La basura espacial es tan problemática, que la ciencia ya estudia la posibilidad de que se precipite y te mate en un nuevo estudio

Un estudio publicado el pasado mes de julio en la revista Nature Astronomy, alerta sobre la posibilidad de que la basura espacial represente un riesgo para las personas que habitan en la tierra. Hasta el momento no se conoce el primer caso de muerte, aunque sí se sabe de lesiones y daños causados a estructuras físicas por estos desechos que caen al planeta.

Las cifras indican que desde 1957, año en que arrancó la era espacial, se han lanzado toneladas de materiales al espacio en forma de cohetes, naves y muchas otras cosas. El problema es que al cumplir su vida útil, simplemente se convierten en basura y la cantidad no deja de crecer, ya que cada día se planean nuevas misiones de exploración, investigación y turismo.

Los científicos calculan la probabilidad de que la basura espacial te mate

La publicación de la revista Nature asegura que durante muchos años los riesgos de que alguien muera por la basura espacial se han minimizado, pero en décadas recientes la cantidad de materiales abandonados en el espacio sigue en aumento. Hay algunas poblaciones que están en mayor riesgo, sin embargo esas condiciones ahora se trasladan al resto del mundo.

Todos los días, caen toneladas de escombro sobre nosotros. A ello se le suman las partículas de cometas y asteroides que golpean la atmósfera, que son unos 40 mil kilos de polvo. Eso de alguna forma afecta también el funcionamiento de las estaciones espaciales, tal como lo descubrió el telescopio James Webb.

A esto hay que sumarle la llegada de desechos artificiales, proveniente de satélites y cohetes. Los investigadores elaboraron un modelo matemático en el que especificaron las órbitas espaciales y la cantidad de personas que viven debajo de ellas. Las conclusiones indicaron que hay un pequeño riesgo de que en los próximos 10 años esas piezas regresen al planeta.

La publicación revela localidades en las que es posible que caigan parte de estos desechos artificiales, entre las que se encuentran Yakarta (Indonesia), Dhaka (Bangladesh) y Lagos (Nigeria). Los datos sugieren que cada pequeña partícula causa daños en un radio de 10 metros, por lo que las víctimas pueden ser más o menos de acuerdo con la densidad poblacional que tenga la región en la que impacte.

Obligar un reingreso de los aparatos que se lanzan al espacio es un proceso complicado, que implica el gasto de grandes recursos y también utilizar nuevas tecnologías. Esas son las razones por las que no hay una regulación internacional clara sobre este aspecto. Sin embargo ya es hora de evaluar los verdaderos riesgos debido a que la acumulación es cada vez mayor.

La basura espacial es un gran problema y nadie ofrece soluciones viables

Según la Agencia Espacial Europea, en el espacio hay cerca de 26.000 objetos, de los cuales 2.800 ya son inútiles porque no cumplen ninguna función. Aunque son muy pequeños, la forma en que se esparcen podría causar problemas a satélites activos o a naves espaciales. Por ello, el científico Salvador J. Ribas indica que hay zonas más concurridas que otras, incluso algunas al borde del colapso.

Buena parte de esa basura entra a la atmósfera, pero en su recorrido hacia a la tierra se desintegra. Un caso de ello se informó el pasado 8 de mayo, momento en que los restos del cohete chino Long March-5B Y2 cayeron en el Océano Índico, lo que causó mucha preocupación e incertidumbre.

Gustavo Medina Tanco, responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial, sostiene que tiempo atrás no se tomaban medidas contra la basura espacial porque no se veía como un problema. Los desechos duran allí centenas o miles de años, de acuerdo con la distancia que estén de la tierra.

Pero asegura que el número de fragmentos aumenta debido a que cada año se lanzan satélites, incluso algunos más pequeños que causan problemas.

Hay algunas iniciativas que están activas con la finalidad de disminuir la cantidad de basura espacial, tanto a nivel público como privado. Aparte existen programas de monitoreo y control que buscan limpiar por lo menos una parte de los desechos que dejan las naves, en los que participa la NASA junto a Privateer, Astrocale, Airbus, ExoAnalytic y SpaceX.

Pero la situación se tornará insostenible en poco tiempo y aparte de causar lesiones o muerte, impedirá que se mantengan seguras las operaciones.

Para el científico jubilado de la NASA Donald Kessler, eliminar al menos una parte de la chatarra espacial debe ser una prioridad para todos los países. Según él, a medida que aumente la basura se podrían desencadenar una serie de colisiones que generarán tanto desecho que harán imposible la actividad en el espacio. Al parecer hay consenso de que la situación es grave, pero no hay medidas para acabar con el problema a raíz.

Por eso, según el investigador T. S. Kelso, la mejor forma de eliminar la basura espacial es no generarla. Hay que evitar dejar objetos una vez que cumplan su misión y retirar los grandes armazones que flotan en el espacio. No hay una solución integral, pero en la medida que todos comprendan su responsabilidad, los daños disminuirán.

Uno de los programas que está en planes es el de la Agencia Espacial Europea, la cual lanzará una misión con un robot de cuatro brazos para capturar y eliminar algunos desechos espaciales. Junto a ello, la ONU también emitió algunas pautas para mitigar la basura, pero no contiene mayores detalles de la forma como se implantará este decreto.

Por el momento, lo que muchos esperan es que los gobiernos se pongan de acuerdo y a una sola voz tomen acciones para luchar contra los desechos espaciales. Sería una iniciativa que deben tomar las grandes potencias, que al final de cuenta son las que generan mayor cantidad de basura.