¡Si él lo dice! El propio creador de ChatGPT cree que su herramienta debería ser regulada en el futuro

Por medio de una entrevista proporcionada a Time, el pasado 5 de febrero, se conoció que el inventor de ChatGPT está de acuerdo con que su herramienta de IA sea regulada en el futuro. Más allá de hacer referencia al potencial sin explotar del software, Mira Murati, CTO o director de tecnología de OpenAI y creadora del chatbot, destaca la importancia de avanzar hacia la regulación de la Inteligencia Artificial. Por ello, segura que necesita muchos aportes que vayan más allá de las tecnologías y los reguladores tienen un papel fundamental en eso, porque así podrán implementarla de forma responsable y controlada.

Desde su debut en noviembre de 2022, el chatbot de IA de OpenAI ha causado furor en todos los ámbitos. Tras el interés generado, se dice que ChatGPT podría alcanzar los 100 millones de usuarios en menos de dos meses y hacer historia en Internet, lo cual es aplaudido por los defensores de esta tecnología, pero sigue siendo criticado por quienes señalan al chatbot como “la muerte de la educación” y más. Ante esto, Murati optó por declarar qué opina acerca de la regulación de ChatGPT y, de manera sorprendente, dijo que está de acuerdo.

El creador de ChatGPT dice que la herramienta debería regularse

En los últimos meses, ChatGPT ha ocupado diversos titulares, en vista de lo controversial que ha sido desde su lanzamiento. Básicamente, esta herramienta tecnológica se define como un chatbot de IA que puede responder preguntas complejas con una habilidad de nivel humano. Es por eso que captó la atención de todo el mundo en poco tiempo.

Según Google Trends, en enero, ChatGPT superó a Bitcoin entre los términos de búsqueda más populares.

Si bien son muchas las escuelas que han propuesto la restricción absoluta de ChatGPT, lo cierto es que otros defienden el uso de esta tecnología, incluso la ley de IA sugirió que las escuelas y universidades que prohíben el uso de ChatGPT están perdiendo el rumbo. Así como las opiniones en el área académica están divididas, en el mundo tecnológico también; mientras que Microsoft anunció una inversión de 10.000M€ en la herramienta, Google emitió un código rojo porque crea rumores en Internet y amenaza su negocio.

Por ello, Time solicitó una entrevista a Mira Murati, director de tecnología en OpenAI y líder de ChatGPT, la cual fue publicada este 5 de febrero; en ella, Murati firma que esta herramienta de IA será como otras revoluciones por las que ya hemos pasado, en la que existirán nuevos puestos de trabajo y otros se perderán completamente. En consecuencia, dice que, aunque reconoce el controversial impacto de la IA en todos los entornos, es optimista con que ChatGPT siga creciendo como lo ha hecho durante estos meses.

Para iniciar la entrevista, el CTO o director de tecnología de OpenAI define a ChatGPT como un gran modelo conversacional y una gran red neuronal, que ha sido entrenada para predecir la siguiente palabra. A pesar de que su equipo tenia cierta inquietud sobre publicarlo, la curiosidad por evidenciar en qué área generaría utilidad para las personas, los motivó a presentarlo ante el mundo. No obstante, cree que el principal desafío con esta herramienta es el mismo que exhiben los modelos básicos de lenguaje grande: poder inventar hechos.

Ante esto, Murati hace énfasis en que lo que buscan con esta IA es proveer inteligencias generales con alta confiabilidad para que sean lo más seguras posibles. Entonces, en referencia al tema de que las escuelas están prohibiendo ChatGPT, dice que es sorprendente la cantidad de cosas que se puede hacer con esta tecnología, tanto en términos de lo positivo como de lo negativo. Dicha controversia también ha revelado dudas sobre el impacto social que tiene, en cuestiones éticas y filosóficas.

Por supuesto, esto también ha generado preocupaciones legales. Es por ello que le preguntan si ChatGPT y la empresa en general debería dejarse en manos en los creadores de regulaciones. Precisamente, esta interrogante conllevó al creador de ChatGPT a afirmar que la herramienta debería regularse, pues se necesitan más aportes que vayan mucho más allá de las propias tecnologías. Por lo tanto, asegura que la actuación de los reguladores y gobiernos es fundamental en un futuro, para que la implementación del chatbot sea controlada y responsable en todos los ámbitos.

“La IA puede ser mal utilizada, o puede ser utilizada por malos actores. Entonces, hay preguntas sobre cómo gobiernan el uso de esta tecnología a nivel mundial. ¿Cómo gobierna el uso de la IA de una manera que esté alineada con los valores humanos?”.

Mira Murati, creador de ChatGPT y CPO de OpenAI.

¿Cómo se debería regular ChatGPT?

En líneas académicas, ChatGPT debería regularse y no prohibirse, tal y como han propuesto muchas universidades en Estados Unidos y otras partes del mundo. En ese sentido, se sugiere que los reguladores permitan que los planteles educativos que se muestran escépticos prueben con una prohibición parcial y débil de la tecnología. Así, podrían tantear las verdaderas ventajas de la herramienta para, posteriormente, habilitarla o admitirla desde un punto de vista ético con tres espectros clave: reconocimiento, aceptación leve y aceptación total.

De este modo, los maestros podrían aprovechar una nueva transformación en el área del aprendizaje, lo cual permitirá revolucionar la manera en que los maestros promueven su instrucción. Según señala Mira Murati, en un aula de clases todos los alumnos tienen diferentes antecedentes y formas de aprender, pero reciben el mismo plan de estudios pautado por el profesor.

No obstante, esto puede cambiar con la ayuda de herramientas con ChatGPT, ya que el modelo permite hallar un método de aprendizaje que se adapte al nivel de compresión de cada estudiante. Lo que significa que dicho chatbot tiene gran potencial para fomentar la educación personalizada, la cual se ajusta a las necesidades, habilidades, fortalezas a intereses de cada alumno, para que aprenda mejor.

En el ámbito tecnológico, la regulación de ChatGPT debe ir de la mano de la justicia, para así crear un entorno en donde todos puedan obtener ventajas y actuar en un campo en el que la competencia sana sea el principal concepto. Por lo tanto, la herramienta de OpenAI debería facilitar sus competencias en pro de las necesidades de cada internauta, sin afectar el negocio de las grandes empresas tecnológicas. Por ejemplo, no debería irrumpir directamente en el campo de las búsquedas, ya que afecta el negocio de Google. Más bien, ambos podrían hallar una forma de trabajar juntos para optimizar la experiencia de búsqueda de las personas.