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Un adolescente ha ganado un premio con el que solucionaría el gran problema de Tesla. Con sólo 17 años ha creado un motor eléctrico que no precisa de los caros y escasos recursos (imanes de tierras raras) que usa la compañía de Musk.
Este pequeño genio, que ya ha recibido un premio económico por su innovador invento, podría ayudar a Musk, específicamente a Tesla en su diseño de motores. Por supuesto, aunque su presentación fue hecha en materiales 3D, deseamos que Tesla no robe la idea y, de desearlo, compre la patente al chico por un precio justo.
Un chico de 17 años enseña a Tesla cómo hacer un motor sin imanes de tierras raras
La escasez y el precio de uno de los elementos necesarios para montar los motores eléctricos de Tesla, los imanes de tierras raras, podrían sustituirse por recursos más económicos y accesibles según el modelo que un niño de 17 años ha presentado a concurso. Este, por cierto, ha resultado ganador, consiguiendo un muy buen reconocimiento y, sin quitarle importancia, la cantidad de 73100€.
En la Feria Internacional de Ciencias e Ingeniería de Regeneron, el chico, Robert, mostraba un prototipo de motor eléctrico, perfectamente funcional, que no precisa de un recurso que es un quebradero de cabeza para la compañía. Este conseguía solventar el problema que actualmente tiene Tesla a la hora de producir vehículos.
Ello se debe a que uno de sus elementos es muy escaso y supone que el precio se eleve considerablemente. Con el invento del chico, esto ya no sería un problema pues su motor, básicamente, no utiliza imanes de tierras raras.
Y aunque ya existen elementos que no utilizan materiales de tierras raras, lo cierto es que estos no sirven para mover un vehículo eléctrico. Ha tenido que venir este pequeño genio, que ya cuenta con 60 proyectos finalizados en su haber para decirnos cómo mejorar un motor eléctrico y a un coste inferior de lo que encontramos ahora.
En particular, Robert Sansone cuenta con el honor de haber fabricado el motor síncrono de reluctancia. Este como hemos dicho, funciona sin la necesidad de incorporar imanes de tierras raras.
Convencioanlmente, se usa un rotor de acero que tiene espacios de aire cortados y que gira con la propulsión del estator. Este combo funciona muy bien porque a mayor diferencia de magnetismo se genera un par mayor. El invento de Sansone reemplaza los espacios de aire introduciendo un campo magnético menor. Nada más se ha dicho al respecto, guardándose para sí todos los detalles posibles y contando lo justo para asegurar que el modelo es funcional.
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Lo que sí que se sabe es que, además de quitarse de en medio el gran problema de Elon, el prototipo cuenta tanto con un par como con una eficiencia mayores (39 y 31% respectivamente trabajando a 300 RPM). Aunque Tesla es el nombre por referencia en el sector quizás deberían ponerse las pilas o cualquier otra compañía puede comprar esta más que genial idea pues el producto tiene más que buena pinta.
No puedo probar el motor a mayor revolución por minuto porque las piezas plásticas se quemarían
Robert Sansone, futuro ingeniero
Para llegar hasta aquí, eso sí, ante la falta de recursos, el adolescente tuvo que hacer muchos intentos en 3D que fueron inútiles. Tras sólo una idea se necesitaron muchos prototipos más o menos factibles en diferentes aspectos. Y puesto que no disponía de recursos en demasía, tuvo que tirar de impresora 3D para conseguir subsanar los problemas que se le iban presentando.
Del mismo modo, se valió de la escala, trabajando en motores más pequeños y, por ende, menos costosos, hasta llegar al punto culmen. Fueron 15 los motores definidos como tal que hicieron falta para dar con la solución final funcional.
Las tierras raras son un problema para Tesla
Aunque un vehículo eléctrico actual se considera sostenible, lo cierto es que tanto sus baterías como su motor no lo son del todo, aunque hemos de admitir que se hace todo lo que se puede, o casi, para conseguirlo. Uno de los recursos poco disponibles y encarecedores son los imágenes de tierras raras.
Esta es siempre una muy buena escusa cuando Tesla no es capaz de satisfacer la demanda de coches eléctricos. Lo mismo ocurre cuando vemos precios que se sales de lo ya costoso que es uno de estos vehículos.
Pero es que verdaderamente este es un recurso que da problemas. Pues, más allá de inflar su precio o no, algo que va a elección del empresario, verdaderamente no hay suficientes imanes de este tipo. Así, o cambian de método de producción de motores o Tesla seguirá viéndose en el punto de no poder lanzar al mercado tantos vehículos como quisiera.
Y aunque esto se disfraza un poco con el hecho de "ser exclusivos", lo cierto es que esta falta de recursos está ralentizando el ritmo de producción de Tesla y, con ello, el flujo de entrada de billetes en la cuenta del magnate Elon, que puede que necesite para comprar Twitter si la corte falla a favor de dicha red social en la demanda que ha interpuesto al millonario.