La biometría es en realidad más imprecisa de lo que creíamos, por lo que el reconocimiento facial no es seguro

Este 5 de diciembre, Roger Grimes ha realizado una publicación por medio de LinkedIn en relación al Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) en donde ha presentado una calificación de evaluación en relación al uso de la biometría. Es así, como el especialista en seguridad cibernética de KnowBe4 afirma que el reconocimiento facial no es tan confiable como pensábamos.

De acuerdo con esta investigación se podría afirmar que el método de seguridad que actualmente utilizan muchos dispositivos tecnológicos como lo son los smartphones son pocos confiables ya que, en realidad son más imprecisos que como los imaginábamos, por lo que esto ha agregado una nueva duda sobre este mecanismo de protección muy utilizado al día de hoy.

La biometría es más imprecisa de lo que pensábamos

La biometría se ha convertido en uno de los sistemas de protección más preferidos por los usuarios. Sin embargo, una reciente investigación ha colocado en duda su efectividad al asegurar que presenta fallos de imprecisión. De manera que no ofrecen la seguridad que todos pensamos.

Si bien es cierto, la biometría son medidas de protección biológicas o físicas donde las personas utilizan su rostro para acceder a un dispositivo o aplicación. En este caso los investigadores afirman que el sistema evalúa las contorsiones faciales, las formas de las orejas y otros factores para su identificación.

Asimismo, hay que mencionar que el acceso por huella dactilar y los exámenes de retina también forman parte de la tecnología y son una de las opciones más usadas junto con el reconocimiento facial. Esto se debe a que ellas ofrecen una facilidad de acceso a los usuarios en pocos segundos.

De manera que se supone que la biometría es uno de los sistemas de autenticación más modernos del mercado, por lo que debería brindar mucha seguridad y efectividad en su servicio, pero lo cierto es que son muy imprecisos y claramente suponen un peligro ya que, no podrían evitar algunos intentos de fraude.

Como parte de esta investigación los proveedores biométricos enviaron su algoritmo a revisión al Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST), quienes recibieron un total de 733 algoritmos para su revisión en huellas dactilares y más de 500 propuestas para la revisión del reconocimiento facial.

Si bien es cierto, el NIST busca que la precisión de estas revisiones sea muy alta y para ello considera que el error debería ser solo del 1% en ellas y de esa forma asegurar la efectividad necesaria de la tecnología.

“Hasta ahora, ninguno de los candidatos se ha acercado. Las mejores soluciones tienen una tasa de error de 1.9%, lo que significa que casi dos errores por cada 100 prueba, esto es algo que está muy lejos del 1% y no se acerca a las cifras proporcionada por cada uno de los proveedores. He estado involucrado en muchas implementaciones biométrica a escala y se ven tasas de errores muy altas”

Roger Grimes, especialista en seguridad cibernética de KnowBe4

Asimismo, Grimes ha señalado que gran parte de los fallos que presenta la tecnología de biometría se debe a las configuraciones realizadas por los propios proveedores como Google o iPhone, quienes en muchas ocasiones hace que esta no sea completamente estricta para evitar que los usuarios tengan problemas al acceder al dispositivo.

Sin embargo, uno de los mayores problemas llega al momento que se activa dicha configuración de protección ya que, el mismo debe estar acompañado de una contraseña numérica o un pin, lo que quiere decir que solo basta con que el delincuente falle varias veces su autenticación facial o dactilar para que se habilite el otro método de verificación, el cual es más fácil de violar.

Esto quiere decir que el delincuente cibernético podrá trabajar en descifrar dicho método de seguridad el cual es más sencillo de vulnerar y de esa manera conseguir el acceso. Es así, como realmente el sistema de protección facial no es tan seguro y confiable como todos pensamos ya que, el mismo está y no esta a la misma vez.

Para ello Roger Grimes ha indicado que este sistema de autenticación debería implementar más el uso de escaneo de retina, huellas dactilares, biometría por voz que permitan a los usuarios tener otras medidas para acceder en caso que el reconocimiento facial no sea superado.

Esto evitaría que se envíe directamente a insertar un patrón o contraseña, el cual es más sencillo de adivinar para un delincuente informático ya que, superar el reconocimiento facial o huella dactilar sería algo aún más complicados para ellos.

¿Debería ser restringida las funciones de biometría de los dispositivos?

A pesar de que el reciente estudio por parte del especialista de seguridad cibernética de KnowBe4 ha demostrado que la tecnología biométrica es muy imprecisa, también se ha dejado claro que la mayoría de los problemas relacionados a ella se deben por las propias configuraciones de los proveedores.

Empresas como Apple ha hecho configuraciones pocos estrictas en este sentido para evitar que los usuarios tengan complicaciones a la hora de querer acceder a su dispositivo a través de este método de autenticación, por lo que estas tomas de decisiones en los ajustes han causado que las mismas sean inseguras y como ellos muchos otros proveedores han hecho lo mismo.

Lo cierto, es que si se aplican configuraciones que sean realmente estricta en la biometría, entonces el reconocimiento facial podría convertirse en uno de los mecanismos de seguridad más avanzados de todos y para ellos los proveedores deberían exigirles más a sus usuarios a la hora de querer verificarse.

Lo quiere decir que si el reconocimiento fácil falla, entonces el segundo paso debería ser el escaneo de retina o huella dactilar y no introducir el Pin o contraseña. Si bien es cierto, esto podría ocasionar más tiempo para ingresar al equipo, pero a su vez garantizará mayor seguridad que a la final es lo que todos buscan tantos las empresas como los clientes.

Sin embargo, Roger Grimes ha asegurado que las implementaciones que se realizan actualmente en la tecnología no son suficientes para garantizar una alta protección a las personas.