Nintendo nos deja disfrutar, por fin, de uno de los que pretende ser una excepcional remasterización de aventura intrépida, Klonoa Phantasy Reverie, disponible para cantidad de plataformas. Se trata de un título plataformas que mezcla un dibujo muy cute con una trama en la que la acción es principal, creando un combo muy bonito.

Además, no hay más que echar un pequeño vistazo al título para darse cuenta de que tiene toda la esencia de uno de los videojuegos más conocidos de todo el mundo y, desde luego, de Nintendo. Eso sí, es más maduro, más estético y más completo que el espectacular Super Mario.

Klonoa Phantasy Reverie, ¿qué nos promete y qué es en realidad?

Klonoa Phantasy Reverie es una remasterización de dos básicos entre los básicos de plataformas, Klonoa: Door to Phontomile y Klonoa 2: Lunatea’s Veil

El género plataformero puede volver a ser trending, y mucho, si este pequeño gran título se entiende tal y como sus creadores lo han ideado, porque la idea es realmente exquisita.

Bandai, de la mano de Nintendo pero pensado para ser jugado en consolas actuales e incluso para ordenador, ha traído de vuelta a un carismático y querido personaje saltarín en un combo remasterizado de Klonoa: Door to Phontomile y Klonoa 2: Lunatea’s Veil.

No cambia en absoluto la esencia ni los contenidos, pero sí los gráficos, adaptándolos a las máquinas actuales que tenemos en nuestros hogares. No hay cambios en dificultad, ni en la historia, ni siquiera en puntos específicos de las fases. Todo esto se mantiene tal y como se dio en las consolas PlayStation y PlayStation 2.

Entonces, ¿qué nos encontramos al jugar? Como seguro que te habrá pasado con otros títulos que has retomado después de lustros, Klonoa Phantasy Reverie es mucho más sencillo ahora que estamos acostumbradísimos a jugar. Por lo tanto, no esperes un reto en cuanto a jugabilidad si piensas hacerte con él (a no ser que nunca terminases los títulos que remasteriza). Tanto es así que con sólo dos botones puedes pasarte el juego, y sin invertir demasiadas horas.

Pero sí hay que decir que, para que no nos aburra como puede llegar a ocurrir cuando jugamos a otros juegos lanzados hace décadas, en Klonoa Phantasy Reverie podemos escoger el nivel de dificultad. Lo tienes en Normal, que es idéntico a los juegos de su momento, Fácil, donde se nos dan concesiones, y Difícil, que nos hace jugarlo sin tener los ojos cerrados (requiere pasárselos antes en los niveles anteriores).

La vista se mantiene intacta, conformando con la forma de juego, una especie de juego 2.5D (que a mí particularmente me volvieron loca cuando empecé a jugarlos).

Es divertido, es colorido, es bonito y es sencillo, con una mecánica simple que permite jugarlo con los peques del hogar. Además, siendo de los últimos en ver la luz antes del declive de los juegos de plataformas, sí incluye varias rutas, algunos secretillos, niveles muy estéticos y bien diseñados. Se mantiene tan fresco como lo descubríamos en su momento.

En mi opinión Klonoa Phantasy Reverie es un lavado de cara que merece una oportunidad, pues el trabajo detrás ha dado como resultado no un refrito sino un título sencillito, ameno y apetecible para echar un rato simpático.

La crisis de los juegos de plataformas

La popularización de videoconsolas diferentes, mucho más potentes y capaces, supuso que la baraja de temáticas y tipos de videojuegos se ampliase cuantiosamente. Y con ello vino el declive, poco a poco, de los juegos plataformeros que yo tanto amo, puede que sea porque son con los que crecí.

El milenio terminaba con títulos en los que los mundos tridimensionales y más libres se multiplicaban al tiempo que los juegos de plataformas, aunque los seguía habiendo, estaban en decadencia.

Esto suponía que apareciesen nuevos problemas a la hora de crear mental y material (digital) mente mundos, historias, argumentos, personajes… Hablamos de juegos mucho más complejos que poco o nada se parecían en diseño a los de plataformas.

Estos últimos sólo precisaban de unas cuantas imágenes de un personaje, algo de atrezzo, un “laberinto”, tres o cuatro acciones (fundamental la de saltar) y un objetivo que, al final, siempre era pasar la pantalla, no importa si la escusa era huir de un depredador o rescatar a una princesa.

Con las nuevas máquinas la cosa se complica y todo esto se queda muy corto para los jugadores. Las decisiones de diseño se multiplicaban a todos los niveles y con cada título se exigía algo original.

Pero las compañías estaban ahí para, con mucho esfuerzo, una mayor inversión y, dicho sea de paso, un mayor precio de venta, dar solución a la demanda que, ellas mismos, fabricando esas consolas, habían creado.

Siempre hemos estado los nostálgicos que, de una manera u otra nos las hemos apañado para seguir jugando, a temporadas, a títulos como Donkey Kong Country, Sonic, Jak and Dexter o el propio Super Mario.

Sin embargo, estos han sido, durante demasiados años, minoría. Han dejado paso, a la fuerza, a espacios interminables, objetivos complejos, misiones y misiones, detalles gráficos cada vez más exquisitos e incluso Easter eggs y secretos que cambian, o no, algunos aspectos de la trama y muchísimo más.

Sí se han visto, y es innegable, juegos de espacio 3D pero de recorrido 2D, es decir, que no nos podíamos mover por todo el espacio sino, como en los juegos de plataformas básicos, expresamente en las líneas diseñadas para ello pero con una ganancia en visibilidad del entorno, que siempre ha sido un buen aliciente.

En cualquier caso, hemos tenido que esperar hasta el momento o era gaming para volver a disfrutar de este tipo de juegos, todos mejorados, claro, aunque mantenimiento más o menos la esencia según cada cual.

Ahora, con la cantidad de jugones y la fama del gaming, especialmente en streaming, todos jugamos a prácticamente todo. Por suerte, esto supone que empresas como Nintendo hayan creado para nosotros Klonoa Phantasy Reverie, que, para mi gusto, es realmente sensacional en lo suyo.