La Estación Espacial Internacional encuentra una nueva forma de desechar su basura, pero aun tenemos un serio problema con nuestra chatarra espacial

El pasado 2 de julio, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) ha estrenado de forma exitosa la nueva tecnología para desechar basura en la galaxia, la cual ha sido aplicada con el sistema Nanoracks Bishop Airlock. Se trata de una prueba con un resultado positivo que permite a los tripulantes de estas naves deshacerse de todos los residuos que generan durante el tiempo de la misión.

Gracias a la aplicación de esta tecnología, parece que el problema de la basura en el espacio llegaría a su fin. Es así, como la ISS empezaría a estrenar una nueva forma de botar todos estos residuos generados por los tripulantes de las naves. Sin embargo, aún existe un problema con la chatarra espacial ¿Cómo solucionarlo?

LA ISS tiene una nueva tecnología para desechar su basura

Hace tan solo algunos días, la ISS desplegó una prueba sobre la primera tecnología de Nanoracks para deshacerse de aproximadamente 172 libras de basura de la estación. Se trató de un ensayo exitoso por lo que este sistema ha brindado los resultados esperados desde un principio y que ayudará a poner fin a muchos problemas dentro de las naves.

Este plan ha sido desarrollado y realizado en colaboración con el Centro Espacial Johnson de la NASA, por lo que han conseguido crear un sistema muy eficiente para realizar este tipo de tareas. Este primer ensayo contenía diferentes materiales, tales como bolsas de transferencia de carga, espuma, ropa sucia, productos de higienes y suministros de oficina.

El Nanoracks consiste en un contenedor montado en la escotilla Bishop con la capacidad de contener hasta 272 kilogramos de residuos. Al momento que este recipiente esté lleno, los tripulantes de las naves deberán expulsarlo hacia la atmósfera para que se consuma de inmediato.

Toda esta basura no solo flotara en el espacio, sino que se va a desintegrar de forma rápida por lo que no se convertirá en un problema a futuro. Hasta ahora, los astronautas debían almacenar todo esto hasta entrar a la Tierra para ser expulsada y quemarla.

“Este fin de semana ha sido histórico para el equipo de Nanoracks. Esto ha sido el primer ciclo abierto-cerrado de Bishop Airlock, el primer despliegue, y lo que será el comienzo de nuevas operaciones de eliminación de basura de la ISS”

Dra. Amela Wilson, CEO de Nanoracks

Sin embargo, hay que mencionar que desechar basura en el espacio es algo nuevo para la ISS, pero no es la primera vez que se hace en un vuelo espacial. Esto se debe a que este sistema de eliminación de residuos se utilizó anteriormente en varios vuelos espaciales.

Así lo ha hecho saber Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard quien recordó que las bolsas de basuras se desechaban de forma periódica de las estaciones espaciales soviéticas Salyut entre los años 1970 y 1980.

“Se ha desechado una gran cantidad de basura a través del sistema Airlock. Esto es el primer uso de un sistema de expulsión de bolsas de basura en la ISS, pero no es nuevo en los vuelos hacia el espacio”

Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica

Pero... Seguimos con un gran problema de chatarra espacial que no podemos solucionar

Este nuevo logro no soluciona del todo este problema denominado “basura espacial” y el cual contamina la atmósfera. Desde el comienzo de la era espacial se han lanzado millones de satélites y naves al espacio, por lo que al momento que estos llegan al final de su vida útil se convierten en objetos muertos que orbitan sin sentido alguno.

Es así, como la Agencia Espacial Europea (ESA) cree que hoy en día existen alrededor de 9.000 objetos de más de un centímetro que orbitan alrededor del planeta Tierra. Esto colocaría en peligro las futuras misiones e incluso las comunicaciones terrestres o por lo menos así lo ha considerado la ONU.

La basura espacial está conformada por cualquier pieza o resto que deje el ser humano en el espacio, como lo son las sondas y satélites muertos que orbitan allí al día de hoy. Estos desechos pueden variar mucho su tamaño, algunos de ellos pueden ser muy grandes mientras que otros pueden llegar a medir menos de 1 cm.

Pero esto no es todo, ya que el verdadero peligro llega a causa de la velocidad en las que estas chatarras espaciales se mueven, más de 30.000 kilómetros por hora, por lo que son considerados un proyectil. Esta es la razón por la cual esta basura puede colocar en riesgo las misiones del futuro.

De ocurrir un choque de uno de estos objetos muertos de gran tamaño con una nave espacial o un satélite operativo, causaría un daño en la misión e incluso el final de la misma. Además, se considera que los fragmentos más pequeños menores de 1 cm podrían dañar las placas solares de los satélites activos si llegaran a chocar contra ellos.

Otro de los riesgos que más preocupa a los expertos son los restos de combustible sólido que flotan y que son altamente inflamables, por lo que pudieran llegar a causar contaminación atmosférica en caso de explotar. Lo cierto es que la NASA y demás organizaciones a cargo no han podido idear una estrategia que permita acabar con esto. Se puede decir que se trata de algo casi imposible de hacer.

Sin embargo, las necesidades de hacer una limpieza en el espacio cada vez son más obligatoria al considerar que en unos cuantos años los desechos espaciales como sondas y satélites cada vez serán mayores, por lo que la dificulta para lanzar una nueva misión a este sistema será más complicado y peligroso.