¡Trato hecho! Uber acepta pagar más de 600M€ al gobierno británico por considerar a sus choferes como trabajadores

Este 2 de noviembre, al margen de sus resultados del tercer trimestre de 2022, Uber informó que llegó a un acuerdo con el gobierno británico que prevé el pago de más de 600M€ a las autoridades fiscales, antes de fin de año. Se trata del impuesto de valor agregado reclamado por los altos mandos del Reino Unido, en base al IVA atrasado que está vinculado a una decisión judicial que enfatiza que sus choferes no son autónomos, sino trabajadores asalariados.

Recordemos que, en diciembre de 2021, el Tribunal Superior de Londres dictaminó que las plataformas de vehículos deben incorporar el IVA en sus tarifas, ya que tienen una relación contractual directa con los clientes. Después de muchos meses, finalmente, llegaron a un acuerdo con las autoridades británicas que postula el pago de esta millonaria suma de dinero. Se prevé que dicho fallo podría afectar el negocio.

Uber acepta pagar 600M€ al gobierno británico

Desde diciembre de 2021, Uber ha protagonizado una disputa legal con las autoridades del Reino Unido. El Tribunal Superior de Londres informó que este tipo de plataformas de vehículos que operan en la capital británica no son meros “agentes”, sino que tienen una relación contractual directa por los clientes.

En otras palabras, las autoridades británicas señalan que los conductores que trabajan en Uber y en esta clase de plataformas no son autónomos, sino efectivamente trabajadores asalariados. Dado que, la relación entre Uber y sus conductores hace que se cree una dependencia entre empleador y empleado, a pesar de que los choferes no gocen de los beneficios de un practicante asalariado regular.

En consecuencia, el Tribunal Superior de la capital del Reino Unido se vio en la necesidad de obligar a las aplicaciones de viajes compartidos a añadir el impuesto al valor agregado de sus tarifas, es decir, a incorporar el IVA en los precios de sus viajes. Motivo por el que, las autoridades fiscales del país reclamaron a Uber dicho impuesto al valor agregado.

Por este mismo motivo, Uber se enfrenta a pagos retroactivos, incluidos los intereses, de unos 5.2 millones de francos suizos en Zúrich, la capital de Suiza.

Sin embargo, en primera instancia, la empresa proveedora de movilidad de origen estadounidense se negó a implementar este dictamen. Desde entonces, se inició una disputa fiscal tras conocer el fallo judicial británico, ya que Uber siempre a considerado a sus conductores como verdaderos autónomos. En efecto, no perciben la obligación de pagar este impuesto.

A lo largo de estos meses, ambas partes no habían logrado llegar a un acuerdo. Sin embargo, este 2 de noviembre, se conoció que plantearon un convenio para poner fin a dicha disputa legal.

En base a la publicación de sus resultados del tercer trimestre de 2022, Uber decidió pagar una suma que supera los 600M€ a las autoridades fiscales británicas, antes de concluir el presente año (en el cuarto trimestre). Lo cual, fue admitido por el Tribunal Superior de Londres, en la misma fecha.

Ahora bien, muchos se preguntan por qué la compañía ha fijado el cuarto trimestre del año como el lapso idóneo para pagar el IVA acumulado, en lugar de realizar el desembolso ahora mismo. Según rumores, esta decisión está motivada por sus proyecciones para fines de 2022, pues Uber Technologies Inc pronosticó una utilidad operativa por encima de las estimaciones de Wall Street.

Hace poco, los informes de Wall Street mostraron que las acciones de Uber se incrementaron un 9% antes de la apertura de su sesión y sus proyecciones para el último trimestre del año son positivas.

En efecto, por medio del aumento de la demanda de sus viajes, su estricto control de costos y el incremento de sus acciones, Uber tendrá mucha más facilidad de reunir y cancelar los 600M€ acordados con las autoridades del Reino Unido. Tomando en cuenta que, además, señalan que la métrica de rentabilidad observada por los inversores (EBITDA), se situará entre €600 y €630 millones.

Uber (UBER) rose 12% after releasing revenue above Wall Street’s forecasts. The business provided better-than-expected estimates for Q4, predicting robust bookings growth and adjusted EBITDA of $600M to $630M. https://t.co/dhAJqfdcnQ pic.twitter.com/SeUTVkHd1h

— Pasiv (@PasivFinancial) November 2, 2022

Desde ahora los choferes son en realidad empleados de Uber ¿Cómo afectará el negocio?

Con el reciente fallo que establece el pago de una alta suma de dinero, muchos suponen que el patrimonio de Uber será bastante afectado. Sin embargo, la famosa compañía estadounidense afirmó que este gasto no tendrá un impacto significativo en sus cuentas, gracias a que poseen las reservas suficientes.

Ahora bien, más allá del acuerdo económico al que llegaron ambas partes, la sanción por el Tribunal Superior de Londres fija algunos cambios en las políticas de Uber. El principal de estos, es que no podrán seguir considerando a sus conductores como autónomos, porque en realidad son empleados de la firma.

Como consecuencia, al calificarse como una relación laboral directa, las autoridades señalan que estos empleados deben disfrutar de los beneficios regulares de cualquier asalariado. En efecto, aparte de obtener el porcentaje que les corresponde por los viajes, tienen que firmar los elementos o presupuestos constitutivos de dependencia de ajenidad propios de un contrato de trabajo, para que Uber pueda darlos de alta legalmente.

Aunque la ley dictamina esto, todavía no se sabe qué lineamientos optará por seguir Uber con respecto al tratamiento de sus empleados.

Esto significa que, tanto para Uber como para este tipo de servicios, las reglas del juego han cambiado en la capital británica. Lo que quiere decir que, el negocio percibirá una gran alteración, pues la afiliación de los conductores a cada compañía ya no será “voluntaria”, sino que tienen que ser contratados después de pasar por un proceso de selección.

Por ello, debe existir un contrato que defina el vínculo entre ambas partes (es decir, el empleado y el empleado), basándose con la regulación vigente. Por ende, aunque este tipo de negocio promueve una libertad de horario, ahora estará sujeto a un determinado sistema de productividad que se encuentra establecido por incentivos marcados por el interés económico de cada compañía, por encima de la “autonomía” de los empleados.

Como resultado, es probable que los chóferes decidan prescindir de dicha entrada económica y en poco tiempo, se produzca una gran carencia de trabajadores en el sector. Así, afectaría directamente a Uber.