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Este 22 de julio, en los Países Bajos, un grupo de expertos de la Universidad Técnica de Eindhoven anunció que ha construido un prototipo de vehículo eléctrico diferente a lo que la industria ha propuesto, hasta ahora. Se trata del 'Zem EV', un auto eléctrico que es capaz de absorber dióxido de carbono mientras está en marcha y también puede recargar sus baterías con frenado regenerativo.
La principal misión del equipo de Zem, se basa en minimizar la huella de carbono, ya que hay numerosos estudios que confirman que el futuro eléctrico en la industria automóvil supone cierta contaminación a partir de las emisiones de carbono.
El Zem EV: el coche eléctrico holandés que absorbe dióxido de carbono
Pese a que, los vehículos eléctricos emiten menos dióxido de carbono (CO2) a lo largo de su ciclo de vida, en comparación con un coche de gasolina o diésel, lo cierto es que su repercusión negativa ante el medio ambiente se intensifica durante su proceso de producción. Según un informe de las Agencias de la Energía y la Administración de Transportes, en promedio, cada kWh de batería genera entre 150 y 200 kg de CO2, en la fase de fabricación.
Por lo tanto, un coche electrónico con una batería de 100 kWh emite alrededor de 15 y 20 toneladas de CO2 antes de salir a la calle.
De manera indirecta, los coches electrónicos también dejan huella de carbono cuando circulan. Puesto que, aunque carecen de tubo de escape y no expulsan partículas contaminantes, cuando se produce la electricidad que consume, se expulsa CO2 a la atmósfera.
En efecto, la fabricación de un coche eléctrico genera una cantidad de dióxido de carbono superior, con respecto a la fabricación de un vehículo por combustión de potencia y tamaño similar. Un claro de ejemplo de ello, radica en un B-SUV con potencia media (120 o 130 caballos), que produciría cerca de 13 toneladas de CO2 en la etapa de producción, mientras que su equivalente en gasolina estaría entre 5 y 6 toneladas (menos del doble).
Ante esta disyuntiva, los expertos de la Universidad Técnica de Eindhoven en Holanda, se vieron en la necesidad de buscar una solución oportuna para actuar en pro del avance de un futuro eléctrico para la industria de vehículos. Puesto que, por las diferentes problemáticas que ha protagonizado esta tecnología, son numerosas las personas que han comenzado a dudar de la misma, sobre todo por su efecto nocivo en el medio ambiente.
En consecuencia, han diseñado un nuevo modelo de coche que tiene la capacidad de capturar dióxido de carbono directamente de la atmosfera, durante todo su recorrido. Así como también, el mismo será capaz de recargar sus baterías con frenado regenerativo. Todo esto, para disminuir el impacto ambiental nocivo que produce un vehículo de tal tipo mientras está en marcha y a la hora de consumir la electricidad necesaria para funcionar.
El frenado regenerativo es un sistema que emplea un freno de reconstrucción capaz de comprimir la velocidad de un vehículo al transformar una parte de su energía cinética en energía eléctrica, con el fin de almacenarla para un uso futuro.
En pro de favorecer al medio ambiente, el equipo de Zem creó el chasis autoportante y los paneles de carrocería con técnicas de fabricación aditiva, con la finalidad de disminuir el desperdicio de materiales durante la etapa de fabricación, para así minimizar las toneladas de CO2 que se generan en esta fase. Gracias a ello, antes de salir a la calle, la huella de carbono del ‘Zem EV’ será muy baja, en comparación a lo que esta tecnología ha derivado desde siempre.
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Aparte de reducir el desperdicio de materiales a lo largo de su construcción, el plástico será reciclado y se empleará en otros proyectos posteriores. Incluso, en la propia cabina del coche, los expertos han optado por usar dicho plástico junto con varios materiales sostenibles que minimicen la contaminación ambiental. En el caso de la tapicería, se reemplazará el cuero real por la “piel inverter” que se crea a partir de la fibra de celulosa de las hojas de piña.
En las ventanas, en lugar de utilizar vidrio, estas estarán hechas de carbonatos, lo cual es menos perjudicial para el planeta. También, el auto posee espejos digitales que mejoran la seguridad del usuario.
A nivel interno, el coche contará con 9 baterías de tracción instaladas, cada una con una capacidad de 2.3 kWh para un motor de 22 kW. Sumado a esto, el prototipo está dotado por un sistema de frenado regenerativo, con el fin de exprimir más la energía de las baterías a lo largo de su funcionamiento. Aparte, este automóvil emplea un sistema de carga bidireccional para disminuir la resistencia del aire en la carretera.
Gracias a esto, según los desarrolladores del proyecto, se eliminan alrededor de 2 kg de dióxido de carbono de la atmosfera por cada 20.600 km recorridos a una velocidad de 60 km/h. De manera que, así como esperan minimizar la producción de CO2 en la etapa de producción, también estiman que se reducirá la huella de carbono de este tipo de coches cuando están en marcha, para evitar más contaminación y poder ponderarse como una alternativa más idónea ante los vehículos de gasolina o diésel.
Aunque el ‘Zem EV’ no es un vehículo libre de carbono, la realidad es que minimiza el impacto ambiental que han producido los coches electrónicos, a lo largo de la historia.
En agosto iniciará su fase de recaudación para producirlo en masa
Una de las dudas que surge al respecto, es cuando será introducida esta nueva tecnología sostenible de coches eléctricos. Tal y como señalaron los investigadores de Universidad Técnica de Eindhoven, todavía es un proyecto en desarrollo. Puesto que, a pesar del diseño y construcción del prototipo del ‘Zem EV’, todavía les queda un largo camino por recorrer para producir este vehículo en masa y extenderlo hacia otros territorios del mundo, más allá de los Países Bajos.
Es por ello que, en agosto de 2022, planean iniciar su fase de recaudación para producir numerosos ejemplares y poder comercializarlos. Dada su iniciativa tan interesante, el equipo espera que muchas empresas de la industria se interesen por invertir dinero, para así transformar positivamente el futuro eléctrico del sector automotriz, a nivel global. Por lo que, harán una gira en diferentes universidades y empresas manufacturas, para investigar alternativas que ayuden a desarrollar varias tecnologías de esta clase en paralelo.
Cabe destacar que, para captar la atención de las compañías potenciales el próximo mes, los expertos han señalado que darán muchos más detalles sobre el nuevo vehículo que diseñado. Como, por ejemplo, qué proyectos verdes se pueden iniciar a partir de esto, qué posibilidades hay de generar combustibles y plásticos sostenibles, cómo se puede mejorar la capacidad de limpieza del filtro de los vehículos eléctricos ya existentes, etc.