¿No te gusta tu jefe? Pues la IA podría ser 1000 veces peor según el profesor Michael Wooldridge

La inteligencia artificial (IA) ha sido objeto de debate en todo el mundo, siendo considerada por algunos como un riesgo existencial equiparable a las pandemias. Sin embargo, el profesor Michael Wooldridge, pionero en el campo de la IA y quien encabezará las conferencias de Navidad de la Royal Institution este año, tiene un enfoque diferente.

En una entrevista exclusiva, el profesor Wooldridge comparte sus perspectivas sobre la IA, sus preocupaciones acerca de cómo esta tecnología podría convertirse en el “jefe del infierno” en el ámbito laboral, y la necesidad de entender y desmitificar esta poderosa herramienta tecnológica.

La IA podría ser el jefe más invasivo de la historia según el profesor Michael Wooldridge

Uno de los puntos que destaca el profesor Wooldridge es su preocupación por el papel de la IA en el entorno laboral. Visualiza un escenario donde la IA se convierte en el “jefe del infierno”, supervisando cada correo electrónico de los empleados, proporcionando retroalimentación constante e incluso tomando decisiones sobre despidos. Según sus palabras, “hay algunos ejemplos prototípicos de esas herramientas que están disponibles hoy. Y encuentro eso muy, muy perturbador”.

Esta preocupación arroja luz sobre un aspecto crucial de la IA: su influencia en la dinámica laboral. Si bien la IA puede aumentar la eficiencia en muchas áreas, también plantea interrogantes sobre la privacidad y el control en el lugar de trabajo. Wooldridge destaca la importancia de abordar estas cuestiones a medida que la IA se convierte en una herramienta común en el mundo laboral.

El profesor Wooldridge, quien es profesor de informática en la Universidad de Oxford, considera que es esencial desmitificar la IA. En su opinión, la IA se ha convertido en una parte integral de la vida cotidiana, pero muchas personas no comprenden completamente cómo funciona.

“Mitigar el riesgo de extinción por la IA debería ser una prioridad global junto con otros riesgos a escala societal, como las pandemias y la guerra nuclear”

Michael Wooldridge, pionero de la IA

Afirma que herramientas como ChatGPT, aunque impresionantes, no son mágicas ni místicas. En sus palabras, “en las conferencias de Navidad, cuando la gente vea cómo funciona realmente esta tecnología, se sorprenderá de lo que realmente está sucediendo”.

Este énfasis en la comprensión esencial de la IA es fundamental para garantizar que la sociedad pueda utilizar esta tecnología de manera efectiva y responsable. Al entender su funcionamiento interno, las personas pueden incorporar la IA como una herramienta más en su vida diaria, similar a una calculadora o una computadora.

La IA y la conciencia; esto piensa el profesor Michael Wooldridge

Una cuestión filosófica que la IA ha puesto sobre la mesa es la posibilidad de que las máquinas puedan desarrollar conciencia. El profesor Wooldridge admite que la humanidad aún no comprende completamente cómo funciona la conciencia humana. Sin embargo, señala que la experiencia es un factor crucial. Mientras que los humanos pueden experimentar los aromas y sabores, las grandes modelos de lenguaje como ChatGPT no pueden.

“Ellos habrán leído miles y miles de descripciones de beber café y el sabor del café, pero nunca han experimentado el café“, señala Wooldridge. Esta falta de experiencia es un obstáculo para que las máquinas sean consideradas conscientes. Sin embargo, plantea la posibilidad de que las máquinas con capacidades más avanzadas puedan algún día experimentar de manera similar.

La IA está transformando diversas industrias, desde la atención médica hasta el arte. Sin embargo, Wooldridge también reconoce los riesgos asociados con su uso. Advierte sobre la capacidad de la IA para leer y comprender los datos de las redes sociales, lo que podría llevar a la manipulación de la opinión pública. También destaca la posibilidad de que la IA proporcione consejos médicos erróneos o reproduzca sesgos presentes en los datos con los que fue entrenada.

A pesar de estos riesgos, Wooldridge no comparte algunas de las preocupaciones más apocalípticas sobre la IA. No firmó declaraciones de organizaciones como el Centro de Seguridad de la IA, que advierten sobre los peligros de la tecnología. Argumenta que estas preocupaciones a largo plazo están basadas en especulaciones y que no se debe equiparar la IA actual con riesgos existenciales.