Toyota está listo para probar en las calles su motor de hidrógeno, la verdadera alternativa limpia a la gasolina

En un anuncio reciente, Toyota dio a conocer sus planes para realizar pruebas de carretera con el nuevo prototipo de coche a base de hidrógeno, como parte de su propuesta para la reducción en emisiones de sustancias contaminantes para el ambiente.

El objetivo de la propuesta es ayudar a los clientes a reducir su huella de carbono y facilitar las transiciones a la tecnología sustentable para lograr una situación ambiental más estable. Esta no es la única vía que está tomando Toyota para lograrlo, ya que además está trabajando en otros proyectos en simultáneo.

Toyota se prepara para sacar a las calles su motor de hidrógeno

El cambio climático es un problema para tomarse en serio. Según un estudio internacional, para 2030 la temperatura media mundial va a aumentar más de 1,5 grados centígrados, esto provocará precipitaciones inundaciones y un aumento del nivel del mar, lo que ya está ocurriendo en algunas zonas.

Este tema ha estado sonando desde los años 90, cuando se puso en marcha el Protocolo de Kioto, pero la cruda realidad es que en el periodo inicial no se le dio la atención suficiente. Más tarde se convirtió en una problemática muy delicada cuando se produjeron efectos medioambientales significativos debido al aumento de las emisiones de carbono y a la quema de combustibles fósiles.

Este tipo de prácticas están provocando el efecto invernadero, acelerando el cambio climático y causando estragos en el medio ambiente. Para salvar el ecosistema y las muchas especies que se encuentran en peligro de extinción, es necesario que todos los países tomen medidas para reducir y sustituir los combustibles fósiles lo antes posible.

Pero debido al elevado ritmo de producción de automóviles, esta es una tarea complicada, por lo que algunos fabricantes están ideando soluciones que les permitan continuar en funcionamiento. Hace un año, Toyota anunció su plan a seguir para aportar a la reducción de las emisiones de CO2 y ahora se está preparando para aplicar las primeras fases con su motor de hidrógeno.

Si bien la tecnología de batería eléctrica se considera la solución más popular del momento, Toyota ha decidido explorar la tecnología de combustión de hidrógeno. Este es un paso importante, ya que los motores de combustión de hidrógeno tienen el potencial de ser más eficientes y disminuir la necesidad de recargas que caracteriza los vehículos eléctricos.

El Toyota Corolla Cross H2 es el último prototipo presentado por el fabricante japonés. Se ha creado en el marco del proyecto “Movilidad sostenible” de la empresa, cuyo objetivo es crear coches respetuosos con el medio ambiente y con la eficiencia de combustibles superiores. El nuevo vehículo se basa en un Corolla sedán modificado y tiene una autonomía de 500 kilómetros por depósito. Según Toyota, puede repostar en sólo tres minutos.

La cadena de combustible del vehículo consta de dos depósitos de hidrógeno situados bajo los asientos traseros y conectados por tuberías a la batería situada delante del eje trasero. El sistema genera electricidad a partir de hidrógeno almacenado a alta presión a -253 grados Celsius (-423 grados Fahrenheit) y la utiliza para accionar motores eléctricos que impulsan cada rueda de forma independiente a través de una unidad de control electrónico (ECU).

La ECU también controla el sistema de frenado regenerativo del coche, que carga una de sus dos baterías de iones de litio de 11 kilovatios/hora al reducir la velocidad o al frenar, de modo que pueda proporcionar energía extra cuando se necesite más adelante.

¿Por qué los motores de hidrógeno son mejores y más limpios que los coches eléctricos?

La principal diferencia entre los motores de hidrógeno y los eléctricos es la fuente de su energía. En un coche eléctrico, la electricidad se genera mediante una carga por toma de corriente. Un coche de hidrógeno utiliza una pila de combustible para generar electricidad sobre la marcha.

La electricidad de un vehículo regular se genera con un motor de combustión interna, que quema gasolina o gasóleo y produce emisiones de carbono. En cambio, los vehículos de hidrógeno funcionan con una pila de combustible de hidrógeno que aspira aire atmosférico y lo convierte en vapor de agua, emitiendo sólo agua y calor como productos residuales.

Las baterías de combustible de hidrógeno se han utilizado durante décadas para propulsar naves espaciales como el transbordador espacial y la Estación Espacial Internacional porque son muy eficientes a la hora de generar energía a partir de reacciones químicas y los únicos subproductos de esta reacción son vapor de agua y calor.

Si bien Toyota no es el único fabricante de automóviles que trabaja con motores de combustión de hidrógeno, es uno de los más avanzados. La compañía ha estado probando la tecnología durante años y finalmente está casi lista para sacarla a la calle. Si las pruebas resultan adecuadamente, para el próximo año el Corolla Cross H2 podría alcanzar las vidrieras.

Los motores de combustión de hidrógeno tienen varias ventajas. En primer lugar, son mucho más limpios que los motores de gasolina o diésel. En segundo lugar, son mucho más eficientes, lo que significa que se necesita menos combustible para hacer funcionar el motor. Finalmente, tienen el potencial de ser más baratos que otras tecnologías de cero emisiones, haciéndolos más accesibles para una gama más amplia de consumidores.

La principal desventaja en los motores de hidrógeno es que requieren una importante inversión en infraestructura para ser viables a gran escala. Además, requieren ciertos materiales particulares para funcionar, lo que podría hacerlos menos sostenibles a largo plazo. Pero esto podría cambiar a medida que se perfeccione el mecanismo.

Para lograr sus objetivos de neutralidad de carbono, Toyota está adoptando un enfoque triple al desarrollar tecnología de combustión de hidrógeno, celdas de combustible y baterías eléctricas. La compañía insiste en que es demasiado pronto para poner todos sus huevos en una sola canasta y, en cambio, está cubriendo sus apuestas invirtiendo en múltiples tecnologías de cero emisiones.

Aparte de este proyecto, sigue buscando otras formas de aprovechar el potencial energético del hidrógeno y trabaja también en tecnologías basadas en la batería eléctrica, con la esperanza de perfeccionar los mejores mecanismos.