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Buscar la sostenibilidad del transporte público con autobuses eléctricos es uno de los objetivos planteados en las principales ciudades del mundo. Es una gran apuesta si se toma en cuenta que en la actualidad hay en circulación 670.000 unidades y un 90% de ellas se encuentran activas en China.
Es una estrategia que han aplicado en China para disminuir la contaminación ambiental, fortalecer la capacidad tecnológica y renovar la flota de autobuses. El avance ha ido de la mano con una amplia inversión gubernamental. Con ella se buscó que las empresas se interesaran en la producción de estos modelos con el apoyo financiero del estado, en el que además se incluían subvenciones.
En algunos países quieren hacer que el transporte público sea 100% eléctrico
Descarbonizar los medios de transporte público y bajar a cero las emisiones de carbono, son dos de las razones para pensar en adquirir autobuses eléctricos. Hay países que piensan en que todos los vehículos que funcionen sean de batería, pero es un proceso largo y que tomará un tiempo hacerlo realidad. La idea es comenzar a trabajar de inmediato, como lo hace por ejemplo el gobierno de la India.
De acuerdo con varios reportes de prensa, dedicaron una inversión de 10.000 M€ para comenzar una licitación que les permitirá poner en las carreteras 50.000 autobuses eléctricos. Los datos indican que India es el tercer país en el mundo en lo referente a la generación de emisiones de carbono, por ello la urgencia de activar planes alternativos. Pero antes, es necesario que piensen en la infraestructura que utilizarán para colocar los puntos de carga y mejorar la calidad de la red. El plan se podría ejecutar en un plazo máximo de siete años.
Ciudades indias se organizan para comprar miles de autobuses eléctricos.
Para el impulso continuo de reducir la dependencia de las importaciones de petróleo y reducir la contaminación del aire.
Una magnifica iniciativa de la India!https://t.co/1FpsGhMCn7
vía @EcoInventos pic.twitter.com/PGhV6v0v6E— aggregatte (@aggregatte) August 19, 2019
Otro país que tiene avances considerables y que en cualquier momento alcanzará el 100% de electrificación en el transporte público, es Noruega. Las metas que tienen en Oslo es para 2023 se reemplazar 430 autobuses de diésel por unos de batería, con una inversión superior a los 470 M€. Explicaron los supervisores que el mantenimiento es más económico y da mayores garantías a los operadores de las unidades. Los grupos ambientalistas dicen que es un avance importante para la ciudad y que ahora se espera que en el futuro haya transparencia en el manejo de los datos con respeto a la contaminación.
Si producir un coche eléctrico contamina 70% más que uno a combustión, imagina lo que hará un autobús
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Desde hace algunos años, la principal alternativa para disminuir las emisiones de carbono en el transporte son los coches eléctricos. Sin embargo, se deja a un lado la enorme contaminación que producen las fábricas. Tampoco se toma en cuenta el efecto negativo que tiene en las comunidades que están en las zonas donde se extrae la materia prima o viven en los alrededores de los galpones industriales.
De acuerdo con un estudio publicado por Volvo, en noviembre de 2021, el proceso que implica la construcción de un vehículo eléctrico es 70% más contaminante que en uno de combustible, sobre todo por el tema de la batería. La sola creación de estas, genera varias toneladas de CO2. Otro aspecto que se toma en cuenta es el origen de la electricidad, la cual proviene de fuentes tradicionales que en la mayoría de los casos generan daños ambientales.
Acá cobra relevancia un estudio realizado por el Instituto Medioambiental de Suecia. Los investigadores concluyeron que en la elaboración de una batería de 100 KWH se generan 200 toneladas de dióxido de carbono. La razón es que para extraer el litio se necesita una enorme cantidad de energía, igual que pasa con el níquel y el cobalto. Dicen que esa cifra es similar a conducir un coche de combustible durante ocho años.
Con tanta demanda de litio para las baterías de coches eléctricos estamos con un nuevo problema de contaminación 70% más contaminantes. https://t.co/aBtcPuj7JO
— Boris (@borismonsalve) November 26, 2022
Lo anterior ocurre en un coche normal. Ahora, imagina lo que se utilizará en un autobús, que es mucho más grande, con capacidad para trasladar a más personas y con un gasto energético mayor. Sin duda que los niveles de contaminación serán mayores, tal vez muy similares a los que ocurren en el caso de los camiones que ya están en el mercado, los cuales utilizan grandes bancos de batería para soportar el peso de las cargas.
Junto a ello, hay la preocupación en algunos sectores por el daño que causan los neumáticos y los frenos de los autos eléctricos, los cuales envían una gran cantidad de partículas al aire que generan niveles de contaminación. Algunas empresas fabricantes de autopartes han indicado que colocarán artículos especiales solo para los autobuses de batería. De esa forma, se trabajará ecológicamente desde todos los frentes.
Los mecanismos que hoy en día utilizan los autobuses eléctricos podrán ser mejorados con los avances de la tecnología. Muchos de los que están disponibles tienen una autonomía de 250 kilómetros y en los terminales se colocan puntos de carga, de forma que midan a lo largo de sus viajes el tiempo que van a necesitar para surtir. Al final la idea es cuidar el medio ambiente, por eso los estudios no se pueden detener.
La fabricación de un vehículo eléctrico puede que sea más contaminante de momento (dejará de serlo en breve a medida que las tecnologías mejoren, ¿o acaso no era mucho más contaminante la fabricación de prácticamente cualquier máquina hace 40 años que ahora?), pero la contaminación producida durante su vida útil es mucho menor, y sobre todo, menos dañina para la salud humana (¿vieron el informe de la OMS en el que por fin reconocía que la contaminación atmosférica en las ciudades, principalmente por culpa de los motores de combustión y las calderas de calefacciones, produce más muertes por enfermedades pulmonares que el fumar?).
No hay discusión sobre si el vehículo eléctrico es el camino a seguir hoy día, cada coche, moto, autobús, furgoneta, etc, de explosión nos está quitando días de vida. Cierto que está la alternativa del hidrógeno, pero incluso en esa vía parece que se apuesta por las baterías de combustible, hidrógeno en este caso, frente al motor de combustión de hidrógeno. Sea como fuere, el motor eléctrico es ya una realidad mientras que el de hidrógeno, sea con pila de combustible sea con motor de explosión, todavía no salió de los laboratorios de I+D.
Otra cosa es que, como toda tecnología novedosa, haya muchas cosas que mejorar (empezando por la propia producción de la electricidad que cargan sus baterías, y el precio), pero no hay vuelta atrás.
China es, de nuevo, el ejemplo a seguir. La nación que ha sacado de la miseria a 850 millones de personas en 20 años, el doble de población que Hispanoamérica, tras décadas de obsesión por el desarrollo industrial que la convirtió en la fábrica del mundo, convirtiéndose en uno de los países más contaminantes del mundo por ello, en sus últimos planes quinquenales ha virado y ahora está portando la antorcha olímpica en lo que a lucha contra la contaminación se refiere.
El gobierno chino no es que "buscó que las empresas se interesaran en la producción de estos modelos", es que literalmente dijo a algunas empresas que les daba un plazo razonable para reconvertirse en fabricantes de vehículos eléctricos o les cerraba el negocio. Así se hace progresar un país en tiempo récord, con economía planificada que ponga por delante los intereses del país, no con esa "libertad de mercado" occidental donde a los empresarios el bien de la nación les importa un car*jo y si les es más fácil invertir en prostíbulos, discotecas y sector inmobiliario pues invierten en eso, que para la ciencia y la tecnología hay que estudiar y trabajar mucho. ¡Uf, qué agotador!
Luego nos quejamos de que China nos esté comiendo la tostada...
Saludos.
P. D.
Por cierto, permítanme un consejo: aprendamos a hablar buen español antes de preocuparnos por aprender inglés: "according to" no se ha de traducir literalmente por "de acuerdo a/con", eso no tiene sentido porque en español nunca se ha usado una construcción semántica así (bueno, no hasta que los malos hablantes empezaron a hacerlo, hace ya bastantes años); se llama "calco semántico" y es una torpeza. La traducción correcta es sencillamente "según", que además es más corto. Así "Según un estudio publicado..." y no "De acuerdo con un estudio publicado..."
Siento decirte Hulio, que te tragaste toda la "propaganda" mediática... entiendo tu buena intención, pero siento decirte que nos han mentido y ahora toca sacar la verdad aunque nos duela y esta vaya en contra de nuestras creencias más profundas, pero es necesario para dejar atrás tantas mentiras.
Citando a George Orwell "Hemos caído tan bajo que la reformulación de lo OBVIO es la primera obligación de un hombre inteligente".
Un saludo y gracias por comentar, te esperamos más a menudo por aquí