3Deluxe nos presenta un nuevo superyate utilizando una tecnología de más de 100 años y es 100% sostenible

Los avances tecnológicos de los medios de transporte que buscan disminuir las emisiones de carbono se ven no solo en los autos, también las empresas que fabrican embarcaciones tienen sus innovaciones. Una de ellas es 3deluxe, que presentó el yate VY.01 que trabaja con baterías por electrolisis.

El ambicioso diseño fue presentado el año pasado en el marco del Mónaco Yacht Show y un aspecto interesante es que está disponible para la venta a través de NFT, por lo que de entrada se percibe la combinación que hay en la protección de la naturaleza con innovaciones tecnológicas. En la elaboración trabajaron unos 40 profesionales especializados en diversas áreas.

3Deluxe nos presenta su yate con tecnología Flettner Rotors

Este super yate con motor es de bajas emisiones de carbono, en el que se utiliza la tecnología Flettner Rotor. Para lograr sus objetivos, se vale de unos tubos verticales giratorios que transforman la energía eólica en una fuente eficiente. Pero, también se alimenta de forma silenciosa por la electricidad que generan los paneles solares que se ubican en el techo de la embarcación, que le dan la suficiente autonomía para poder movilizarse.

Esta embarcación, diseñada por la compañía 3deluxe, es 100% sostenible y promete unos interiores de lujo y todo tipo de comodidades, además de un paraíso natural cargado de frutas y verduras #yate #lujo #rodar https://t.co/fMqBERC7F6

— Summum (@summum) July 15, 2022

El yate tiene un tamaño de 100 metros, que es la base estable para tres rotores ligeros de 30 metros de altura. Este diseño marca la diferencia con los tradicionales veleros, por lo que luce como una embarcación moderna. Además, el ancho permite albergar en su interior una piscina, un salón con fogata junto a un pequeño y atractivo jardín.

Aparte, tiene un invernadero en el que se producen algunos alimentos que se utilizarán más adelante en la cocina, que se eleva en uno de los lugares que son al aire libre. Muy cerca está una sala de estar, un comedor, un pequeño parque interior y otros espacios confortables que el dueño puede darles el mejor uso, de acuerdo con sus necesidades.

Björn Asmussen, Ocean Director de 3deluxe, asegura que este perfil se enfocará en la sostenibilidad e innovación para garantizar la comodidad del futuro propietario. Pero también, a cambiar los parámetros de una industria para evitar los elementos contaminantes. Ya el año pasado se presentó un modelo de yate que se enfocó en maximizar los espacios relacionados con la naturaleza.

Flettner Rotors; una tecnología centenaria que aporta sostenibilidad a la navegación

Este sistema de impulsión eólica que fue inventado a principios del siglo XX es posible adaptarlo a las embarcaciones actuales, sin importar que hayan sido diseñadas con una tecnología diferente. Para que funcione, se utilizan los turbos verticales giratorios, basados en un efecto llamado fuerza Magnus, que gracias a los nuevos materiales que están disponibles se ha hecho cada vez más popular.

A la distancia, estos tubos o cilindros pueden parecer chimeneas. Pero la realidad es que son velas de rotor, que en la medida que el aire las mueve permiten que la embarcación se movilice con la presión alcanzada. Con esa fuerza se ahorra combustible y además se reducen las emisiones de carbono entre un 7 y 10%, por lo que es factible aplicarla en las principales rutas marítimas.

Según Maersk Tankers, el uso de esta tecnología llevará a la industria a un nuevo campo de juego. Podrá ser más competitiva en cuanto a costos y también en reducir el impacto ambiental. Lo que buscarán en los meses siguientes es ver la capacidad operativa que tienen, las distancias que pueden recorrer y sobre todo, la forma de aplicarla a los buques petroleros y a los de carga seca.

Ya hay varias empresas que comienzan a realizar sus pruebas. Uno de los acuerdos lo lograron Anemoi y Cosco Shipping Heavy Industry. A partir de este momento, trabajarán en la implementación de la tecnología de propulsión eólica. Una de las plantas de producción se localiza en China y seguirá creciendo para cubrir con las necesidades del mercado.

El director de operaciones de Anemoi Marine Technologies Nick Contopoulos, aseguró que ya lograron un primer convenio con un grupo grande de astilleros chinos, pero quieren seguir trabajando, ya que estiman que la energía impulsada por el viento reducirá las emisiones de carbono. Su equipo consta de 3.000 diseñadores y 10.000 técnicos con los que podrán presentar innovaciones en poco tiempo.

Por otro lado, en una asociación conjunta entre BHP, Pan Pacific Copper y Nippon Marine, se probará una vela de rotor en un buque que transporta minerales de China a Japón. Se tiene previsto completar la instalación para el primer trimestre del 2023 y colocarlo en funcionamiento toda vez que se realicen las pruebas respectivas. Piensan que esto les garantiza el éxito comercial a largo plazo, puesto que aligera los gastos de combustible.

Este sistema creado por el ingeniero alemán Anton Flettner fue dejado de utilizar a finales de la década de 1930 por el auge de las embarcaciones impulsadas por motor. El combustible no era tan costoso, pero tampoco se pensó mucho en el impacto ambiental que tendría su uso indiscriminado. Un primer intento por rescatar la tecnología se realizó por los años 1980, sin embargo, el paso más real y definitivo se da en el 2007.

El uso de las velas de rotor tiene sus ventajas. En primer lugar son ligeras, lo que garantiza un buen rendimiento con un peso mínimo para la embarcación. Además, son capaces de resistir condiciones climáticas severas, cumplen con las normativas de emisiones dañinas, son automatizadas y fáciles de operar, garantizan seguridad y finalmente, son adecuadas para la mayoría de los transportes, incluidos los más modernos.

En el 2019, las emisiones de carbono producidas por las embarcaciones en todo el mundo llegaron a ser de 710 millones de toneladas, es decir el 2% de la economía mundial y el 20% del transporte de mercancía. Esa es la razón por la que la Cámara Internacional de Navegación piensa que es un buen momento para revolucionar la industria y comenzar a utilizar los sistemas de propulsión marítima, con la meta de para el 2050 disminuir a la mitad los niveles de contaminación.