Las SúperTierras son más habitables y comunes de lo que pensábamos, pero estamos demasiado lejos de ellas

Los científicos presumen que en nuestra galaxia hay miles de millones de planetas que orbitan fuera del sistema solar. Hace unos años, se sostuvo que por lo menos hay cien supertierras habitables alrededor de distintas estrellas que se encuentran a una distancia aproximada de 30 años luz de nosotros.

Aún así, las investigaciones no se detienen y con frecuencia ocurren nuevos descubrimientos. La novedad en esta ocasión es que los científicos de la NASA que trabajan en el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito, visualizaron planetas que estarían en zonas habitables. Aunque hasta el momento, el único lugar en el que se sabe que hay vida es en la Tierra.

Las súper-Tierras son mucho más comunes de lo que pensábamos

Los dos planetas que se descubrieron tienen características interesantes. Uno de ellos es 30% más grande que la Tierra y el otro 70%, el cual alberga un océano profundo. Las mediciones indican que son más pequeños que Urano y Neptuno. Ahora, las búsquedas de condiciones se centrarán en estos territorios, debido a que las características son similares a nuestro planeta.

Dos súper-Tierras han sido localizadas alrededor de la estrella fría TOI-4306, a unos 100 años luz. Uno de ellos permite agua líquida en superficie. pic.twitter.com/9wm1A4R8Oq

— W Radio EC (@WRadioec) September 15, 2022

La mayoría de las supertierras que han observado giran sobre 40% de las estrellas enanas frías, las cuales viven más que el Sol. A muchas de ellas se les cataloga como zonas habitables, debido a que poseen determinada cantidad de agua líquida. Sumado a ello, se ha determinado que una tercera parte de los exoplanetas que se conocen entran en la categoría de supertierras; el más cercano está a seis años luz de la Tierra.

Los científicos han concluido que las supertierras son un objetivo perfecto para el estudio, puesto que son más fáciles de detectar que otras estrellas. Los métodos utilizados implican encontrar el nivel de gravedad en torno a su estrella madre, y ver el efecto que tiene la luz de un astro en el momento que pasan frente a ellas.

Las probabilidades indican que los planetas grandes tienen mucha actividad geológica, con océanos de poca profundidad que facilitarían la estimulación de la vida marina, una atmósfera más pequeña que la de la Tierra que sirve de manta y orbitan alrededor de una estrella más vieja que el Sol. Todos los atributos mencionados permiten concluir que hay posibilidad de colonizarlos en algún momento o de realizar actividades que contribuyan a sostener las misiones que se envíen a esos lugares en un futuro lejano.

Su distancia con nosotros hace casi imposible que podamos colonizarlas

En la primera semana de septiembre, los científicos explicaron el descubrimiento de dos nuevas supertierras, que se localizan en una zona considerada habitable. Ambas giran alrededor de una pequeña y fría estrella denominada LP 890-9. La distancia a la que se encuentran de la tierra son 100 años luz. Para entender este concepto, es necesario multiplicar 300.000 km/seg x 365 días del año y por los segundos que tiene cada día. Una cifra que no cabe en una calculadora.

Otro par de descubrimientos se realizaron con el telescopio espacial James Webb. Se trata de los exoplanetas 55 Cancri e y LHS 3844 b. El primero está cubierto de lava y el segundo no tiene ninguna atmósfera que lo proteja. A diferencia de los anteriores, no tienen características habitables, pero su estudio permitirá a los científicos conocer la composición de los territorios rocosos alejados de la Tierra.

En junio se informó que por intermedio de un telescopio especial se encontraron dos supertierras que están un poco más cerca de la Tierra, a una distancia de 33 años luz. Los nombres que les han colocado son D 260655 b y HD 260655 c. La zona en la que se ubican es la llamada vecindad solar, debido a su cercanía con este astro. Las temperaturas promedian entre 284 y 435 grados centígrados. La superficie es rocosa y hasta el momento, no se ha observado la presencia de atmósferas de hidrógeno.

Aparte de los anteriores, hay que mencionar el TOI-1452b, que orbita alrededor de una estrella roja a una distancia de 100 años luz. El WASP-103 b que tiene dióxido de carbono con una temperatura de 1.600 grados Fahrenheit y se localiza a 700 años luz. El PSR B1257+12 A con un tamaño superior a la luna y está rodeado de otros cuatro planetas que desvían un poco su curso.

Por lógica, a los que dedicarán mayor atención son a los que tienen condiciones de supervivencia. Sin embargo, establecer una colonia o enviar una misión a alguno de ellos es una tarea casi imposible. Los años que se tarda en llegar y el plazo que durará una expedición lo hacen inviable. Además, sería necesario preparar naves con una gran cantidad de combustible y comida que dure hasta el final.

La primera vez que se descubrió una de estas supertierras fue en el 2005. Un equipo dirigido por Eugenio Rivera encontró el Gliese 876 d, el cual tarda par de días en completar su órbita y se ubica en la región inferior del sistema solar. Después de allí se han encontrado muchos otros, con el uso de productos biológicos que detectan la atmósfera del lugar a investigar.

Un aspecto que muchos desconocen, es que aunque el telescopio espacial James Webb apoya en muchas labores científicas, su diseño fue antes de que los científicos comenzaran a explorar exoplanetas, y por lo tanto no es tan funcional para esas investigaciones.

Pero, hay otros que serán influyentes en la próxima década, como lo son el Extremadamente Grande de 39 metros, el de Treinta Metros y el Gigante de Magallanes de 24,5 metros, los cuales se encuentran en construcción y serán aliados claves  en estas misiones de investigación.