¡Lo cambiaría todo! Descubrir el gen “santo grial” del trigo es la clave para crear una variedad más resistente al calor

Lograr que los cultivos de trigo tengan una mayor resiliencia y productividad es un objetivo a corto plazo para los científicos especializados. Las condiciones climáticas actuales, originadas en buena parte por la intervención del ser humano, llevan a que grandes extensiones de terreno sean devastadas por el calor.

Es necesario proteger este agente botánico, pues forma parte de la dieta alimentaria de miles de millones de personas en el mundo. La tarea que tienen por delante los investigadores es entender el funcionamiento que tiene el gen “santo grial”. Toda vez que se logre ese objetivo, estarán en capacidad de controlar el trigo y asegurar su máximo rendimiento en las condiciones menos favorables, inclusive.

Científicos buscan la forma de crear una variedad de trigo resistente al calor

Un equipo de investigadores del Centro John Innes en Norwich mantiene las esperanzas de lograr en algún momento que el trigo resista en condiciones de calor extremo y la sequía. Los esfuerzos han sido complicados por la genética que posee el cereal. Según el profesor Graham Moore, uno de los investigadores, este agente tiene hasta tres genes ancestrales, lo que significa que los estudios se deben enfocar en diferentes vertientes.

Our director, Graham Moore’s, inspirational, innovative work on heat-resistant wheat to combat global food challenges featured in this Sunday’s @observer 👏🏻 @RobinMcKie @NorwichResearch https://t.co/2raRR3BR3Z

— John Innes Centre (@JohnInnesCentre) January 9, 2023

La importancia que tiene encontrar el gen es que ante una predicción de condiciones climáticas de sequía y calor, se actuaría con precaución para proteger la producción y garantizar el abastecimiento de alimentos a la población humana. Pero hasta la fecha ha sido el cultivo más difícil de analizar y, por lo tanto, de preservar entre todos los que conforman la cadena dietética actual.

Los especialistas concluyen que un 20% de las calorías que se consumen a diario provienen del trigo. De la población global, por lo menos 4.500 millones de personas lo consumen, bien sea en forma de pan o pasta. Por ello, es urgente tomar medidas para proteger los cultivos, especialmente porque las consecuencias del cambio climático se acentúan cada día, lo que incidirá en que aumenten los incendios forestales y los periodos de sequía.

Es interesante acotar que los parientes silvestres del trigo tienen propiedades que les permiten resistir a las enfermedades o protegerse contra el calor. Sin embargo, para este cereal es difícil de lograr, puesto que el gen segrega sus cromosomas en diversas escalas. Al final, eso impide que exista el intercambio para aumentar las características beneficiosas.

Hoy, los sembradíos de trigo son devastados por el calor en todo el mundo

Las olas de calor que se registran en distintos países afectan las cosechas de trigo. En Europa, los analistas prevén que la producción será menor que en 2021 en la medida que las temperaturas continúen en ascenso. Este factor, junto con el conflicto entre Ucrania y Rusia, llevó a que en 2022 el mercado estuviera asfixiado y los precios se inflaran en sobremanera. De acuerdo con el especialista José Roales, el cambio climático llegó para quedarse y esa es una de las consecuencias.

Una fuerte ola de calor en India 🇮🇳 amenaza las cosechas por lo que el sábado el gobierno anunció que dejará de exportar trigo. Y una tremenda ola de frio en Brasil 🇧🇷 amenaza con congelar cosechas de caña de azúcar y trigo. Los efectos del cambio climático + los de la guerra 💣

— Brenda Estefan (@B_Estefan) May 20, 2022

Un reporte de mediados de 2022 del diario El País, sostuvo que los pequeños productores de trigo vieron perder hasta un 30% de sus cultivos debido a las olas de calor consecutivas que se produjeron en España. Al revisar las cascarillas que estaban en algunos campos, no tenían nada en su interior. Solo quedaron las pequeñas montañas de paja que eran arrastradas por el viento de un lado a otro. El momento más crítico fue después de la primavera, puesto que aunque se esperaba que apareciera el agua, la sequía sobrepasó los pronósticos.

Una situación similar se vivió en la India. Tras cinco años de cosechas récord, la de 2022 fue la peor. Eso llevó a que las exportaciones frenaran después de mantenerse en ascenso debido a la guerra. Un 20% de las pérdidas se debieron al calor inclemente, que en marzo fue el más fuerte en los últimos 122 años, con casi dos grados por encima de lo normal. Aunque no hay cifras totales hasta los actuales momentos, organizaciones agropecuarias estiman que se esfumaron 12 millones de toneladas.

Un trabajo que apareció en la revista Agricultural and Forest Meteorology, deja ver que las altas temperaturas tienen un impacto negativo en la cebada y el trigo. Los investigadores aseguran que el cambio climático llevará a que aumenten las micotoxinas en un 75%, lo que pondrá en riesgo la calidad de los alimentos que se producen. Dicen que en la medida que avance el tiempo el calor será mayor, hasta el punto de verse subidas en algunos países de 5 grados a finales del siglo.

El 6º informe de evaluación del IPCC: Cambio Climático 2022, indicó que se ha llegado al punto de no retorno, debido a que con más frecuencia se observan daños graves en los ecosistemas. Sostienen que a nivel global se ha visto una disminución de un 5% en la producción de maíz, arroz y trigo, elementos que ponen en riesgo la seguridad alimentaria del mundo.

Uno de los países que más se ha visto afectado por el cambio climático es España, de acuerdo con el estudio mencionado arriba. Hay cuatro consecuencias principales que según los autores se notarán en los próximos años, estas son: aumento de las olas de calor, escasez de agua, desaparición de algunas especies del ecosistema y la pérdida de los cultivos, en especial de maíz y trigo.

Los datos presentados en este post demuestran que las temperaturas extremas causan mucho daño y que es urgente tomar medidas para proteger el planeta. La devastación que sufren los cultivos puede desatar una hambruna a gran escala, quizá de proporciones históricas. Por lo pronto, queda esperar que los investigadores logren encontrar el gen grial que le dé mayor fortaleza al trigo y de esa forma resista a las condiciones desastrosas que le hemos creado.