La minería de asteroides fracasó pero la empresa TransAstra intentará “revivirla” para aprovechar los recursos de estos

Múltiples empresas han surgido en los últimos años con el objetivo de diseñar naves que les permitan extraer materia prima de los asteroides. La mayoría amparan sus derechos en la Ley de Competitividad de los Lanzamientos Espaciales Comerciales de Estados Unidos, la cual ha servido de incentivo para estas actividades.

La idea de estos lanzamientos es explorar fuentes casi que inagotables de recursos que se encuentran en el espacio, situación que hace unas décadas sólo era posible en la ciencia ficción. Algunas investigaciones aseguran que Psyche 16 cuesta miles de trillones de euros, debido a que contiene altas reservas de hierro, níquel y oro. Sin embargo, la realidad es que esta minería está en un nivel muy pequeño y falta aún cierto tiempo antes de llevarla a la práctica.

TransAstra intentará “revivir” la minería de asteroides

Los costos relacionados con la minería espacial son millonarios, sin embargo, hay empresas como TransAstra, que están dispuestas a tener paciencia para lograr los objetivos a mediano plazo. Lo anterior se desprende de las palabras de su presidente y director ejecutivo, Joel Sercel. En una primera instancia quieren buscar agua que sirva para la propulsión de cohetes, aunque más adelante desean extraer todos los minerales que se encuentran en la tabla periódica.

The first crop of space mining companies didn’t work out, but a new generation is trying again https://t.co/E4HPNXH6Jo

— CNBC (@CNBC) October 9, 2022

Sostiene que lo ideal es utilizar el resto de la tecnología que se incorpora a las labores espaciales para comenzar con la extracción de minerales en los asteroides. Hace referencia a los remolcadores que se utilizan para colocar en órbita los satélites y así poder satisfacer las demandas del mercado. A pesar de esto, el principal problema que se enfrentan en la actualidad es el del financiamiento.

Sercel asegura que para construir un vehículo de minería se necesitan millones de euros, y no es fácil convencer a los inversionistas para que aporten este dinero. Apunta que el principal escollo está en los problemas económicos y la inestabilidad a la que se enfrentan los mercados. El costo de ir y venir es más alto que cualquier ganancia que se obtenga con los minerales.

Otra empresa que apunta en los mismos objetivos es AstroForge, la cual se fundó unos meses atrás. Piensan que en el momento que se acaben los minerales comerciales en la Tierra, habrá que buscarlos en el exterior. Según el director ejecutivo Matt Gialich, la meta es extraer y refinar estos materiales en el espacio y traerlos de vuelta con la finalidad de aminorar los costos. El mayor desafío que tienen es seleccionar el asteroide que intervendrán para no perder dinero.

¿Por qué han fracasado otras empresas de minería de asteroides?

Este es un negocio a largo plazo y muchos inversores no tienen la paciencia necesaria para esperar los resultados. Todavía no hay la suficiente tecnología para ejecutar la minería y la cantidad de dinero que hay que gastar es mucha. Por eso, empresas como Planetary Resources y Deep Space Industries, han abandonado la carrera y se han vendido a multinacionales que no se relacionan en nada con la extracción de minerales.

Las historias de las dos empresas son similares. Planetary no pudo recaudar la cantidad suficiente de dinero en las rondas de negociaciones, por lo que los principales responsables comenzaron a declinar de la idea. Todos se frustraron debido a que el modelo de negocios no funcionó como se esperaba. Peter Márquez, cuenta que el número de clientes que habían logrado reunir para un periodo de 15 años no eran suficientes.

Por su lado, Planetary Resources fue vendida a una empresa de blockchain, lo que trastocó por completo los planes de quienes estaban detrás de la propuesta de ganar dinero con la extracción de recursos en el espacio. El plan de marketing que diseñaron para vender la idea fue bueno, sin embargo, no logró cautivar la suficiente cantidad de millonarios. Tuvieron que competir con otras empresas espaciales y al final, los otros proyectos causaron una mejor impresión.

Aparte de esto, hay algunos temas que no se clarifican por completo. Uno de ellos es la forma como se llevarán a cabo estas operaciones. No se ha dicho si serán los seres humanos quienes controlarán a distancia, se trasladarán en naves espaciales o si utilizará humanoides en las excavaciones. Tampoco se precisa la mecánica para traer los recursos encontrados a la Tierra, lo que a priori parece generar un problema logístico.

Así mismo, los científicos deben trabajar con el tema de la gravedad, por lo que el desarrollo tecnológico debe avanzar con fuerza. Salir de la Tierra, aterrizar y regresar de nuevo es muy complicado, asegura Francisco Espartero, doctor en Astrofísica y en Ingeniería Civil. La propuesta de algunos es enviar impresoras 3D y construir las herramientas en el sitio, pero eso también tiene costos adicionales. Lo que sí está claro es que hay que hacer una inversión grande para ver los resultados.

Hasta la fecha son cuatro los países que tienen sus miradas puestas en la minería de asteroides. Estados Unidos, Luxemburgo, Emiratos y desde el año pasado Japón, quieren sacarle provecho comercial a los minerales espaciales. Rusia por su lado ha tenido una posición en contra y asegura que es un tema muy espinoso. China e India tampoco han dado un paso certero y la mayoría de las naciones de Europa observan con atención los acontecimientos.

#Ciencia Las potencias mundiales no solo tienen un interés en el espacio para aumentar el conocimiento humano, también buscan beneficiarse de la minería espacial.#MineriaEspacial #Asteroides #Espacio https://t.co/aIHTyUtBnJ

— LatinAmerican Post (@latampost) September 24, 2022

En el caso de Japón se aprobó una ley que permite a las empresas del país comenzar a presentar propuestas. La meta es que puedan hacerlo en solitario o con la cooperación de otros países que estén involucrados en el tema. Esto es un paso gigante en las aspiraciones del gobierno nipón por entrar en la carrera espacial, además de ser una forma de ampliar los conocimientos obtenidos con la misión científica Hayabusa 2 la cual trajo algunos gramos de polvo de un asteroide.

Con los datos anteriores, no queda duda que este será un negocio lucrativo a largo plazo, pero por el momento no hay la capacidad para lograrlo, sobre todo porque son los privados y no tanto los estados quienes están al frente. Es un ambicioso proyecto que formará parte de la colonización espacial con la que muchos sueñan, aunque todavía está en pañales.