientes entre 2016 y 2019. Ahora, la FTC espera que la compañía deje de huir de la rendición de cuentas que le corresponde, para que afronte las sanciones civiles establecidas por daños al consumidor. Sin embargo, todo parece indicar que la firma se ha negado.

Acusan a Amazon de robarse la propina de sus repartidores

A finales de 2016, poco después del lanzamiento de Amazon Flex como un servicio para permitir que la gente común usar sus propios vehículos para entregar paquetes en nombre de Amazon, se conoció que la compañía empezó a robar las propinas de los conductores, según investigación de la FTC. Si bien, los choferes podían recibir propinas por ciertas entregas y Amazon les entregaría el 100% de las mismas a través de su servicio de mensajería, lo cierto es que no lo cumplieron.

En menos de un año, Amazon realizó un cambio de su sistema de pago, en secreto. Se trata de un método variable en el que las ganancias de los conductores podrían fluctuar en función de un algoritmo interno. Entonces, bajo este sistema, Amazon podría anunciar un pago de 18 a 24€ por una entrega, pero si el cliente le daba una propina de 6€, el servicio le pagaría al conductor solo 12€ (para completar un pago total de 18€, por ejemplo).

La FTC descubrió que Amazon emplea un mecanismo para hacer creer a sus clientes que están compensando a los choferes, pero en realidad lo que hacen es costear gastos laborales de Amazon.

Por su parte, tal y como señalan los reguladores, Amazon aprovechó su relevancia en el mercado del comercio electrónico para disuadir a los consumidores a dar propinas en efectivo. Esto, a pesar de que la aplicación determinó que “no se acepta efectivo en el momento de la entrega”, para que los conductores no pudieran recibir dicho dinero. Por lo tanto, robó gran parte de las propinas dirigidas a sus empleados de Amazon Flex.

Por consiguiente, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos exigió a la directiva de Amazon que pagará casi 62M€ a sus conductores, quienes fueron privados de propinas de los clientes entre 2016 y 2019. Dicha solicitud se hizo oficial en febrero de 2021, pero la firma de Jeff Bezos no aceptó estas irregularidades en sus operaciones. No obstante, reembolsó una parte de estas ganancias a los conductores.

Sin embargo, lo cierto es que esto no resolvió casi nada. Como resultado, el pasado miércoles 7 de diciembre, el fiscal general de Washington, Karl Racine, anunció una posible demanda contra el gigante del comercio electrónico, en la que se le acuda de robar las propinas a los repartidores y al mismo tiempo, de engañar a los clientes sobre quién recibía las propinas realmente.

Aunque reembolsó el dinero a la mayoría de los repartidos de Amazon Flex en 2021, como parte de su acuerdo con los reguladores estadounidenses; la firma ha escapado de la rendición de cuentas adecuadas y ha pasado por alto las sanciones civiles fijadas por daños al consumidor. Esto, fue presentado ante el tribunal superior de DC.

“Los consumidores necesitan saber a dónde van sus propinas. Esta demanda se trata de proporcionar a los trabajadores las propinas que se les deben y decirles a los consumidores la verdad”.

Karl Racine, fiscal general de Washington D.C.

Como la noticia causó furor, Amazon no dudó en pronunciarse y desestimó la más reciente presentación legal en forma de acusación emitida por estos reguladores. Así, destacan que se trata de una demanda que involucra una práctica que la compañía ya cambió hace tres años y en este momento, sus políticas han mejorado. Además, defienden que el dinero de los clientes fue devuelto a los empleados como parte de un acuerdo con la FTC en 2021.

“Si bien, no estamos de acuerdo en que la forma histórica en que informamos el pago a los conductores no estaba clara, agregamos claridad adicional en 2019 y nos complace dejar este asunto atrás. Los socios de entrega de Amazon Flex desempeñan un papel importante en el servicio a los clientes todos los días, razón por la cual ganan entre los mejores de la industria”.

Un portavoz de Amazon a CBS News en un comunicado.

¿Podrían demandar a Amazon por robar a sus repartidores?

La reciente acusación dirigida a Amazon por parte de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, es grave y podría poner en riesgo a la firma de recibir una fuerte demanda. Según Rohit Chopra, comisionado de la FTC, el organismo debe investigar si Amazon violó las leyes antimonopolio, para poder imponer más sanciones al gigante el ecommerce.

En sus declaraciones, Chopra señala que este esquema generó beneficios significativos para la empresa, quienes se enriquecieron vilmente a costa del trabajo de sus socios de Amazon Flex y bajo engaños hacia los clientes de la empresa. En efecto, por daños al consumidor, esta no puede ser la única acción que se tome en contra de la compañía de Bezos. Dado que, aunque es una de las empresas más poderosas y temidas del mundo, esto no significa que puede estar por encima de la ley.

De la misma manera, el comisionado de la FTC destaca que el hecho de establecer más sanciones en otra de Amazon, sería el único medio para proteger también a los empleados y a las familias de los intermediarios dominantes. De allí, la importancia de descubrir si está involucrada en conductas anticompetitivas que engañan a los trabajadores y aplastan a los competidores respetuosos de la ley.

Todo esto significa que, Amazon está en riesgo de recibir varias demandas en Estados Unidos y dicha situación es desfavorable, sobre todo en un momento en el que ha iniciado el proceso para reducir su plantilla de trabajadores. Tomando en cuenta que, los despidos masivos de Amazon continuarán hasta 2023 y otros gigantes tecnológicos podrían hacer lo mismo.