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Este 9 de enero, se publicó una investigación encabezada por científicos de Estados Unidos, Italia y Suiza, la cual tiene como objeto analizar muestras de hormigón de 2.000 años de antigüedad tomadas de una muralla en el sitio arqueológico de Privernum. Tras realizar las pruebas, los expertos hallaron que el ingrediente misterioso que ha permitido que las construcciones romanas antiguas se mantengan con los años, está compuesto por trozos blancos en el concreto que son llamados “clastos de cal”.
Si bien, el hormigón romano ha demostrado ser mucho más duradero que su equivalente moderno, este siempre se ha considerado un enigma. Por consiguiente, los científicos implementaron un nuevo estudio para descubrir cuál es el ingrediente secreto que ha permitido construir estructuras elaboradas en lugares complejos como zonas de terremotos, muelles y alcantarillas. Asimismo, vale la pena conocer cuáles son las construcciones del Imperio Romano mejor conservadas hasta ahora.
Científicos nos dicen la razón por la que los antiguos edificios romanos siguen en pie
A diferencia del hormigón moderno que es poco resistente y puede deteriorarse en pocas décadas, el hormigón romano se caracteriza por ser más fuerte y resistir mucho mejor el paso del tiempo. Más allá de simplificar la elaboración de construcciones para simbolizar poder, riqueza y grandeza, dicho material usado por el Imperio Romano tiende a calificarse como un enigma para todos. Durante años, los expertos han tratado de hallar cuál es el motivo por la que los antiguos edificios romanos siguen en pie, pero han obtenido respuestas frustradas.
Es por ello que, recientemente, un grupo de científicos de Estados Unidos, Italia y Suiza, se centraron en idear un nuevo estudio para descubrir cuál es el ingrediente misterioso que permitió a los romanes hacer su material de construcción tan duradero e idóneo para construir estructuras en zonas difíciles. Tras realizar numerosas pruebas, finalmente, publicaron los resultados de la investigación este lunes 9 de enero.
En el informe, los investigadores de estos países destacan que tomaron y analizaron muestras de hormigón de 2.000 años de antigüedad, provenientes de una muralla de la ciudad en el sitio arqueológico de Privernum, ubicado en el centro de Italia. La razón para optar por esta muestra, es que presenta una composición similar a otro hormigón propio del Imperio Romano.
Según los mismos científicos, este hallazgo podría ayudar a que la fabricación de hormigón sea mucho más sostenible en la actualidad. En vista de que, después de concluir los experimentos, descubrieron que unos trozos blancos contenidos en el concreto llamados “clastos de cal”, le dieron al concreto la capacidad de curar las grietas que se formaron con el tiempo, por naturaleza.
Previamente, estos trozos blancos o clastos de cal se habían considerado una materia prima de mala calidad o una evidencia de una mezcla descuidada en el concreto.
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En base a lo que mencionan los textos romanos, los científicos encontraron que, en aquel entonces, sugerían el uso de cal apagada (es decir, la cal combinada con agua antes de mezclarla) en el agente aglutinante y por ello, los eruditos asumieron que así era como se fabricaba el concreto romano.
Para completar esto, los clastos de cal surgieron por el uso de cal viva u óxido de calcio, tras mezclar el concreto en lugar de agregar la cal apagada. Posteriormente, estos trozos blancos se formaron a las temperaturas extremas esperadas por el uso de cal viva y así, la mezcla en caliente fue la clave para dar dicha resistencia y durabilidad al concreto romano.
“Los eruditos escribieron recetas precisas y las impusieron en los sitios de construcción (en todo el Imperio Romano). Los romanos pudieron crear y convertir las ciudades en algo extraordinario y hermoso para vivir. Y esa revolución básicamente cambió por completo la forma en que viven los humanos”.
Admir Masic, profesor asociado de ingeniería civil y ambiental en la el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Los beneficios de la mezcla en caliente son dobles. Por una parte, cuando el concreto se calienta a altas temperaturas admite procesos químicos que no son posibles si solamente se utiliza cal apagada; esto genera compuestos asociados a altas temperaturas que no pueden formarse de otro modo. En segundo lugar, este incremento de temperatura minimiza el curado y el fraguado significativamente, ya que todas las reacciones se aceleran e incitan una construcción mucho más ágil.
En conclusión, los científicos que encabezan este estudio sugieren que los clastos de cal pueden disolverse en grietas y recristalizarse después de la exposición al agua, lo cual cura las grietas creadas por la intemperie antes de que se extiendan. De este modo, posee un potencial de autorreparación único, que se considera magnifico para allanar el camino para producir hormigón moderno mucho más duradero, resistente y sostenible.
Este enfoque permitirá reducir la huella de carbono del hormigón notablemente, la cual representa hasta el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Recordamos las construcciones del Imperio Romano mejor conservadas hasta ahora
Por su durabilidad y resistencia, la antigua arquitectura romana se considera un referente en la actualidad. Así, todas las construcciones romanas de aquella época comparten una arquitectura muy característica que guarda una importante parte de la historia europea y, al mismo tiempo, motiva a la construcción moderna a ser igual o hasta mejor. Como referencia, existen varios monumentos o construcciones del Imperio Romano que evidencian el potencial del enigmático material usado en el concreto para prolongar su durabilidad.
Por ende, vale la pena hacer énfasis en cuáles son estos ejemplares mejor conservados hasta ahora:
- El Coliseo de Roma – Es el monumento principal de la Antigua Roma que tiene capacidad para 50.000 espectadores y dio lugar a increíbles luchas entre gladiadores. Fue construcción en el año 70 d.C. y aún se conserva en muy buen estado.
- El Panteón – Se identifica como una de las construcciones antiguas más importantes de la capital de Italia y fue elaborada en el año 118 d.C. Consiste en una planta circular que posee una cúpula abierta por donde entra el sol o la lluvia. Actualmente, funciona como una iglesia.
- La Fontana di Trevi – Un monumento construido en el siglo XVII y según la historia romana, una doncella fue la que indicó al general Agripa de dónde tenía que sacar agua del manantial para poder construir la Fontana di Trevi. Hoy en día, se pondera como una de las antiguas construcciones romanas más visitadas.
- Las Termas de Caracalla – Uno de los monumentos del Imperio Romano más antiguo que se conserva actualmente. Consiste en un complejo termal construido en el año 217, una época en la que la higiene era muy importante. Se dice que los mosaicos que se conservan son de los mejores que se han visto en la Ciudad Eterna.