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El pasado lunes 17 de octubre, más de 40 rivales europeos de Google instaron a los reguladores antimonopolio de la Unión Europea a poner en práctica las normas tecnológicas adoptadas para garantizar que Alphabet permita una mayor competencia en su página de búsqueda. Por su descontento, estas empresas se asociarán para que Google sea sancionado por la UE nuevamente, a causa de sus prácticas anticompetitivas.
Según señalan las empresas en cuestión, Google ha roto la nueva Ley de Mercados Digitales (DMA) que se implementó para controlar a los guardianes de Big Tech sobre las búsquedas digitales. Ahora, estas marcas tienen que competir entre sí, mientras Google sigue apareciendo en el carrusel de Google Shopping en la parte superior de las páginas de resultados de búsqueda. Lo cual, además de ser anticompetitivo, también es codicioso de su parte porque obtiene una fracción de las ganancias de los comerciantes y otra de los sitios de comparación de precios.
Google podría ser sancionado en la UE por prácticas anticompetitivas
Debido a su modus operandi en su servicio de comparación de compras en la Unión Europea, Google ha estado en el ojo del huracán y recibió una millonaria demanda. A pesar de que todos esperaban que mejoraría sus prácticas, no ha sido así y los competidores europeos de comercio de la compañía se han visto en la necesidad de pronunciarse al respecto, a causa de su gran descontento.
La Comisión Europea multó a Google con €2.400 millones ($2.330 millones) hace cinco años y le dijo a la empresa que dejará de favorecer su servicio de compras.
Tal y como rezan por medio de una carta enviada a las autoridades europeas, el gigante de las búsquedas en Internet muestra sus resultados de Google Shopping en la parte superior de todos los demás. Así, las más de 40 empresas que se han unido en contra de la gran G, señalan que deben competir entre sí y con Google para poder aparecer en el carrusel de Google Shopping en la parte superior de las páginas de resultados de búsqueda.
Asimismo, destacan que su modelo de subasta simplemente conduce a precios más altos para los consumidores, ya que las marcas deben invertir más dinero para poder exhibirse en las búsquedas online. Por consiguiente, el único que se puede beneficiar de esto, es Google. Al mismo tiempo que obtiene una parte de las ganancias de los comerciantes, también se queda con una fracción de otros sitios de comparación de precios.
Como resultado, las empresas han solicitado a los reguladores antimonopolio de la UE que investiguen y analicen las prácticas de Google nuevamente, partiendo de la nueva regulación vigente de la Ley de Mercados Digitales (DMA), que está diseñada para que el sector digital sea más justo y competitivo. Con ello, la UE pretende asegurarse de que las grandes empresas (como Google, Apple y Meta) no usen su poder de mercado en su propio beneficio sobre los competidores más pequeños.
La DMA está establecida para controlar la gestión de los llamados “guardianes”. Estos hacen referencia a las empresas que tienen al menos 45 millones de usuarios finales mensuales o 10.000 usuarios comerciales en la UE. Por lo que son entidades como Google, Amazon, Microsoft y Meta.
En su mayoría, las empresas que se han alzado en contra de los de Mountain View son sitios web de comparación de precios de diferentes países. Ya sea LeGuide de Francia, Idealo de Alemania, PriceRunner de Suecia, Kelkoo del Reino Unido y más (en total, son 43). Estos argumentan que sus recursos se gastan mejor en ofrecer los precios más asequibles para los clientes y, en consecuencia, las acciones de Google les afectan directamente.
Por supuesto, esta ofensiva en contra de la gran G la pone en una posición crítica. Desde siempre, Google ha sido el principal objetivo de los reguladores antimonopolio en Europa, incluso antes de que entrará en vigor la DMA. Por ende, con la denuncia por parte de este conjunto de empresas, podría empeorar la situación de la gigante tecnológica que, posiblemente, volverá a ser sancionada.
Como, anteriormente, la UE logró cambiar la forma en que funcionan los acuerdos de licencia de Google para Android en el mercado europeo, pues no puede obligar a los fabricantes a vender únicamente teléfonos y dispositivos con Google Play Services; se prevé que con esta nueva ordenanza cambie otros lineamientos sobre cómo opera la compañía en Europa. Sin embargo, si opta por actuar de una forma más radical, Google podría experimentar la disolución de empresas como sanción, ya que las nuevas reglas instan esta norma.
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Aunque todavía resta esperar que decisión toma la UE con respecto a Google, por lo pronto, se predice que la Comisión Europea obligará a la gran G a reabrir espacio en las páginas generales de resultados de búsqueda para los proveedores más relevantes.
Asimismo, solicitará eliminar las unidades de compras de Google que no permitan la competencia, tal y como lo solicitan las empresas. Con ello, se podrá evitar la generación de precios más altos y será idóneo para proporcionar más opciones a los consumidores, a su vez, esto evitará una transferencia injusta de los márgenes de beneficio de los comerciantes y competidores.
No es la primera multa a Google por competir de forma desleal
Además de la multa de €2.400 millones hace varios años, recientemente, Google fue sancionado por la justicia europea con una multa histórica de €4.125 millones. Esto fue confirmado el pasado 14 de septiembre, cuando la UE señaló que la operación de Google no se adapta al Derecho de la Unión por sus prácticas competitivas con el fin de consolidarse a sí mismo en los motores de búsqueda.
El mismo día, Google recibió otra multa en Corea del Sur, por recopilar datos personales de usuarios en sitios externos y usarlos para publicidad personalizada en línea. La sanción fue de 69.200 millones de wones (o 49.5 millones de dólares).
En un principio, el Tribunal General de la Unión Europea (TIGUE) confirmó que la sanción impuesta para la compañía estadounidense era de €4.300 millones. Sin embargo, el recurso presentado fue reducido un 5% y como consecuencia, la multa millonaria se disminuyó a los €4.125 millones. Con ello, se hicieron realidad los peores presagios de Google, pues no esperaba que la ley ordenará esta penalidad.
Por supuesto, la noticia generó furor rápidamente en todos los internautas. A pesar de que muchos defendieron la posición de la gran G, otros señalaron que Google favorece su propio servicio de comparación de precios en sus páginas de resultados generales, tal y como enfatiza el Tribunal General.
La compañía ha logrado esto por medio de un posicionamiento y una visualización favorable, además de que relega los resultados de las webs de comparación en esas páginas con sus algoritmos de clasificación.
Ahora bien, esta no es la primera vez que Google se ha visto envuelto en un problema de tal tipo, así que a muchos no les sorprende. En 2021, en Francia, los de Mountain View recibieron otro millonario golpe de €500 millones, por emplear los contenidos de medios y agencias de prensa. Lo cual supuso el incumplimiento sistemático por parte de la compañía estadounidense.
Asimismo, a principios de 2022, fue penalizada junto a Facebook, por los procedimientos para rechazar las cookies en sus webs. Como consecuencia, las autoridades de Francia corroboraron que desde la compañía habían vulnerado el Acta de Protección de Datos y les impusieron una multa de €150 millones a la gran G.