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El usuario de Twitter identificado como @MarshSMT trajo de nuevo a la luz la demanda del creador del juego Shin Megami Tensei: Imagine, hacia un grupo semi anónimo que publicó una versión plagiada del mismo en la web. El asunto no se había asumido tan en serio ya que es muy poco común que se tomen acciones tan drásticas en estas circunstancias, pero todo parece indicar que el caso va a proceder.
Los trámites legales se iniciaron a finales del año pasado, pero no fue si no hasta este mes que los responsables han sido citados para presentarse en la corte, reviviendo toda la polémica que envuelve al suceso. Para algunos, se trata de un acto de admiración al arte y al autor, mientras que, para otros, es un crimen que no debe quedar impune. Quedará en manos del juzgado dictar el veredicto, aunque la corte de opinión pública podría discordar.
Atlus demandará a los fans que recrearon el desaparecido MMO 'Shin Megami Tensei'
En abril de 2007, la desarrolladora de videojuegos japonesa Atlus, lanzó una nueva adición a la saga 'Shin Megami Tensei', conocida popularmente como 'Megaten', se trataba de una edición para juego online en la que el participante recorría las calles de un Tokio futurista y distópico realizando misiones. Se titulaba 'Imagine' y fue un éxito entre los fans.
SMT: Imagine fue adquirido por casi un millón de personas y generó unos €13 millones en ganancias para la compañía.
Miles de usuarios se conectaron para jugar en conjunto convirtiéndolo en uno de los más populares del país. Sin embargo, seis años después, la división online de Atlus fue adquirida por una nueva compañía, Marvelous USA, que a su vez clausuró el servicio tan solo un año después. Como consecuencia, el juego fue gradualmente descontinuado hasta que en 2016 desapareció por completo.
O al menos eso se creía, hasta que, en 2020, durante el periodo de la pandemia, un grupo amateur llamado 'Rekuiemu Games' subió una versión prácticamente idéntica por debajo del radar, permitiendo a miles de fans reconectar con una experiencia que parecía perdida.
El problema se presentó cuando en 2021 los dueños originales del material se dieron cuenta de lo que ocurría y no estuvieron para nada complacidos al respecto. Originalmente se pensó que con una orden de cierre bastaría, pero las cosas han ido escalando desde entonces. 25,000€ en compensación por cada delito presentado es lo que pide Atlus tras alegar “daños irreparables” ante el juzgado.
La demanda va dirigida específicamente a dos sujetos bajos los seudónimos 'Rekuiemu' y 'COMP_Hack', quienes eran los encargados de mantener el servidor que corría SMT: ReImagine, no hacia el juego en sí mismo. Pero el ReImagine ya ha sido retirado de la web permanentemente y los fans se lamentan por ello.
Rekuiemu está registrado a nombre de Jonathan Sum, quien es poseedor del dominio de la página que también ha sido descontinuada. Por su parte, la identidad de COMP_Hack es desconocida hasta el momento. De hecho, la corte no ha dejado claro si se trata de una persona o una entidad, pero su función en la operación parece ser la creación del código.
Con esto, se da a entender que, en líneas generales, COMP_Hack se encargó del desarrollo y Rekuiemu Games de la distribución, apelando a la nostalgia de la comunidad gamer para intercambiar un producto ilegal.
En los documentos se estipula que Altus ostenta los títulos de propiedad en todos los aspectos del juego, por lo cual, se trata de varias infracciones, entre las que se cuentan: falsificar una marca de derechos de autor, crear una versión descargable del juego (que podría ser usada para repetir la infracción), replicar todos los aspectos audiovisuales, hacer promoción pública de esta copia, mantener un servidor no autorizado a nombre del juego, entre otras.
Atlus estipula que los creadores de ReImagine, ingresaron a los servidores cuando el producto oficial aún estaba en funcionamiento y obtuvieron toda la información necesaria para copiarlo.
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Viéndolo desde este punto de vista, el crimen es claro, no obstante, dentro del mundo gamer algunas líneas parecen difuminarse más que otras. Crear versiones de juegos clausurados o incluso de juegos activos es bastante común, considerado por los usuarios como un homenaje a la obra original.
Para muchos se trata de preservar un legado que, de otra forma, pasaría al olvido, optimizar proyectos dejados de lado o simplemente mejorar la experiencia del usuario de manera independiente. La práctica está tan extendida que, aunque para la ley es un crimen, la mayoría no toma esto en consideración. Es altamente inusual que las repercusiones legales lleguen hasta un punto como este.
Un golpe directo a los modders y fans de la industria de los videojuegos
Las modificaciones independientes a los juegos son muy populares dentro del círculo, y muchas empresas han estado aprovechándolo de manera informal. Las modificaciones con más éxito le hablan a la empresa de lo que el público quiere, los proyectos autónomos ahorran trabajo y proveen actualizaciones, avances que mantienen los juegos al día.
Es tan común que, en muchos casos, las desarrolladoras acaban contratando modders para realizar versiones oficiales de los cambios diseñados por cuenta propia. Una demanda como esta podría sentar un precedente en casos similares y alterar la relación que existe actualmente entre los creadores y los modificadores.
Por otra parte, es importante notar que recientemente ha surgido una tendencia de conservación. Diversos países aprobaron en los últimos años leyes para proteger los esfuerzos por resguardar el material de los videojuegos, especialmente los antiguos que han quedado descontinuados o aquellos que no fueron distribuidos en formato físico.
Estas obras son consideradas por muchos trabajos artísticos con los que el jugador ha formado un lazo afectivo. Es seguro decir que ningún jugador quiere ver desaparecer para siempre su juego favorito. La transición a los formatos digitales y las modalidades de juego online han dejado a algunos de estos es posición vulnerable. Aún más tomando en cuenta que, mientras más antiguo, más difícil es adquirirlo.
Es por eso que en 2018, la Oficina del Derecho de Autor de los Estados Unidos, flexibilizó las normativas con respecto a este tipo de material, permitiendo a terceras partes intervenir en la recuperación de contenidos, aún sin tener el permiso de sus dueños oficiales, sobre todo cuando se trata de un juego en línea que ha sido dejado fuera de funcionamiento.
The US Copyright Office has granted our DMCA exemption to allow us to preserve online games! All of that hard work has paid off! Big thanks to UC Berkeley, David Petchey, and James Clarendon who testified on our behalf.
— Video Game Museum! (@TheMADE) October 25, 2018
Si bien las condiciones de estos ajustes legales no se corresponden del todo con este caso, sí se
genera un argumento a favor de los acusados, especialmente si el juego fue distribuido sin fines
de lucro, solo con la intención de mantenerlo vigente.
Siguiendo esta línea, en España los juegos de vídeo han sido declarados recientemente patrimonio cultural, estableciendo que los juegos producidos en el país deben ser enviados para su respaldo en los archivos nacionales. Por otra parte, en Suecia, Embracer Group, se ha propuesto recolectar y guardar la mayor cantidad de video juegos posibles para su preservación.
Las iniciativas a nivel mundial son múltiples en la búsqueda por proteger la historia y la cultura, por lo tanto, resulta interesante comprobar si la corte optará por una pérdida definitiva de Shin Megami Tensei: Imagine o dejará impune un crimen, que muchos no consideran como tal.