¡Batalla sostenible! El CO2 será el combustible utilizado a partir de ahora para impulsar los aviones de combate

Este 28 de febrero, se anunció la firma de un contrato entre una startup especializada en combustible de aviación sostenible, Air Company, y el Departamento de Defensa de Estados Unidos. El cual tiene como objetivo crear combustible para aviones de combate al mismo tiempo que mitigan las emisiones de carbono hasta en un 10% a nivel global. Para esto, la inversión será de más de 65M€ y se trata de un proyecto sostenible enfocado en eliminar el CO2 de la atmósfera, extrayéndolo del aire y convirtiéndolo en parafina o alcoholes de grado combustible.

Con el paso del tiempo, son más las empresas que se enfocan en reducir sus propias emisiones de carbono para actuar en pro el medio ambiente. Sin embargo, Air Company ha ideado una novedosa estrategia para operar desde la sostenibilidad, creando combustible de aviación a través del CO2. Debido a los notables beneficios que supone, el gobierno estadounidense se ha fijado en este plan y ha destinado una nueva inversión que traerá consigo un gran cambio para la aviación de combate del país.

Los aviones de combate del futuro serán impulsados con combustible de CO2

Para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, los aviones de combate del futuro se distinguen como una pieza clave para su defensa. Es por eso que, en los últimos tiempos, el Departamento de Defensa de USA ha estado ideando nuevas estrategias que ayuden a modernizar estos aviones para garantizar la seguridad nacional.

A lo largo de su ardua búsqueda para hallar proyectos que permitirían lograr este fin, el ente gubernamental se topó con Air Company, una startup especializada en combustible de aviación sostenible (SAF). Dado que esta empresa captó la atención de los altos funcionarios por medio de una propuesta que planea utilizar el CO2 como combustible para impulsar los aviones de combate, que también ayudaría a atenuar al menos un 10% de las emisiones de carbono en el mundo.

Actualmente, Air Company ya cuenta con un proceso de conversión de CO2 en combustible para aviones y este fue publicado a través de un libro blanco, que se caracteriza por explicar en profundidad un tema de interés para la opinión publica o los órganos legislativos. Con ello, pudieron persuadir el DoD para tener su propia planta.

Air Company asegura haber eliminado una fase del proceso Fischer-Tropsch, usado para la producción de hidrocarburos líquidos a partir de gas de síntesis.

Este 28 de febrero, se firmó un contrato de más de 65M€ entre Air Company y el Departamento e Defensa de EE UU. Tal y como enfatizan los altos ejecutivos, dicho contrato se encargará de proporcionar fondos a esta startup para poder avanzar en la investigación y desarrollo de un sistema que logre extraer CO2 del aire, para convertirlo en alcoholes y parafina de grado combustible.

La estrategia de Air Company radica en crear, cosechar y almacenar CO2 a partir de la fermentación industrial del maíz. Hecho eso, el equipo procede a usar la electrólisis del agua para producir gas hidrógeno (H2) y oxígeno (O2). A continuación, el oxigeno se libera a la atmosfera y el gas hidrógeno alimenta un reactor con el CO2 capturado y un catalizador. Como resultado, la reacción química genera etanol, metanol, parafina y agua, que son componentes incluidos en SAF. Así como también, en perfumes y desinfectante para manos.

Si bien, Air Company asegura que todavía no puede producir a la escala necesaria para impactar mayores porcentajes de niveles globales de CO2, señala que si otras empresas también pueden trabajar en ello, es posible producir a escala. Sin embargo, para lograrlo, también se necesita que todas aquellas industrias que dependen del combustible, cambien a SAF con el fin de mitigar las emisiones de carbono por completo.

El contrato del Departamento de Defensa ayudará a Air Company a refinar su proceso y construir una planta de producción a gran escala, pero se necesitará más de una empresa para producir suficiente SAF para alimentar a toda la industria.

Otro de los desafíos que deberán enfrentar, es que la mayoría de las agencias reguladoras mantienen limitaciones específicas acerca del uso de SAF. Hoy en día, las mezclas de combustible de aviación no pueden contener más del 50% de SAF, por lo que la compañía se ve restringida a la hora de usar los componentes necesarios para crear su propia mezcla. Por ende, esperan que estos limites aumenten en las regulaciones para optar por el completo uso de SAF.

“Con la legislación y las reglamentaciones actuales, existen límites de mezcla a los que debemos adherirnos. El combustible que creamos tiene los componentes que no deben mezclarse. Esperamos que, en el transcurso de los próximos años, esos límites de mezcla aumentarán y que las regulaciones eventualmente permitirán el uso de SAF al 100 por ciento”.

Gregory Constantine, CEO de Air Company.