Científicos parecen haber encontrado la forma de destruir los "químicos PFAS para siempre" de tu organismo

Investigadores de las universidades de Northwestern de California en Los Ángeles y de Tianjinn, encabezados por el Doctor Will Dichtel, han descubierto nuevos métodos para destruir compuestos de PFAS o sustancias químicas permanentes, como también se les conoce.

Hasta el momento, los científicos no habían encontrado una forma de degradar las PFAS, las cuales son utilizadas en diversas aplicaciones. Un ejemplo clásico de ello es lo ocurrido en el 2019 en el distrito alemán de Rastatt, cuando parte del agua dejó de ser potable debido a la presencia de esta sustancia.

Investigadores encuentran la forma de destruir el PFAS

Este nuevo hallazgo es importante debido a que puede contribuir a disminuir la contaminación ambiental generalizada en el mundo entero. Se les denomina sustancias químicas permanentes porque no se descomponer de forma natural, y la mayoría de los procesos diseñados por el ser humano son muy costosos de ejecutar. Al no poder autodestruirse se acumulan en el ambiente.

Datos recientes demuestran que las aguas que consumen 200.000.000 de estadounidenses están contaminadas por estas sustancias.

Un aspecto que se describe en el estudio publicado este jueves es que si se utiliza una técnica emergente de baja temperatura se podrán descomponer los PFAS, ya que con frecuencia son incinerados o inyectados en pozos profundos.

Por su parte, Brittany Trang, investigadora de Northwestern, explica que no hay una forma de deshacerse de estos compuestos que sea benigna, por lo que es necesario tener un método que no sea contaminante.

Eso es lo que logra este nuevo procedimiento, el cual funciona en condiciones moderadas y produce resultados positivos. Esa es la razón por la que Dichtel considera que los avances son significativos y prometedores.

PFAS, un grupo de químicos tóxicos y dañinos que el 90% de la población lleva en su sangre

Estos productos químicos contienen carbono y flúor, claramente, con efectos negativos para la salud que aún no se conocen por completo, pero que incluyen alteraciones hormonales, niveles altos de colesterol, aumento del riesgo de cáncer de riñón y testículo, disminución de la inmunidad y disfunción tiroidea. Además, complica el aprendizaje en los niños y afectan la fertilidad en las mujeres.

La primera vez que fueron descubiertas fue en 1938 por el químico Roy Plunkett.

Un punto a tener en cuenta es que como no se degradan con facilidad se acumulan en el cuerpo y en el medio ambiente, por lo que llegan a contaminar todo lo que tocan.

Estos datos concuerdan con la explicación que da Jamie DeWitt, profesora de farmacología y toxicología de la Universidad de Carolina del Este, quien comenta que una vez que estas partículas entran al cuerpo pasan por el torrente sanguíneo para adherirse a la sangre y después interactuar con todas las moléculas que se encuentre en el camino.

Si bien la mayoría concuerda que deben dejar de utilizarse lo antes posible, otros aseguran que no es una amenaza mortal, como lo expresa David Savitz, profesor de investigación en salud pública de la Universidad de Brown, al asegurar que no se trata de un desastre inmediato, sino de un peligro sutil al que se debe reducir la exposición.

Los restos de los productos de una fábrica permanecen hasta 15 años después que se detiene la producción y tardan siglos en desaparecer del planeta.

Algunos países han hecho estudios y presentado conclusiones, por ejemplo, en Estados Unidos se sabe que lo tienen el 97% de los habitantes en la sangre, en Francia se han detectado niveles tóxicos en las madres lactantes, y en el Ártico se ha sugerido que no es seguro consumir de forma directa el agua que proviene de las lluvias por contener sustancias perfluoroalquiladas y perfluoroalquiladas.

Aquí una lista de productos hechos con PFAS que debes evitar utilizar

Los "químicos para siempre" se utilizan en la fabricación de miles de productos debido a su efectividad. Se han descubierto al menos 12.000 compuestos que están presentes en prendas de vestir y muebles impermeables, utensilios de cocina, paños quirúrgicos resistentes a las infecciones, teléfonos móviles, semiconductores y vehículos de bajas emisiones.

También se hacen presentes en productos de uso común, entre los que están las alfombras, los envases de alimento resistentes a las manchas y a la grasa, manteles, servilletas, ropa de cama, prendas de vestir para exteriores al igual que en los impermeables, aunque estos últimos son indispensables para la protección de las personas en circunstancias de clima extremo como la lluvia.

Sin embargo, ya las empresas trabajan con la meta de cambiar estas tendencias. En las últimas décadas se ha dejado de producir ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el sulfonato de perfluorooctano (PFOS), los cuales se han relacionado con padecimientos como el cáncer.

Esto se convierte en nuevas opciones de productos disponibles en el mercado. Una buena alternativa es consultar la lista de artículos con la certificación GreenScreen, en la que se comparan los componentes químicos en función de los peligros que representan.

Otra recomendación es leer la etiqueta que traen los productos, aunque esto no suele ser una labor fácil debido a la gran cantidad de palabras que contienen y en letra muy pequeña. Pero así es posible saber los componentes químicos que tienen y si hay uno que sea muy dañino. Es como dice Shari Franjevic, investigar un poco vale la pena.