China redujo adicción de jóvenes a los videojuegos siendo un “padre” severo que no deja jugar más de 3 horas por semana

Estudios realizados demuestran que los adultos llegan a pasar hasta 20 horas a la semana participando en los videojuegos. A la larga esa conducta genera adicción y trae consigo una serie de problemas que afectan en especial a los más jóvenes. Los especialistas sostienen que el 39% son diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad, trastorno que no solo los perjudica a ellos sino también a quienes los rodean.

En una campaña para luchar contra la adicción a los videojuegos, el gobierno chino decidió reglamentar la cantidad de horas que los jóvenes deberían pasar a la semana entreteniéndose con ellos. En conjunto, las principales plataformas crearon restricciones en los adolescentes y activaron sistemas especiales para evitar que utilizaran las cuentas de los adultos. Todo parece indicar que la estrategia funcionó.

China ha reducido notablemente la adicción de los videojuegos en jóvenes

De acuerdo con un amplio reporte publicado por la BBC, el Comité del Grupo de la Industria del Juego de China comenta que la adicción de los videojuegos en los jóvenes ha disminuido de forma notable. Las cifras destacan que el 75% de los jugadores en esa edad pasan frente a sus dispositivos menos de tres horas a la semana, una disminución favorable para crear una nueva cultura.

🎮 ¿Ha solucionado China la “adicción a los videojuegos”? El 75% de los menores de edad “aceptan” las restricciones impuestas el año pasado, que limitaba a tres horas a la semana las partidas en línea. https://t.co/raMnSo8sL5 vía @mixx_io

— Paloma LLaneza 👁 (@PalomaLLaneza) November 23, 2022

Las razones que llevaron a las autoridades a tomar esta decisión fueron el incremento en los problemas de salud mental, las dificultades en la vista a temprana edad, los impedimentos para conciliar el sueño y los bajos niveles de concentración en las actividades académicas y en otras fuera de la escuela.

La participación de los niños y adolescentes se incrementó durante la época del confinamiento, en la que tuvieron que pasar mayor tiempo en casa y la principal forma de entretenimiento fue jugar en línea. Ante tal auge, decidieron implantar una nueva energía, que tal vez ocasionó disminución en las ganancias de algunas compañías pero fue en beneficio de la sociedad en general.

Desde el 2021, la normativa indicaba que los chinos menores de 18 años solo tenían permitido jugar una hora los viernes, sábados y domingos al igual que los días feriados. Además, se estipulaba que el horario disponible era entre las 8 y las 9 de la noche. Ahora, después de lograr los objetivos, parecen estar decididos a suavizar las medidas y favorecer las acciones de las empresas distribuidoras.

China arregla muchos de sus problemas sociales imponiendo reglas severas ¿Es necesario o tiránico?

En el fondo es un tema cultural. Es probable que las mismas medidas no tengan un impacto positivo en otros países, pero en China producen el efecto que las autoridades desean. Eso no significa que todo el mundo se lo tome de buena gana. En las redes sociales se leyeron reacciones de algunos que estaban en contra de las restricciones a los videojuegos. Aún así la mayoría lo acató y los estudios indican que los resultados fueron positivos.

En el caso puntual de los videojuegos, las grandes empresas se sumaron a la campaña del gobierno, lo que contribuyó a que disminuyeran los índices de adicción. Implementaron tecnología de reconocimiento facial que permitió determinar si los adolescentes utilizaban cuentas de mayores de edad para eludir su responsabilidad. Aunque para algunos suene tiránico, el esfuerzo conjunto de la sociedad les ayudó a mejorar la salud mental de las nuevas generaciones.

Pero hay otras reglas que tienen años y se cumplen a cabalidad. Desde 1979 se implementó que las parejas solo podían tener un hijo, como una forma de control de natalidad y para disminuir los problemas sociales. En el 2013 se amplió la cantidad a dos, en caso de que el matrimonio no tenga otros hermanos, aunque después se eliminó este último requisito. Las opiniones han sido favorables y desfavorables, si bien los organismos sostienen que los beneficios son evidentes.

Además, en el país hay un sistema de crédito social con el que se penaliza y sanciona el mal comportamiento. Así mismo, las buenas acciones son recompensadas a través de un mecanismo de puntuación. La intención es que se adopte un patrón de conducta que favorezca el bienestar común, pero también apoyarse en la tecnología para tener a la mano información de todos los ciudadanos. Para muchos tiene sus ventajas y para otros limita la libertad de movimiento.

En todo caso, la visión del gobierno es que con las medidas que dictan se protegen a los ciudadanos. Pero en la otra acera, no pocos opinan que los responsables de tomar esas acciones son los padres y que al imponerlas, sólo se busca la protección del estado y de sus intereses. Piensan que es una forma de regular el libre pensamiento y la libertad de expresión que le corresponde a cada ser humano.

Las mayores críticas provienen de las sociedades occidentales, quienes aseveran que el gobierno acentúa la vigilancia en los ciudadanos, con la finalidad de controlarlos y mantenerse en el poder. Igualmente sostienen que margina a las personas que cometen ilícitos, lo que podría llevar a que los habitantes sean divididos en primera y segunda clase. Sin embargo, otros aseguran que hay sistemas similares en Alemania o en los mecanismos que utilizan las redes sociales, en especial para recopilar información personal.

Al final, hay decisiones que le tocan a cada quien pero parece que cuesta mucho trabajo construirlas de manera personal. Es muy probable que las regulaciones que se implementan en China no funcionen en la cultura occidental, sin embargo a ellos la modalidad paternalista los obliga a someterse y a moldear su personalidad. Es un estilo de vida al que están acostumbrados y que se ha trasladado de una generación a otra.