Acabamos de crear mosquitos genéticamente modificados que esperan reducir la población de portadores de Zika, Chikungunya y Dengue

La compañía estadounidense Oxitec fue la encargada de desarrollar en sus laboratorios 750.000.000 de mosquitos modificados genéticamente que fueron liberados en los Cayos de Florida tras recibir la aprobación de la Agencia de Protección Ambiental. La intención prioritaria es luchar contra los insectos portadores de enfermedades que causan la muerte de miles de personas cada año.

Ya en otras oportunidades la empresa ha participado en proyectos similares en Panamá, Malasia, Islas Caimán y Brasil, donde lograron reducir en 90% la cantidad de mosquitos Aedes Aegypti. Esto ha levantado la preocupación de grupos ambientalistas por los riesgos potenciales que podrían sufrir las comunidades en las que se hacen las liberaciones, acusando un impacto ambiental y de salud.

Acabamos de crear los primeros mosquitos modificados genéticamente

El mosquito genéticamente presentado se ha bautizado como OX5034 y ayuda a que las hembras, que son las responsables de picar a los humanos y transmitir las enfermedades, mueran antes de pasar a la fase de larva. El caso de los machos es diferente, estos buscan alimentarse con el néctar de las plantas y causan poco daño.

A simple vista no se puede percibir la diferencia entre un mosquito en condiciones naturales y uno modificado genéticamente, pero el efecto que causan es asombroso. Para hacerlos letales se les implanta la proteína TAV-OX5034, la cual al ser transmitida en las hembras las mata y reduce la cantidad de especies que se procrean. Así, al momento de aparearse únicamente sobreviven los machos.

El experimento en los Estados Unidos comenzó en el 2021 y hasta el momento los resultados son positivos, si bien faltan pruebas mayores para ver si pueden ampliar su rango de acción. Según la revista científica Nature, los investigadores colocaron cajas de huevos provenientes del mosquito OX5034 y las rodearon con trampas. Al final recolectaron 22 mil óvulos que finalmente llevaron al laboratorio para identificar si se producía el efecto deseado.

Al revisar, se dieron cuenta que las hembras que heredaron el gen murieron tiempo antes de llegar a la edad adulta. Esto ha recibido el respaldo por parte de la comunidad científica. Un caso es el de Thomas Scott, entomólogo de la Universidad de California, quien valoró el esfuerzo porque se hace de forma sistemática y reflexiva, razón por la que se animó a trabajar en el proyecto.

El gen sobrevivió un máximo de tres meses, tras lo cual desapareció. Vale destacar que no se encontraron mosquitos portadores más allá de 400 metros del lugar donde fueron liberados, en un monitoreo que se hizo a lo largo de 10 semanas.

Un proyecto para erradicar especies de mosquitos que transmiten enfermedades mortales

Los mosquitos aegypti son capaces de transportar enfermedades como la fiebre amarilla, el Chikungunya, el Dengue y el Zika. Ese es el principal motivo por el que los científicos quieren disminuir o eliminar la mayor cantidad posible de sus descendientes. Los investigadores aseguran que los brotes pueden ocurrir incluso cuando las cantidades son bajas, por lo que deben continuar con los estudios.

Pero esta iniciativa cuenta con el apoyo del Distrito de Control de Mosquitos de los Cayos de Florida, quienes aseguran que están buscando todas las alternativas que existen para proteger a la gente que vive en esos sectores y que ayudan al crecimiento de la economía. Los datos reflejan que en el 2010, la zona fue afectada por 68 casos de dengue de transmisión local y en el 2020 la cantidad subió a 72.

Si se hace referencia a cifras globales, la fiebre Chikungunya se da principalmente en África, sin embargo en 2015 hubo un brote que afectó diversas regiones del mundo, por lo que se detectaron 693.489 casos en diversos países de América. La cantidad bajó en 2016 casi a la mitad, pero en 2017 se diagnosticaron contagios en 10 países distintos, siendo un 50% de Italia.

La transmisión se da a través de los mosquitos y hasta la fecha no hay un tratamiento antiviral específico para tratar la enfermedad, por lo que los médicos recurren a los analgésicos y antipiréticos.

Por otro lado está el virus del Zika, el cual se asocia con el Guillain Barré, que ataca el sistema nervioso y ocasiona problemas respiratorios. Así mismo, el dengue no para su accionar. Según la Organización Panamericana de la Salud, en 2020 se notificaron en América 3.139.335 de afectados mientras que en Asia la cifra llegó a 1.072.000. La transmisión igual que en todos los casos que se analizan en este post procede de un mosquito.

Un experimento para frenar el avance del Dengue lo realizaron las autoridades de Indonesia junto a investigadores de la Universidad de Berkeley y aseguraron que lograron reducir la incidencia en 77%. Ellos introdujeron la bacteria Wolbachia en un grupo de mosquitos con la finalidad de neutralizar la expansión del virus. Aseguran que también eso podría servir para la fiebre amarilla y el Zika, pero con los resultados preliminares están muy contentos.

La realidad es que a nivel mundial hay 2.500 especies de mosquitos, considerados el insecto más letal que existe, al ser responsables de la muerte de 725.000 personas cada año.

Se han sugerido diversas medidas de protección, entre ellas utilizar colores poco atractivos, tener plantas que actúan como repelente natural y si estos no funcionan adquirir repelentes industriales, de los cuales hay muchos y que su eficiencia dependerá de los componentes que tengan. Sin embargo, estos insectos también tienen su lado bueno, al ser fuente de alimentación de algunos peces y polinizar las flores.